20- bendiciones malditas

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Zoe habló con su padre para que le permitiera usar su tarjeta de emergencia, éste le concedió el permiso.  Así que nos fuimos directo a cualquier amanecen o mueblería.

Ella se enamoró de una cama con espaldar blanco y pequeños diamantes incrustados,  es tamaño queen, la compró. Yo me enamoré de una cama con espaldar negro, de madera negra, trae su peinadora y dos mesitas de noche. Y escogí junto a ella un sofá gris oscuro,  la tela es en pana.  Es grande,  y trae una mesita con cristal. 

Compramos  un refrigerador  gris, algunas otras máquinas de cocina como: microondas y tostadora. También la stufa, el radio,  sillas,  comedor y algunas cortinas con su alfombras y cuadros a juego.

Ella pagó con la tarjeta de su padre nerviosa por pasarse de crédito, y yo pagué con los tres tipos de tarjetas que tengo. He tenido buen crédito.

Le dejé la dirección al personal  del delivery para que nos llevara los mueblería.  Luego fuimos al supermercados y dividimos la cuenta al comprar lo necesario.

Llegamos a casa horas después y Zoe llamó a  Róger y a April para contarles sobre éste apartamento y les pidió  ayuda.

Guardamos algunas cosas del súper y ellos llegaron  y más atrás los trabajadores de la tienda.

Zoe les explicó a donde quería cada cosa y yo también, tardamos mucho tiempo en acabar.

Me puse a ordenar mi cuarto y mi cama, tuve que armarla yo sola, esos pendejos no sabían hacer nada. Luego de acabar fui acomodando mi ropa y escuchando I Wass made for lovin' you de la banda rockera "Kiss"

No sé cuanto tiempo se me toma pero sé que es mucho y no necesito ayuda.

—¿Karen has terminado?   —pregunta  Zoe desde fuera.

—¡No,  pero lo hago sola!  —grité desde mi cuarto. 

Pedí pizza mientras arreglaba toda la ropa que me compré, y créanme siguen siendo negras. Quizás encuentre algunas piezas rojas y azules o gris.

En cuanto termino de comer recojo el equipaje y lo pongo en otro lado, regreso a la cama para seguir en ésto.

...

Después de un rato fui a la cocina a tomar algo de beber.

—Aahh necesitaba de esto —dijo Zoe al probar el agua.

 

—Yo de ésto,  que rico —gimo tomándome un fourloko. 

—Estás loca,  eso emborracha —me dijo April.  Giré los ojos. Esa tipa no me cae bien, y menos el Róger.

Actúan extraños.

—No es para mujeres débiles —espeté  y ella se silenció. 

Así perra, así te ves mejor.

—Ya basta,  están locas.  Debo buscar mi ropa.  Regreso luego. 

Zoe sale y regreso a mi cuarto a continuar, ya ellos tan terminado en gran parte aquí fuera.

Después que ella regresara terminaron todo y Róger y April se fueron, me quedé en la cama y en el sueño me arropó.

...

—Edgan —escucho gritos desde hace rato o voces, me levanto y abro la puerta lentamente mirando por el rabillo de la puerta.

—No hagas esto, Steven viene —susurra pero la escucho.

—¿Y eso a mi qué me importa?  —Gritó exaltado. Desde aquí no  logro verlo.

—¡Ya lárgate de mi casa!   En serio,  no te tolero.  No hagas esto más difícil,  por favor. 

La DiablaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora