Décimo Sexta Parte.

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Cuando Frank despertó y el doctor fue a revisarlo, yo me quedé afuera, viendo todo el espectáculo y tratando de recuperarme del shock de haberlo visto despertar, y es que supuse que lo vería dormido.

- Gracias Dios - Pensé, en ese momento me sentí culpable de haber mal dicho su nombre.

El doctor salió de la habitación y yo lo miré con una cara interrogatoria.

- El machacho está bien, pero no quiere verte, quiere ver a una tal Lindsey. - El doctor comentó.

¿Por qué Frank quería ver a Lindsey?, ¿Por qué no quería verme a mí primero?, ¿Qué mierda pasaba aquí?.

El doctor me miró y sólo hizo un gesto como de disculpa y se fue a buscar a la enfermera. Yo me quedé ahí mirando a Frank a través del cristal hasta que sentí una mano en mi espalda, era Lindsey.

- Quiere verte - Comenté.

- Lo sé - Sonrió en modo de disculpa.

- ¿Por qué quiere verte? - cuestioné.

- En realidad no sé - Me dijo.

Después de aquello, Lindsey se metió a la habitación dejandome afuera, decidí marcharme de ahí e ir por un café. Ya después averiguaría lo que Frank le dijo a Lindsey. Me acerqué a la máquina de cafés y metí las monedas, presioné el botón que decía "Frappuchino" y el café comenzó a prepararse.

Me senté en una de las bancas y empecé a consumir la cafeína, esto estabama mal, Frank había despertado y no quería hablar conmigo, quería hablar con Lindsey. ¿Qué clase de persona era?, yo sólo quería acariciar su bello rostro y decirle que lo amo y que todo estará bien.

Cuando terminé mi café, Lindsey estaba a lado mío y me miró con cierta lástima, o algo así. Yo no sabía que hacer, quería correr a ver a Frank pero también quería saber que le había dicho a Linsey.

- Quiere verte - Interrumpió mis pensamientos.

- Iré a verlo, y después tú me dirás que te dijo - Suspiré.

Me levanté de aquellas bancas azules, dejando a Lindsey sentada, el vaso térmico aún seguía en mis manos y cuando pasé por un bote de basura, lo tiré. Cuando ya me faltaba poco para entrar a la habitación de Frank, el doctor me llamó.

- Gerard, necesito hablar contigo - Susurró.

Mi corazón se estrujó, haciendo añicos. Tenía miedo de lo que diría el doctor.

- ¿Qué pasa? - Cuestioné.

- Es sobre Frank, no te hagas esperanzas de que él viva, porque no lo hará. Algunos cristales llegaron a perforar parte de órganos importantes y en cualquier momento puede fallar su corazón.

Mi corazón, mis esperanzas y mi vida se habían ido con esa noticia. No podía vivir sin Frank, no podía vivir sin mi pequeño rayito de luz y eso era Frank para mí.

Yo sólo asentí con la cabeza, dejando al doctor atrás y entrando a la habitación de Frank. Él estaba ahí tendido, en su cama que era color blanco, su cara estaba llena de hematomas verdes, morados y azules, en otro momento esa hubiera sido una mezcla perfecta pero ahora no lo era.

- Hola, Frank - Susurré tratando de moestrarle una sonrisa.

- Hola, Gee - Sonrió - ¿Cómo estás?

- Supongo que bien...

- Uhm, estás mal y no puedes ocultarlo.

- Tengo miedo de quedarme sin ti - Murmuré.

Él sonrió, y me mostró su más cálida mirada.

- Todos nacimos para morir, bebé.

Sentí que mi alma se escapó y que mi corazón se rompió por enésima vez, dejandome completamente roto.

- Pero tú, tú no puedes morir. - Susurré, mis ojos tenían lágrimas.

- Es la naturaleza, Gerard - Sonrió - No olvides que te amo.

- No lo olvidaré porqué siempre estarás conmigo para recordarmelo - Grité - No te vas a morir.

Él sólo bajó la mirada.

- Lamento tanto fallarte. - Sus ojos brillaban por las lágrimas que trataba de contener.

Something About You | FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora