Harry había ido temprano a la habitación de Severus. Se había bañado esperándolo, se había colocado una de esas camisas que le quedaban grandes medió abierta y se había estirado encima de la cama, sin abrir las sábanas. Esperando para que Severus viniera de una vez, de sus clases del primer día.
Y parecía que no, Severus no llegaba. Había estado esperando desde la tarde, desde que habían terminado las clases y no había venido. Le había dicho que le esperaría y aún así no había llegado.
Harry se levantó indignado y se quitó la camisa de Severus, se visitó con su ropa normal de clases y caminó para irse de esa habitación.
Antes de abrir la puerta escuchó la voz de Severus, ¿Con quién hablaba? Fue lo primero que se le pasó por la cabeza. Y abrió para mirar.
—¿Harry? —preguntó Severus, cuando la puerta se abrió. Y pudo observar a un chico de Slytherin de un año menos quizás o incluso de su mismo año.
—¡Hola! Mi nombre es Sil, voy un año por debajo de ti. Es un honor conocerte, Harry Potter —dijo el chico con una sonrisa, y Severus lo observó.
—Hola, Sil, encantado —dijo Harry y se dirigió hacia Severus—. Llevo toda la tarde esperándote, ¿Dónde estabas? —preguntó Harry con un deje de desdén.
—Estaba conmigo. Me estaba enseñando a hacer una poción. King estaba ocupado y como sabía que Severus antes era el profesor de pociones, le pedí ayuda —dijo Sil, y Severus miró a Harry sorprendido por la expresión que tenía.
—¿Qué ocurre Harry? —preguntó Severus, y el bufido que soltó Harry, bien se podría haber escuchado en todo el castillo.
—Quédate con él a enseñarle lo que quiera. Yo ya te he esperado demasiado, me largo —dijo Harry, y eso hizo, se largó azotando la puerta de un solo golpe.
Severus se acordó de lo que habían quedado para hacer aquella noche. Y una punzada de culpabilidad se le instaló en el corazón. Harry le había estado esperando toda la tarde y noche para pasar un rato juntos. Y él la había cagado bien, Harry no le dirigiría la palabra seguramente, eso lo tenía muy claro.
—•—
Pasó una semana y Harry no hablaba con nadie, faltaba a las clases de Severus y no parecía querer ser amable con nadie. Cada vez que Severus trataba de pararle los pies y hablar con él, Harry se iba corriendo o simplemente se largaba sin decir ni una palabra.
Y ahí estaban otra vez, Harry caminando por un pasillo y Severus detrás.
—Tenemos que hablar —dijo Severus, parando a Harry por el cuello de la camisa—. Se me olvidó, Harry —dijo Severus y Harry lo miró con tristeza y enfado a la vez.
—No tengo nada que hablar con usted, profesor Snape —a Severus se le quebró el corazón al escuchar aquello, pero también algo de enfado se instaló en él.
Cogió a Harry contra su voluntad del brazo y lo llevó hasta una clase desierta.
—Harry, todos tenemos derecho a olvidarnos de cosas. Estuvo mal, pero se me olvidó cuando Sil me pidió que le ayudase —dijo con frustración Severus—. Lo siento mucho, sé que me esperaste, y me disculpo por ello —terminó de explicar, pero Harry no suavizó el rostro.
—Llegué a tu habitación cuando terminaron las clases. Me duché nada más llegar para esperarte y me puse una camisa tuya, grande, sin pantalones ni nada que me cubriste. Me tumbé en tu cama, sin taparme con las sábanas y esperé. Y esperé durante horas para que llegaras y no, no estabas para mí. Nunca has ayudado a nadie, nunca lo hiciste por mí, nunca ayudaste a nadie en pociones, amabas suspender a gente y ahora te dedicas a ayudar a niñatos. Y encima te olvidas de mí. Eres injusto Severus, muy injusto —dijo Harry, y se dirigió a la puerta para irse, pero Severus le dio un abrazo por detrás, y no lo dejó irse.
—Sé que soy injusto, que fui y que soy un idiota. Siento haberme olvidado de ti, Harry. Tú me devolviste a la vida con tus lágrimas y siento haberte hecho eso. Haberte dejado solo en mi cama casi desnudo y sin aparecer por horas. Pero te amo, y me arrepiento de lo que hice. Así que dame una oportunidad para mostrarte que cuidaré de ti para siempre, que jamás me olvidaré de ti —dijo Severus, y el corazón de Harry se aceleró.
—No quiero escuchar tus palabrerías —dijo Harry, y volvió a intentar zafarse de ese abrazo.
—Lo digo enserio. Siento haberme olvidado de ti aquella noche. Soy un idiota, besarte y poseerte es lo mejor que me podría regalar el mundo. Rozar tu piel y sentirte, esa delicada piel de porcelana para mí —dijo Severus—. Lo siento, Harry. Lo digo muy enserio cuando te digo que lo siento —terminó de explicar Severus. Y notó su mano humedecida en segundos.
Harry estaba llorando por él. Por que era un idiota que había aparecido acompañado de otro chico cuando Harry estaba semi desnudo esperándolo a él. Y Severus empezó a besar su nuca con cariño, sintiendo como la piel de Harry se erizaba y comenzaba a dejar de llorar.
—¿Podrías perdonarme? —preguntó Severus cuando Harry dejó de llorar.
—Siempre lo haría —dijo Harry, y se giró para abrazarse a él—. Pero me debes algo en la cama —dijo Harry, rozando con su pierna, la entrepierna del mayor.
—Está noche estate allí conmigo, no faltaré, lo prometo por mi vida —dijo Severus, y Harry asintió besándole castamente los labios.
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SNARRY-el fantasma del que me enamoré
Fanfic"𝐿𝐴 𝑀𝑈𝐸𝑅𝑇𝐸 𝑃𝑈𝐸𝐷𝐸 𝑆𝐸𝑅 𝐸𝐿 𝑉𝐸𝑁𝐸𝑁𝑂 𝑀𝐴́𝑆 𝐷𝑂𝐿𝑂𝑅𝑂𝑆𝑂 𝑃𝐴𝑅𝐴 𝐿𝑂𝑆 𝑄𝑈𝐸 𝑌𝐴𝐶𝐸𝑁 𝐸𝑁 𝑉𝐼𝐷𝐴." Harry pensaba que no levantaría cabeza. La muerte de Severus había sido un fue...