Capitulo 25

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Capitulo 25

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Pov. Daniel

Estaba corriendo por el bosque convertido en lobo con la intención de desahogar esta impotencia y enojo que no dejaba de hacerme sentir como una mierda. Gruñí al recordar esos papeles que mi mujer había escondido de mí, pero es que no podía creer que ella haya firmado algo similar, ¿Por qué firmaría algo que sin lugar a dudas la condenaría? ¿Peter tendrá algo que ver?

Maldición, si hubiera escuchado su maldita explicación ahora no estaría lleno de dudas e incertidumbres.

De igual forma necesitaba tiempo para relajarme y mantener mi parte animal controlada, así que me tomaría unas horas para relajarme y después ir por ella y poder hablar, seguro tenía una explicación que me dejaría como un estúpido.

Aproveche para ir en dirección a la mansión para aclarar algunas cosas que no terminaban de cerrarme, pero cuando llegue y empecé a buscar a la persona que tenía que enfrentar, solo me encontré con mi hermano que caminaba de un lado para el otro estresado.

- ¿Sucede algo enano? -le pregunte desanimado mientras me dejaba caer en el sillón. Hablar de otro tema me relajaría y distraería.

-¿Qué haces aquí? - me pregunto alarmado y atento a todas mis expresiones. -Pensé que estarías con Rose. - me dijo incómodo.

-Si bueno... no quiero hablar de eso. - le dije pausadamente. - Mejor dime que te pasa a ti, parece que cometiste un pecado. - le dije con tono divertido, pero internamente solo quería golpear algo.

-Si bueno... puede que tenga que ver con Rose. - dijo poniéndose inquieto mientras evitaba mirarme, yo solo lo mire confundido.

- ¿De qué hablas? - pregunte confundido mientras se sentaba al lado mío soltando un suspiro.

-Supongo que ya sabes lo de Rose y ese documento. - afirmo haciéndome poner tenso. ¿Es que acaso todo el mundo lo sabía? - Antes de que te apresures a sacar conclusiones escúchame. - se adelantó dejándome callado. - Es lo mínimo que puedo hacer por ella después de todo. - se susurró a sí mismo con una expresión culpable que solo me dejo más confundido.

-Dime de que demonios quieres hablar antes de que te mande a la mierda. - le dije tenso y enojado.

-Yo robe ese documento a un amigo, ya que cuando lo vi pensé que lo mejor sería mostrártelo y que sepas la verdad. - empezó a contarme. -pero cuando fui a llevártelo tu no estabas y como solo estaba ella, la enfrenté. - dijo suspirando culpable. - Ella me dijo que no era lo que parecía pero que me lo agradecía, el punto es que le deje el documento a ella, pero lo que Rose no sabía era que yo tenía una copia. - me hablo con pesadez. - Y por cosas de la vida nuestro papá lo encontró y se puso todo orgulloso porque según él había tenido razón todo este tiempo, y que nadie lo había escuchado. - dijo poniendo los ojos en blanco mientras terminaba la frase.

-Es un pedazo de mierda. - susurre soltando un gruñido desde el fondo de mi garganta. Él no sabe nada de mi mujer, y no es nadie para referirse a ella de esa forma. Y ahora lo sabía, era un maldito idiota por haber dudado de la mujer de mi vida solo por unas putas freces de ese viejo.

Me levanté muy enojado saliendo de la mansión justo cuando percibí la presencia de mi progenitor que estaba entrando justo en el momento indicado con un hombre que no me importaba. Me acerqué a él y le di un golpe directo en la cara que lo desestabilizar, causando que callera al piso confundido.

-¿Pero qué demonios te para Daniel? - pregunto rojo del enojo. - No es conmigo con quien tienes que desahogarte, es con la puta de tu mujer. - y cuando dijo eso me tire encima suyo para darle otro golpe.

-Vuelve a referirte a mi mujer de esa forma y te mato. - le susurre ronco y con un gruñido que lo dejo acojonado.

-No estoy hablando de algo de lo cual no tengo pruebas. - me dijo empujándome mientras se paraba, claramente tratando de recomponer su imagen frente al otro hombre, que miraba todo confundido y sorprendido, al igual que Noah que no había interferido.

-No sabes nada de Rose, y sea eso cierto o no, no me importa. - le dije sintiendo que perdía un peso. - Así que deja a mi mujer tranquila y no vuelvas a hablar de esa forma de ella o te juro que te mato. - le dije mirándolo con autentico enfado. Y con mi habilidad, presione sus pulmones haciéndolo asustar. Y con eso me fui en dirección a mi casa para pedirle disculpas a mí conejita.

Pero cuando llegue ella no estaba, y eso me hizo recordar la reunión que tenía en el medico. Maldición, le había prometido acompañarla y por esta estupidez la insulte y deje sola. Me revolví el pelo estresado y tomé las llaves del auto para ir en dirección al hospital, pero cuando estaba por encender el auto mi teléfono sonó.

-Hable rápido que estoy apurado. - dije impaciente mientras cerraba la puerta del piloto.

- ¿Señor Kelley? - pregunto un hombre del otro lado y soltando un gruñido agotado respondí:

-Si, ¿Quién habla? - pregunte retirando el pelo de mi cara para escucharlo mejor.

-Le hablamos del hospital para comunicarle que su mujer tuvo un colapso y que tuvieron que trasladarla a su hospital donde estaban llevando el caso de su embarazo. - al escuchar lo que dijo me quede de piedra sintiendo una presión en el pecho de angustia y culpabilidad.

Esto era mi culpa. 

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Eres Mi PresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora