Steven:
No voy a negar el hecho de haberme enojado con Brant, es mi compañero de trabajo, además debo agregar que lo conozco desde que yo era guardaespaldas. Ambos compartimos los mismos gustos sobre labor y... Mujeres. Exacto, le gusta las mujeres como Karen, a veces un poco más reservadas, y el hecho de que me llamara cuando estuve loco buscando a Karen en todos los bares de la ciudad, y que me dijera que a su lado había una chica satánica, me hizo entender que ella estaba a su lado, me colgó cuando intenté advertirle que no le pusiera una mano encima.
Por fortuna estaba cerca del bar, así que llegué un poco a tiempo, evitando un desastre, es obvio que Karen podría perder el control y acostarse con él, o no sé, realmente es difícil saber lo que ella piensa o que haría bajo los efectos del alcohol y la calentura.
Y lo que más me duele es que si le haya besado. ¡Joder, es mi amigo!
Y ella la mujer que amo.
Pero... Es Karen, y Karen significa: peligro, toxicidad, seguridad, calentura, seducción, ¿ya dije peligro? ¿No? Bueno, peligro de nuevo.
Pero sobre todo sigue siendo la mujer que amo. Y por ella soy capaz de todo, hasta de conocer más allá de su mundo, y quizás hacerle ver el mío. Podemos compartir ambos mundos, podemos sobrellevar la situación si ambos podemos de nuestra parte.
Ahora veré que ella hará conmigo. ¿No sería capaz de compartir a su macho? Ella es muy celosa e impulsiva, no se atrevería a tal cosa.
—Mis amigas quieren tocarte —susurra y casi me caigo de culo mentalmente. ¿Qué carajo?
—¿Qué dijiste?
Se ríe subiéndose en mis piernas.
—Relájate —musita con su toque de seducción y se toma un trago, me toma del mentón y se pega de mi boca, no para besarme, para pasarme el trago que con gusto acepto sintiendo el picor del alcohol.
Y luego su larga lengua con ese piercing se pasea por mis labios hasta besarme y hacerme débil entre sus besos. Pero si siento un sabor amargo que me dice que ha fumado esa mierda.
No quiero que ella se vuelva adicta a la marihuana.
—Karen, ¿has fumado? —inquiero apartándola.
—Si, sabes que lo hago, todo eso lo sabes y se supone que me aceptas tal y como soy. —gira los ojos al decirlo y yo ladeo mi cabeza intentando entender que le encuentra a eso.
—¿Qué le encuentras a eso?
—Lo mismo que le encuentro a tu polla: placer, excitación, diversión, que me vuelve loca, que me lleva a otro mundo, que me pone adicta.
Se muerde el labio y su mano se pasea por mi pecho soltando un botón.Miro a Brant, en sus piernas tiene a Alexandra, ella lo besa y le baila, parece disfrutar.
—No puedes comparar la marihuana con mi pene —mascullo rodando los ojos. Ella se ríe y me brinda su vaso en donde tiene el trago, y tomo de el.
—Puedo compararlo con lo que más me guste, deberías sentirte orgulloso de que tu polla me ponga loca.
Le sonrío negando y miro a Brant disfrutando de Ana y Alexandra, ambas lo tocan y le bailan.
—Amigo, estoy en la gloria —dice feliz y elevo mi copa brindando. Espero que a Karen se le olvide la idea de compartirme, se supone que soy solamente suyo y así debería ser. Y ella mía.
Y de pronto siento un olor desagradable. Y la miro, está fumando.
—Karen, deja éso —intento quitárselo y me mira enojada lanzando el humo en mi cara.
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La Diabla
Romansa"Tan santa como me traten, Y tan diabla como me provoquen" Portada creada por @Elilu_14 (Segundo libro paralelo de el malo, no es necesario leerlo) solo que la historia va entrelazada con algunas cosas que pasaron ahí.