Capítulo 2

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10 años

—¡Está enamorada de ti, es más que obvio! — grita mi hermano mayor desde la sala.

—Me lo dices como si no lo supiera – le responde Kale.

Se escuchan risas y a la vez siento como mi corazón quema.

—Ya dejen a Jemi en paz, es normal, pasa demasiado tiempo con Kale — dice Kobe enojado, de verdad enojado, provocando que los otros chicos dejen de reír.

—¿Por qué la defiendes? — pregunta Blake.

—La quiero como a Lynn, es una hermana para mí. Tú, por otro lado, eres malo con ella, tu propia hermana. No me sorprendería si un día te planta cara. No es idiota, deja de tratarla como tal.

Después no escucho nada más y corro escaleras arriba hacia mi habitación.

Actualidad

La música suena a todo volumen haciendo vibrar mi pecho. La casa de Mitchell está repleta de universitarios, algunos se ven mayores, otros de mi edad y varios más en una edad intermedia. A donde volteo veo a chicos intentando ligar, bebiendo, bromeando y jugando. Me sorprende ver tanta gente, principalmente porque la idea de Mitchell era que sólo estuvieran chicos con quienes comparte curso pero, al parecer, la noticia de la fiesta se corrió más de lo que se esperaba.

Así que esto es la vida universitaria, interesante.

Aster, que caminaba frente mío, frena de golpe causando que choque con su espalda.

—Fruta — murmuro, odio que haga eso.

—¿Qué hace Kobe aquí? — gira el cuello como su fuera la niña del exorcista.

¿Kobe? Busco a mi amigo con la mirada, pero no es Kobe, es Kale el que está junto a mi hermano y algunas chicas del tipo que le gustan al último.

—Para empezar, ese no es Kobe, es Kale, su gemelo y no sabía que vendrían —pronuncio haciendo que abra los ojos con sorpresa. —Además no tienen nada que hacer aquí, se supone que es una fiesta para universitarios nuevos, aunque esté medio campus aquí.

Regreso mi vista a donde se encuentran y a los segundos llega Kobe junto a Sienna, su novia. Sí, tiene novia, ¿por qué coquetea con Aster? No lo sé con exactitud. Le he dicho mil veces que le tenga respeto a su relación, que mi amiga no es ningún jueguito con quien puede entretenerse un rato y después regresar a lo seguro. Según Kobe, está con ella por lastima pero creo que lo hace por costumbre, además la pobre chica siempre parece una sanguijuela prensada a su brazo. Me da lástima porque mi amigo no hace el amago de prestarle ni una pizca de atención y me hace preguntarme si en algún momento se dará cuenta de que su relación se basa en que ella dé todo y él sólo sea un adorno, digo, no es fea.

—¿Perdón? — medio chilla mi amiga.

—¿Qué pasa? — le pregunto. Me sumí tanto en mis pensamientos que no sé si habrá dicho algo a parte de eso.

—Por fin veo a los gemelos juntos, del que estás enamorada y...

—Estaba — corrijo. —Tiempo pasado.

—Lo que importa es que están aquí, los dos, juntos — su emoción es palpable.

—Cálmate, ¿quieres? No es la gran cosa, parece como si estuvieras frente a una celebridad — pongo los ojos en blanco. —No quiero estar cerca, vamos a otro lado.

Halo de su brazo para caminar en dirección contraria, encontrándonos con varios compañeros de la universidad con quienes entablamos conversaciones sobre lo único que tenemos en común: los estudios. Llega un punto donde nos olvidamos de que, a unos metros, están mi hermano y los gemelos. Aster está bailando con Mitchell de quien nos volvimos amigas en la secundaria y entramos a la misma universidad, sé de antemano que a él le gusta la morena, pero ella está cegada por Kobe, aunque dice odiarlo; debo darle crédito, no se le ha entregado en bandeja de plata. Por mi parte, estoy charlando con un compañero de clase, Colin, es lindo, gracioso y platica de cosas interesantes.

Comienza una canción de esas que debes bailar pegado a alguien y el chico voltea a verme.

—¿Quieres bailar? — pregunta con una leve sonrisa en sus labios.

Me lo pienso un poco, tal vez no sea la mejor idea tomando en cuenta el ritmo.

—Yo... — no sé que decirle, realmente es atractivo y esos lindos ojos me miran expectantes.

—Si no quieres, lo entiendo — agita sus manos a la altura de su pecho.

—Sí quiero — afirmo y él sonríe agitando su sedoso y largo cabello castaño.

Me toma la mano y nos dirige casi al centro de la pista improvisada. He bailado este tipo de canciones en la ducha, donde nadie me ve, nunca con un chico. Empiezo con movimientos lentos siguiendo el ritmo de la música con su cuerpo pegado por detrás mío. Poco antes de que termine la canción, tiran de mi brazo apartándonos. No necesito voltear a ver quién tiene agarrado mi brazo, sé que es mi hermano, lo que me sorprende es ver a Kale con la respiración agitada mirando con odio a Colin, quien yace en el suelo.

—Pero qué... ¡Suéltame! — grito —¡¿Qué les pasa?!

La música se ha detenido y todos al rededor están expectantes.

—Jem... — volteo con Aster cuando me llama —será mejor que nos vayamos. Todos.

Asiento.

Ella persuade a Blake y Kobe invitándolos a salir juntos. Tomo la oportunidad para acercarme a Colin y disculparme, no está sangrando, lo cual es bueno. Doy media vuelta dirigiéndome a Kale y tomo su mano para arrastrarlo fuera de la casa conmigo.

—Kale, por favor — le pido lo más tranquila que puedo evitando gritar o mostrar mi enojo. —Vámonos, nos esperan afuera.

Le lanza una última mirada a Colin y asiente levemente con la cabeza indicándome que ya no pondrá resistencia y comienza a caminar guiado por mí.

A punto de salir de la casa, agradezco con la mirada a Mitchell que está parado a un lado de la puerta, me da una pequeña sonrisa y sé que tendremos una larga charla el lunes.

—Sube al auto — ordena Blake en cuanto me ve llegar junto a ellos.

—No, papá me dio permiso de dormir en casa de Aster.

Tomo la mano de mi amiga y empezamos a caminar, su casa está a unas cuantas cuadras de aquí, no será tanto tiempo. Sin embargo, un cuerpo alto se posa frente a mí, evitándome el paso.

—Muévete, Kale — ordeno.

—No — pronuncia con los brazos cruzados y se me eriza la piel por el enojo contenido.

—No te pongas en plan sobre protector conmigo, no he necesitado de ti, ni de nadie para cuidarme, eso lo puedo hacer yo sola, así que muévete — sentencio. 

Kale suspira y se hace un lado, dejando el paso libre.

¿Quién se cree?

Ámame otra vez ||Inseguridades 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora