Something About You | Frerard

Décima Parte.

Los rayos del sol iluminaron cada parte de la habitación de Frank, dando luz y molestando a mis perezosos ojos; estiré mi brazo buscando a mi novio, su lugar estaba vacío, supuse que hacía rato que se había despertado, así que me levanté de la cama y frote mis ojos con mis manos.

Caminé a la puerta, y cuando estaba a punto de abrirla escuché voces, Frank y Mikey estaban hablando, me quedé ahí detrás de la puerta para escuchar. Ya sé que pensarás: soy un chismoso.

Tal vez mi nombre debía de ser Gerard "Chismoso" Way.

- Yo creo que deberías de decirle la verdad a Gerard. - Susurró Mikey.

- Yo pienso que es mejor guardarla, ¿no?

- Si Gerard se llega a enterar y no es por tu boca lo harás sufrir, Frank. Y eso jamás te lo voy a perdonar...

- Para eso entonces ya no importará más.

- No entiendo porqué enamoraste a mi hermano, si sabías que esto terminaría así. - a Mikey se le había quebrado la voz.

- Porqué él tenía derecho de aprender a amar, Mikey. Por eso. - Susurró.

- ¿Él sospecha el motivo por el cuál atentaste contra tu vida?

- No, nunca me lo ha preguntado... Y ahora es hora de que dejemos esto por la paz, porqué ya está a punto de despertar.

Esperé 5 minutos detrás de la puerta y después la abrí, ellos al parecer lo escucharon por se quedaron callados, yo me dirigí hacía el baño, lave mi cara y miré mi reflejo en el espejo; pálido como siempre, las ojeras más marcadas dándome un aspecto enfermo y el cabello más largo, ya necesitaba un corte... Después de mirarme, las palabras de Mikey regresaron a mi mente, ¿Qué secreto escondía Frank? Sabía que no debía de enamorarme, esto iba a terminar mal y no había marcha atrás.

Alguien tocó la puerta del baño, yo abrí segundos después, era Frank. Me miraba fijamente, esperando ver algo sospechoso en mí, pero no le di indicios de nada, entonces se acercó y me besó.

- Buenos días, mi amor - dijo con una gran sonrisa.

- Buen día, Frankie - Susurré.

Me di la media vuelta y me dirigí hacía mi cuarto, tomé mis pantalones y una playera, me cambié y salí de casa. Mikey y Frank se miraron entre sí, creo que se dieron cuenta de que había escuchado su plática; me dirigí a la tienda y compré mi cajetilla de cigarros, hacía tiempo que necesitaba la nicotina en mi sangre, así que me dirigí a un parque y me senté a fumar.

1 cigarro consumido.

2 cigarros consumidos.

3 cigarros consumidos.

Iba por el cuarto cigarrillo, cuando una chica de cabello negro, tez blanca y labios rojos se sentó a mi lado.

- Vaya, parece que quieres morirte - dijo en un tono divertido.

Yo reí, su comentario me causo gracia.

- Es que estoy frustrado, y aún no se me pasa.

La chica sonrío, dejando ver sus hoyuelos, tenía una gabardina roja y botas, yo la miré, era linda.

- Oh, entiendo - Suspiró - Me llamo Lindsey.

Extendió su mano, yo la estreche.

- Gerard, Gerard Way - sonreí.

- Oh, entonces soy Lindsey, Lindsey Ballato.

Me dio risa la imitación que hizo sobre mí, la miré divertido.