Mis dedos se estiran en un fallido intento de separarse de mis manos, pero falta tan pocos metros, solo debo de alcanzar el borde, solo un poco más... Un último respiro y mis segundos como sirena desaparecen ni bien me quito de un solo tirón los lentes para girarme y observar la pantalla gigante donde muestran los resultados de la final en doscientos metros en estilo libre.
No chillé de emoción ni mucho menos grité con desespero por haber logrado la medalla de oro en mi primera competencia en los primeros juegos olímpicos donde participo. Sí, claro que estoy muriéndome de alegría, pero mis mamás me enseñaron a que lo importante es divertirme y no ganar. Hoy vine a ser feliz bajo el agua como la sirena de Washington.
Recibo las felicitaciones de las competidoras que me flanqueaban en los carriles de nado. Cuando terminó la premiación y tuve la medalla de oro colgando de mi cuello fui a llorar a los brazos de mis mamás pues gracias a ellas es que nunca me rendí.
Una vez que las lágrimas desaparecieron, me apresuré en ir a las graderías a besar a mi novio que me sonreía y aplaudía desde la primera fila.
- Estoy orgulloso de ti, Faith. Sabía que darías lo mejor de ti -exclamó Diago entre el sinfín de besos que nos dábamos y parecía que nunca nos detendríamos-.
- ¡Dimos lo mejor de nosotros! -lo corregí entre risitas- Después de todo, tú eres quien soportó mi crisis emocional el último mes y no hubiera estado tranquila esta noche sin tu apoyo.
Nunca creí llegar a los juegos olímpicos con solo quince años, incluso, había superado en juventud a mi mamá Ana Paula que ganó su primera medalla a los 17. Sin embargo, con la ayuda sentimental de mi novio y de mis amigas logré despejar toda ansiedad antes de venirme a España.
- ¡Hey! Me parece o ¿quieren una medalla de oro por ser cursis en público? -exclamó con gracia la voz de Anastasia-
- ¡Mira quién lo dice! -respondí con ojos asesinos, los cuales se deshicieron en grandes carcajadas al recibir el abrazo de felicitaciones de mi amiga-.
- Yo opino igual. A Nastya le gusta parecer fría frente a los demás, pero cuando estamos a solas, se vuelve en la chica más romántica del mundo. ¡Y por eso la amo! -añadió Galina antes de besar a Nastya-.
Ambas se habían escapado de las graderías superiores para darme sus felicitaciones. De reojo vi a los periodistas acercándose, así que me despedí de mis amigas y mi novio para intentar escabullirme de las entrevistas que solo me pondrán nerviosa. Entre señas quedamos en enviarnos mensajes al celular para ver a qué restaurante nos íbamos a celebrar en parejas.
¡Lo único que supera a tener los mejores amigos de todo el universo es que sus parejas también sean parte de tu amistad! Fiorella y Chandler, Julieta y Valentina, Anastasia y Galina, y, la pareja más joven y hermosa de todas: Diago y yo.
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No seré tu Princesa
RomantizmBelleza, fama y una vida libre de ataduras definen perfectamente a Ana Paula Córdova. Sus relaciones no son más que "travesuras de una noche", y su única regla es jamás recordar el nombre de sus "princesas" por las mañanas. Sin embargo, su estilo de...