19º ERÓTICO 🔥

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Harry podía jurar que se le estaba cayendo la baba, al mirar así a Severus. De arriba abajo y de abajo arriba seguidamente.

—Me gusta que te guste lo que ves... —dijo Severus con una sonrisa pícara, y Harry se avergonzó.

Se levantó para acariciar el abdomen de Severus que se contrajo con el primer roce.

—Que sensible... —dijo Harry casi en un ronroneó de satisfacción y besó el abdomen de Severus.

El mayor esbozó una sonrisa y jadeó en respuesta al beso en la zona sensible. Acarició el cabello de Harry y comenzó a empujarle nuevamente en la cama. Y posteriormente se subió encima de él. Sin rozarse apenas, pero estando tan cerca, que era imposible no sentir su aliento caliente.

—Harry, Harry... Creo que tú eres más sensible —dijo, y comenzó a pasar su mano por el pecho del menor, haciendo que Harry se estremeciera con cada roce.

Harry comenzó a besarle nuevamente, mientras el mayor llevaba su mano hasta el miembro de Harry y lo envolvía con sus dedos. Bombeaba con fuerza en la parte de la base y suavizaba el roce al llegar al glande, para acariciarlo con su pulgar y esparcir el espeso líquido blanco que Harry sacaba.

—Mmm... —ronroneó Severus, cuando Harry levantó un poco la pierna para rozar la entrepierna de Severus.

Harry esbozó una sonrisa y llevó su mano hasta el miembro del mayor, comenzando con un vaivén lento y asfixiante para Severus.

—Severus... —gimió Harry, cuando ya estaba al borde del orgasmo, y Severus aceleró su mano, haciendo que el Gryffindor terminase.

—Mmm... —jadeó Severus, mientras Harry disminuía la velocidad de su mano sobre el miembro de Severus, por que aún tenía espasmos por el reciente orgasmo.

Severus se deshizo de la mano, levantándose para colocarse entre las piernas de Harry.

Ante la antenta mirada del menor, se llevó tres de sus dedos a la boca y comenzó a lamerla, tratando de lubricarlo bien sus dedos.

Harry estaba alucinando con esa imagen tan sexy que Severus le estaba regalando y no pudo evitar querer lamer esos mismos dedos. Así que abrió la boca y con su mano acarició la mejilla de Severus, para que el mayor entendiese lo que quería hacer.

Severus se quitó los dedos de la boca y los acercó hasta la de Harry para que procediera a hacer lo mismo que un minuto antes él había hecho.

Severus sentía su sangre arder y su miembro palpitar, cada vez que Harry lamía con su lengua los dedos.

Cuando creyó que ya era suficiente, sacó sus dedos de la boca de Harry y los bajó hasta la hendidura entre sus nalgas, dejando por el camino un hilo de saliva perlada en el abdomen del joven.

Cuando llegó, besó el muslo de Harry y comenzó a acariciar esa piel tan sensible, hasta que decidió comenzar a meter uno de sus dedos.

—Relájate... —le pidió Severus, mientras le succionaba y besaba el interior muslo, dejando pequeñas marcas en el quadriceps.

Y Harry hizo caso, se relajó y el dedo de Severus entró sin dificultades dentro de la cavidad del Gryffindor. Y comenzó a moverlo, provocando gemidos y jadeos por parte de Harry.

Pronto, ya había metido sus tres dedos dentro de Harry, y los movía haciendo que Harry gimiera y jadeara.

Cuando lo dilató suficiente y sacó los dedos de dentro de Harry, el menor frunció el ceño por lo vacío que se sentía en esos segundos.

—Si te duele, avísame —pidió Severus, mientras se incorporaba y colocaba uno de sus brazos debajo de la espalda de Harry.

Severus colocó su miembro en el mismo lugar que habían estado sus dedos, segundos atrás, y comenzó a meterse lentamente dentro de Harry.

—¿Duele? —preguntó Severus, con la voz temblorosa, estando a una distancia de Harry de apenas centímetros.

—Un poco. Pero nada que no pueda soportar... —dijo Harry, y besó a Severus recién terminada la frase.

El mayor se quedó dentro de él, quieto, extasiado por la estrechez de Harry, por Harry en sí. Y no pudo evitar soltar una lágrima, recordando que lo amaba como había hecho con Lily y recordándose lo que estaba haciendo con el hijo de ella.

—Severus... —dijo Harry, al verle desprender una lágrima de esos preciosos ojos negros—. No llores... —pidió, besándole los labios, la nariz, la frente y el párpado.

Severus esbozó una sonrisa, recordando que estaba con él. Que lo tenía entre sus brazos. Que estaba apretándole en su interior. Que estaba ahí, para él y que siempre lo estaría.

—Te amo... —dijo el mayor, y comenzó a moverse en el interior de Harry.

Harry gemía mientras sentía a Severus moverse en su interior. Se besaban a la par de las estocadas y ahogaban algunos de esos gemidos en la boca del otro.

Cuando Severus sentía que iba a terminar, metió su mano entre los dos cuerpos y cogió la erección de Harry, para comenzar a masajearla con rapidez.

—S-Severus... Y-ya no puedo m-ma... —y antes de terminar la frase, Harry se corrió.

No sólo él. Severus se dejó ir dentro de Harry, llenándolo de su esencia al completo.

—Te amo... —dijo Harry cuando los dos terminaron.

—Yo también te amo... —dijo Severus, y salió del interior de Harry para acostarse a su lado en la cama.

SNARRY-el fantasma del que me enamoré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora