La Diabla

14- cruda decisión

Después que esa noche de que Nick me pidiera robarle a mi padre,  me sentí  totalmente en una encrucijada.  Recuerdo haberme tomado la pastilla de emergencia,  pero en la noche Nick se puso imperativo,  tomando y drogandose sin control,  y me obligó a tomar junto a él. 

Sentí que debía tomarme otra para evitar un posible problemita por lo cual no voy a hacerme responsable.  ¿Por qué?  Porque no estoy apta para un hijo,  él menos.  Nick no es la clase de hombre que se merezca un hijo,  y estoy segura que con su alta dosis de cocaína,  y mi costumbre de tomar y drogarme con el porro,  un hijo nuestro saldría con muchísimos problemas,  quizás deforme,  o  tal vez con problema respiratorio. 

Pero no soy tonta,  también debía tener en cuenta que tengo que hacerme análisis,  no quiero ser contagiada de algo porque nunca estamos seguro con una persona.  No sé si Nick esté totalmente limpio en su sangre,  realmente no sé nada.   Por eso es conveniente esperar un poco más y hacerme una series de análisis. 

Soy muy miedosa con todo lo que tenga que ver a enfermedad. Y si,  la vida que llevo no me está dejando por buen camino,  disfruto hacer ciertas cosas pero también me he llegado a sentir extraña,  sigo sintiéndome vacía. 

Nick se ha encargado de hacerme sentir protegida,  como también pequeña ante su maldad.  Me he dado cuenta que en su mente nada está bien,  es más perverso que yo,  es más sádico y manipulador. 

Y lo sé,  me está manipulando,  no soy tonta.  Pero por primera vez estoy sintiendo algo de temor.  Cuando Nick me dice que haga algo para complacerlo,  me mira con maldad,  esperando a que lo haga,  y si me retrato es como llamar al demonio en persona.

No voy a negar que lo quiero mucho,  y que se ha ganado un sentimiento que yo pensé que nunca tendría.  ¿Amor?  Realmente no sé que es,  pero cuando no estoy con él me siento sola,  como que no encajo con más nadie.  Él me ha hecho así,  dependiente de su cercanía. 

El sexo siempre es salvaje,  nunca hemos hecho el amor,  quizás yo lo haya visto así,  pero creo que no lo es,  me controla pero sabe que si no accedo no puede obligarme porque me enojo muchísimo.  Lo ha intentado,  varias veces quiso meter su polla dentro de mi sin yo tener deseo,  y se lo advertí:  si lo haces,  me pierdes.

Y enojado golpeaba la pared y se encerraba en su cuarto. Quizás piensen que yo me he dejado controlar totalmente,  pero es que quiero que crean eso y que él lo crea también,  porque sé que Nick es más peligroso de lo pensado.

Le pedí dinero a mi papá y solo me dio quinientos dólares,  no era suficiente,  Nick quería más.  Dijo que tenía que pagarle a los chicos o ellos hablarían.  Me tenían en una encrucijada.  Mi padre me regaló un Honda Accord 2013 y me encantó,  buscaba la forma de ganarse mi perdón y claro yo me estaba aprovechando de ello. 

—Hija,  quiero que estudies mucho y saque los puntajes más alto,  para que puedas obtener el becado al Harvard.

Inmediatamente recordé lo que dijo Nick de que no  quería que me fuera y que lo dejara solo. Fue más una amenaza a una suplica. 

—Lo intentaré. 

En realidad no es que yo desee estudiar y perder toda mi vida en una Universidad,  no es una meta de vida.  Realmente mi meta era vengarme y ahora que lo he logrado no sé que hacer con mi vida.  No le encuentro sentido a nada.  

No me queda de otra que pensar seriamente sobre si aspirar hacia Harvard.  Pero temo que a Nick no le gustará la idea. 

Mi padre me regaló una tarjeta con cinco mil dólares que sólo usara para algo necesario o una emergencia.  De todos los padres millonarios que consienten  a sus hijos,  el mío sale de ese círculo,  le gusta regalar algo si alguien se lo gana,  no por mero capricho.  Pero ahora me está comprando porque necesita compensar el tiempo perdido.