La Diabla

48- en medio del caos

Espero muchísimo amor y comentarios por éste capítulo 😉😉😂😂😂 estará que arde. 

Me esforcé mucho, duré 5 horas escribiendo.  Y voy a responder comentarios por montón. 😂😂

Besos.

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Mi reflejo me muestra a un hombre más elegante, vestido con un traje de gala azul marino, camisa blanca con una corbata azul oscuro perfectamente liza. Me cubre la camisa un saco ajustado y combinado con  mi pantalón con una suave tela fina, y zapatos cerrados color marrón con cordones del mismo tono.

Mi cabello está peinado a la perfección hacia atrás, tuve que untar un poco de gel para que no quedara rebelde. Tengo que tener una buena imagen como arquitecto profesional. 

Ajusto mi rolex en mi muñeca y me aseguro de al menos oler bien.
No piensen que quiero impresionar a Camila, es que deseo que todo salga bien y que ella firme el documento. No puedo hablarle sólo de negocio, estoy seguro que ir directo al grano hará que ella se niegue a vender el terreno.

He tratado de encontrar a Karen, he ido a su trabajo pero nunca está, en su casa menos, y no quiero molestar a Zoe siempre con mi imprevistas visitas. Ella merece paz con su prometido Edgan, me enteré que le pidió matrimonio.

Karen en cambio no me contesta, aún me tiene bloqueado, y por eso preferí darle un espacio, aunque sea ésta semana, me enfocaré en mi trabajo y en lograr mi objetivo. Y sí, Karen está entre esos objetivos, pero ella tiene cosas mejores por hacer que pensar un poco en mi y en lo que siento por ella.

Tomo mi billetera asegurando que mis tarjetas y dinero en efectivo estén allí, pues un plato en el flamenco equivale a  20 platos en otros restaurantes casuales.

No sé cómo es Camila, no la he visto, tampoco sé si es joven o una señora, pues su voz es más bien neutra, entre lo juvenil y lo madura. Y realmente no me interesa saber mucho de ella, sólo quiero una cosa, y ya lo he dicho.

Quedamos de encontrarnos en el flamenco, no sé si llega antes que yo o quizás yo llego primero, lo importante es encontrarnos.

En mi auto saco mi teléfono para colocarlo en su cargador que está colocado cerca de mi alcance, sobre el auto, pero una llamada de mi madre me alerta de que algo ocurre, o quizás tiene algo que contar.

Y contesto antes de encender el carro y marcharme.

—Hola mamá.

—Hijo, me has abandonado, ya no hablas con tu madre. —suspiro, lo mismo de siempre.

—Ma', hablamos en la mañana, ¿lo olvidaste?

—Un hijo siempre debe hablar con su madre, no importa a que hora.

Tiene razón, pero no por eso voy a llamarla cada minuto.

—Es que voy a salir, mamá.

—¿Con alguna chica?

—Si.

—Oh, ¿ya te has olvidado de Karen? Hace poco estabas llorando por ella.

Giro los ojos riendo a secas.

—No estaba llorando, y no me he olvidado de ella. Tengo una cita de negocio con una mujer, sólo es trabajo.

—¿Y si Karen los ve? Ya ves que esa muchacha aparece hasta en retrete cuando haces una ca...

—No lo digas —interrumpo deseando no escuchar su mal vocabulario—, y Karen no estará ahí porque no la he invitado a ese lugar, y si fuera así no estoy haciendo nada malo, es sólo negocio.