Capítulo 22

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Si algo me aburría eso era la clase del profesor de taller profesional, el hombre era aburrido a más no poder, Sara incluso hablaba de dormirse en clases si no estuviera tan adelante.

-Comenzaremos con la historia del trabajo y...- mis ojos se cerraban solos, incluso note como al cabo de unos minutos Candela se apoyo su codo sobre la mesa para mantenerse con la cabeza levantada pero hasta ella estaba a punto de dormirse.

Mire alrededor solo por curiosidad y habían varios que cabezeaban y a muchos se les salía un bostezó. Busque mirar algo para no dormirme pero era imposible. Sara estaba casi igual a Candela y su compañero bostezaba abiertamente, comencé a dormirme poco a poco y de repente me encontré con la posición más cómoda del mundo. La más agradable y confortable posición hasta que escuche una risilla de parte de Candela.

-Estas cómoda?- abrí los ojos lentamente viendo a Candela sonriendo, yo estaba apoyada en su hombro.

-Si- me acomode mejor.

-De acuerdo- susurro y nos quedamos así hasta volver a dormirnos

En alguna parte de toda esa interacción yo termine teniendo el sueño más interesante de todo mi adolescencia.

Su perfume y su calor corporal estaban al alcance de mis manos, sus manos, sus labios tan cerca, ella estaba cerca... Muy cerca.

-Auch- escuché el susurro y abrí los ojos algo sorprendida.

Recién me di cuenta que si estaba muy cerca de Candela y lo que era peor había mordido su hombro, me quedé roja, ella se rió bajito y miró adelante seguí su mirada y vimos como el profesor se había dormido también.

Era un día extraño, muy extraño como para olvidarlo, Candela se reía de vez en cuando sobre eso, era su forma de jugar conmigo.

Conforme pasaba el año Candela perdía poco a poco esa imagen sería y reservada que tenía para todos los demás, era como dijo Mariana, una chica más a su modo, aunque también se fue ganando la imagen de rompecorazones y eso era lo que más me molestaba de ella, cada semana venía otra chica a buscarla aunque no fuera para eso era difícil diferenciar para mí.

-Eres una chamuyera de las peores- le reclamo Sara viéndola dejar otra chica en la puerta, Candela la miro con gracia y se sentó.

El hecho de que Sara la identificará como alguien que te endulza el oído para conquistarte le parecía interesante al parecer porque ella no decía nada después de que Sara la llamaba así.

-Algun día todo tu ganado se va a dar cuenta- le advirtió.

-No tengo ganado- respondió Candela- esa es solo una ilusión tuya

-Lo dudó- Sonrió victoriosa.

-Por qué no te decides por alguna de ellas? Tienes problemas Candela?

-Vamos Sara eso sería aburrido- ahí estaba la Candela que yo más odiaba la que si se comportaba de manera canalla, bufé y mire a la ventana.

-Entonces no te gusta ninguna?- mire de reojo a Sara tenía una sonrisa traviesa mientras me miraba también, ella quería jodernos a ambas.

-Claro que me gusta una- ese tono no me gustaba, Candela le estaba siguiendo su juego tonto.

-Entonces dicelo- la desafío.

-Para que decirlo si es más que obvio- yo ya no entendía nada, me puse a mirarlas a las dos.

-Espero- Sara se cruzó de brazos mirando fijamente a Candela y ella sonrió con malicia.

-Tú- le dijo de frente- tú me gustas Sara- me quedé sin expresión, Candela había admitido eso en broma o en realidad?

La tensión podía tocarse con las manos hasta que Sara se rió y Candela tampoco se aguanto mucho más, ambas estaban bromeando de una manera vil para mí.

-Ya di la verdad Candela- le siguió provocando- te gusta Laura ya besense- me puse roja en automático y Candela me miró interesada.

-Basta Sara solo somos amigas- hablé yo esta vez, Candela miró abajo como no entendiendo lo que acababa de pasar y luego miro a Sara.

-Es momento de parar- me apoyo- ya debería estar aquí el profesor- pero él todavía no llegaba.

-Que podría ser tan malo?- Nos miró a ambas- se conocen bien y se complementan bastante según veo- mire a Candela.

Me puse a pensar en este año y el anterior, fueron muy diferentes, ahora la conocía mucho más y habían cosas que no me gustaban como la chica que pasaba por el pasillo y miraba hacia adentro buscándola a ella.

-No podría- admití.

-Por?- Candela estaba muy interesada en mi opinión y eso me puso nerviosa.

Seguir viendo a esa chica ahí me molestaba y mucho, no podría ser algo más tranquila acaso?

-Porque seguramente tendría los cuernos hasta el piso- dije sin pensar mucho, Sara abrió los ojos sorprendida.

-Eres muy mujeriega Candela- me apoyo y no note mucho cambio en ella luego de ese comentario.

-No soy alguien viable entonces?

-Ademas eres alguien muy vista y popular todo el mundo esperaría algo de mí también y...- me detuve al notar que estaba siendo estúpida.

-Entiendo- ella miró a otro lado y suspiró.

-Candy?- pregunté para comprobar que todo estaba bien.

-Que propondrías si alguna de nosotras se confundiera?- no entendía la pregunta, o de hecho me aterraba entenderla.

-Hablas de que si a alguna de nosotras nos gustará la otra?- asintio.

-Si yo te gustará o tú me gustaras?- me miró sin expresión- ya que no soy alguien viable- sonrió forzadamente y me obligue a pensar en alguna solución.

-Yo... Pediría tiempo- me miró mas interesada- alguna de las dos tendría que irse lejos hasta que se le pase.

-Tiempo?

-Sí- dije otra vez sin pensar- el tiempo hará que se nos pase esa idea y la distancia mejor no?

-Que complicadas que son- había olvidado que Sara estaba también escuchando nuestra conversación y nos miraba atentamente.

El amor de mi mejor amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora