Capitulo 24 - ¿Trabajo en equipo?

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JOSH

El ruido retumbaba en mis oídos y eso causa que habrá mis ojos. La alarma, pensé. Giro mi cabeza en busca de ella y le doy un golpe para que deje de sonar.

Me tomo un momento para levantarme y darme un baño. Volví a mirar el reloj y me di cuenta de que iba a llegar tarde. Me apresure en buscar la mochila y baje esperando que mi hermana no se haya ido.

— Veo que funciono ponerte el reloj una hora antes.—comenta, riéndose. 

— ¿Que? —termino de entrar a la cocina. 

Había otro reloj en la cocina y lo busco para mirar que hora era, definitivamente iba a llegar temprano. Me senté junto a ella y me miro divertida, me sirvo café y unas tostadas. 

—Por lo menos voy a llegar temprano. 

—Primera vez. Por nada. —dice, con una media sonrisa. 

Me rio y termino de prepararme el desayuno, dos cucharas de azúcar al café y es todo.

—¿Has sabido algo de nuestro padre? —me pregunta.

El recuerdo de nuestra ultima charla me vino a la mente, no sé como le voy a decir esto. 

—No lo he visto. —respondo— Es hora de irnos, se hace tarde.

Quiero evitar el tema, no se donde esta en estos momentos pero lo prefiero lejos de nosotros. Mejor no saber nada de él.

Preparo la moto y la llevo a la preparatoria. Estaciono enfrente y ella se baja, se apresura en entrar mientras que yo tengo que poner la alarma de la moto y esperar a Maik. 

Me bajo, dejo el casco atado con la moto y trato de visualizar a Maik entre la multitud que esta entrando. No lo encuentro a él precisamente. Como siempre se veía hermosa, la sonrisa en sus labios me removió algo adentro de mi. Mis ansias por volverla abrazar, tenerla así de cerca como esa noche me inundaban. 

—Vamos enamorado, llegaremos tarde a clase.—Un pequeño golpe de Maik me saca de ese pensamiento. 

—No te escuche llegar. 

— Claramente estas en otro planeta, amigo. 

Guardo las llaves de la moto en mi bolsillo y nos disponemos a caminar junto con los demás que van entrando. 

— ¿Tienes algo que hacer hoy?

—No, nada. — Le respondo.

Habíamos llegado a mi casillero, saque algunos libros y los puse en mi mochila.   

— Bueno, entonces no te puedes negar a acompañarme a la fiesta que harán hoy.

Creo que fue demasiada fiesta en una semana. 

—No esperes que vaya.  

— ¿Cuanto tiempo más esperaras por ella? —cuestiono.— No puedes esperarla toda la vida Josh.

—Estoy enamorado, no es como si pudiera dejar de estarlo de un día para otro.— le respondí. 

— No estoy pidiendo que dejes de quererla, pero has tu vida como ella lo esta haciendo sin ti.—Susurro, apenas entramos al salón. 

Verla todos los días en clase no me facilitaba las cosas. Todo lo que siento por ella vuelve en cuanto la veo. Como ahora. 

—Quizá, Maik. Quizá vaya. —le di un apretón en el hombro y me fui a sentar.    

A la izquierda, a unos cuantas mesas, estaba ella. Parecía solo estar prestando atención a la charla que tenía con su amiga. Eso me daba la ventaja de que no me descubriera mirándola. 

Pasaron unos cuantos minutos y ella seguía sonriendo y asintiendo. Quisiera acercarme a hablarle de algo, saludarla con un beso en la mejilla, que me viera con esa sonrisa...

—Joshua. —dijeron en forma de saludo.

—Ali, hola.—la salude.  

Corrió la silla y se sentó alado mio. 

—¿Mejor?  — me pregunta.

 Asiento y le sonrió.   

La mirada de casi todos en el salón estaban puestas sobre nosotros. El profesor entro y lo primero que hizo fue mirarme a mi.

—Señor Hutcheron y la señorita... Lawrence.

Ella se acerco al escritorio del profesor, no sabia para que nos habían llamado. Él se sentó y busco en sus papeles hasta que nos dio uno a cada uno.

—Eso es un trabajo que deberán hacer.—pareció ver mi confusión porque nos dio una explicación— Es para compensar los días que faltaron. 

Recordé que casi dos semanas estuve en el hospital y Jen estuvo ahí, conmigo. 

—Es para mañana a primera hora.—nos advierte— Los dos trabajos deberán ser entregados en las mismas condiciones y  sin tardanzas. 

Asiento, sin protestar y nos volvemos a sentar en nuestros respectivos lugares. 

[...]

Pude alcanzarla justo en la salida de la preparatoria. 

—¿Donde haremos el trabajo? —le pregunte, llamando su atención.    

—Tú en tu casa y yo en la mía Josh.   

—No puedo solo.

Quizá haya un 95% de mentira en todo eso.

—Dile a Laly que te ayude. —me sugirió y siguió caminando.   

¿Ahora me esta evitando? 

 —¿Que tienes? —la agarre del brazo con suavidad.   

—Tienes razón, no quiero desperdiciar mi oportunidad con Diego.—Aclaro. 

La solté. Quise dejar de mirarla, pero no pude. Tenia que convencerme de si lo que decía era verdad. 

—Eres una etapa que quiero cerrar, Josh.—balbuceo.     

—Esta bien. —solté. No iba a quebrarme frente a ella, no iba a rogarle que me diera otra oportunidad cuando no la merezco.— Este trabajo y se termino todo.

— No.—repitió.

—No quiero que repruebes, no soy buena para estas cosas, no es una excusa Jen. —dije sinceramente— Podríamos hacerlo en una plaza, donde prefieras. 

Sus ojos me rogaban que parara de insistir en estar cerca de ella. Pero sería la ultima vez, ¿No?

—De acuerdo.—acepto— En mi casa, a las siete.   

Se dio la vuelta y se marcho. 

N/A

En este capitulo me había dado cuenta de que habíamos llegado a los 2,400 leídos. ¿Pueden creerlo? ¡Ahora son mas de 60,000!

Muchísimas gracias, en serio.


¿El Amor podrá Curar Heridas? [T1]  |EDITANDO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora