Décimo Cuarta Parte.

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- Wow, Gerard esto es maravilloso, pero...

Mi corazón empezó a latir más fuerte de lo normal, sabía que Frank me rechazaría; era demasiado pronto para pedirle matrimonio. Idiota.

- ¿Pero? - Pregunté con miedo.

- Pero compartir mi vida contigo será mejor, sí acepto. Acepto ser tu esposo.

Las lágrimas se amontonaron en la comisura de mis ojos y segundos después empezaron a rodar sobre mi rostro. El amor de mi vida había aceptado casarse conmigo, no podía creerlo. No podía con tanta felicidad, después de luchar contra los fantasmas del pasado, contra una madre que nunca creyó en mí, aquí estaba mi recompensa, todo mi dolor se había ido y eso fue gracias a Frank.

- Frank, te amo y juro que te voy a hacer muy feliz. Gracias por aceptar compartir tu vida conmigo, esto es lo mejor que me pudo pasar. - Mi voz salía entrecortada.

- Gerard, te amo y no hay nada que agradecer; esto lo hago porqué te amo y no hay nada que quiera más, que estar toda mi vida contigo. - Frank sonreía.

Y todo marchaba bien hasta ese punto, los días pasaban y todo iba bien. Frank se había vuelto más cariñoso, todo el día quería estar conmigo y yo, quería estar con él. Obviamente los preparativos para la boda no se hicieron esperar, Mikey y Frank estaban emocionados con todo esto y a mí me parecía bien, habíamos acordado que la boda sería dentro de un año y que sólo haríamos una pequeña fiesta, que de seguro Mikey agrandaría, pero eso no importaba, lo que realmente destacaba era el acontecimiento; me casaría con Frank.

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- Casate con la persona que te haga olvidar el dolor, Gerard. No quiero que termines como Donna, lleno de odio porque se casó con la persona incorrecta - En aquél entonces yo tenía una novia.

- Abuela, si lo dices por mi novia, no planeo terminarla - Susurré.

- Yo estaré aquí para consolarte, querido. - Sonrió Elena.

Entonces sucedió lo esperado, mi novia me engañó con mi "mejor amigo". Igual y ya lo esperaba, lo sabía pero no quería aceptarlo; eso me hizo caer en el alcohol y en las drogas, buscando un consuelo que al final sería mil veces peor.

Buscando olvidar todo, buscando la muerte, eso pasaba.

Quería morir.

Pero nunca tuve los cojones para matarme, entonces Elena estuvo ahí para consolarme.

- Querido, todos vivimos desilusiones amorosas, pero no porqué el sol se enconda ahora significa que se esconderá para siempre.

Mi abuela tuvo razón.

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Y entonces tú te preguntarás: ¿Qué es lo que pasó con Frank y conmigo? En las siguientes palabras, lo verás, no es que quiera hacerte sufrir pero, amo el drama y quiero que te des cuenta de que la vida puede cambiar en cuestión de segundos, minutos y horas. Un segundo podemos estar en la gloria, gozando y bailando, y al otro podemos estar en el infierno, sufriendo y llorando.

El día de la boda llegó, Mikey hizo una gran fiesta como lo predije, invitó como a 100 personas de las cuales sólo conocía a mis amigos de la escuela y a Lyn-Z. Mis nervios me estaban matando, yo estaba listo para compartir mi vida con Frank, ahora habían pasado 4 años y medio, siendo aún los mejores de mi vida y no podía esperar a vivir los demás. Esperé media hora parado y Frank seguía sin aparecer, ¿Será que se había arrepentido?, todas las personas se habían dado cuenta del retraso de Frank y entonces Mikey llegó corriendo a mi lado.

- Tenemos que ir al hospital - Estaba temblando.

- ¿Qué pasa, Mikey? - Pregunte, ya sabía la respuesta pero tenía que asegurarme.

- Es Frank, vamos, Gerard - Gritó.

Mi cuerpo se estremeció, sentí que mi sangre abandonó mi cuerpo y los oídos empezaron a zumbar, como pude corrí detrás de Mikey, dejando atrás toda mi felicidad con cada paso que daba, y acercándome a la angustia.

Los siguientes minutos fueron angustia para mí, mientras Mikey iba conduciendo, yo estaba tratando de asimilar todo esto, ¿Qué mierda había pasado? Sólo esperaba que Frank estuviera bien y que todo esto sólo fuera un pequeño incidente.

Al pasar por una calle, vi un coche totalmente aplastado, y un tráiler, había un cuerpo tendido en la acera cubierto por una manta blanca que ahora tenía manchas de sangre. Mi corazón sintió un revuelco, ¿Qué mierda pasaba? Sólo rogaba porqué Frank estuviera bien.

Cuando llegamos al hospital, Mikey se acercó la recepción y preguntó por Frank, la enfermera estaba buscando en la computadora cuando vi que las puertas del elevador se abrieron, mi corazón se estremeció junto con mi cuerpo, era Frank, era mi Frank.

- ¿Cómo están sus signos vitales? - Preguntó el que supuse era el doctor.

- Son casi nulos, está apunto de morir - respondió la enfermera.

- Hay que llevarlo a urgencias lo más rápido posible.

Era Frank, sólo que en su cara no había una sonrisa como siempre, en lugar de eso había raspaduras, moretones y sangre seca. Su cuerpo estaba pálido y apuesto a que también estaba frío. Pasaron a mi lado y yo corrí a la camilla, el doctor me miró con desaprobación.

- Chico, el paciente está muy grave por favor, unos minutos que nos atrasemos y morirá.

- Doctor, haga lo que sea para salvarlo. Él es mi vida. - Aquel doctor me miró con compasión y asintió.

Las lágrimas y los sollozos comenzaron a salir, mi corazón estaba muriendo poco a poco, quería salir y tirarme de un puente, no podía vivir en un lugar en donde no esuviera Frank. Mikey corrió a abrazarme y a consolarme.

- Todo estará bien, Gerard - Eso fue lo último que escuché.

Después me sumí en una inmensa oscuridad y no supe nada más.

Something About You | FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora