Something About You | Frerard

Prefacio

Estoy sentado en la banca de un parque, fumando un cigarrillo, el aire es frío y me llega hasta los huesos. Miro el árbol que está enfrente de mí, demasiado grande, ¿Cuánto tiempo llevará ahí? Me doy cuenta que el tiempo ha pasado, porque el fuego de mi cigarro me ha quemado los labios, tiro la colilla al suelo y la piso, volteo a todos lados, me levanto de aquella banca que se supone debe ser blanca, pero no lo es, ahora es gris por la suciedad. Me dirijo hacía mi casa, mientras observo a las personas que caminan rápidamente, pero ¿Qué prisa tienen? Yo sólo estoy aquí, tratando de no llegar a aquél lugar que me trae tantos recuerdos. Cuando por fin llego a mi "hogar", abro la puerta y me dirijo hacía mi habitación, entonces tomo un pedazo de papel y un lapicero;

Te preguntarás quién soy, bueno, yo también me pregunto quién eres tú y que haces leyendo esto, como sea, me llamo Gerard Way y tengo 25 años, estudio Artes Visuales, lo demás ya lo sabrás conforme vayas pasando las páginas. Esto es algo pequeño, la historia que te voy a contar es una historia de amor, la historia de mi primer amor, la historia que cuenta como me enamoré de Frank y de como termina todo esto. Aunque probablemente me ahorraré las palabras porque Mikey, ya te habrá contado la historia de pies a cabeza, lo conozco, no es nada discreto. Lo siento Bandit, siento no haber estado ahí cuando debí de hacerlo, perdón por ser un papá ausente, un papá inexistente.

Mi maldita habitación sigue oliendo a su perfume, su ropa está tirada por doquier como si fuera una alfombra en el piso y entonces las lágrimas que he tratado de contener todo el día, comienza a desplazarse por mi mejillas. Un bufido es todo lo que logró sacar de mi boca, nunca creí que llegaríamos a este momento, nunca creí que Frank se iría de mi lado y mucho menos, que yo le seguiría el camino. Aquél que ambos forjamos con nuestras acciones, con nuestras actitudes y sobre todo por culpa de mis decisiones, me odiaba a mi mismo y odiaba la manera en como seguía respirando, mientras la persona que más había amado ya no lo hacía. Ya no lo necesitaba, por su puesto que no. Después de escribir toda la carta hacía mi hija, decido terminar con todo.

Por fin estaré con Frank.