Capítulo 18

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En cuanto Colin desaparece de mi vista tengo a Kale a mi lado, parece no saber que hacer o decir porque sus manos están en los bolsillos de su saco de lana, además, se balancea sobre sus pies adelante atrás. Yo observo por el enorme ventanal la pista del aeropuerto para estar pendiente del avión donde va mí, ahora, exnovio.

Mi teléfono suena y lo saco del bolsillo.

El precioso Colin 10:33 a.m.:
Ya te extraño.

M.J 10:33 a.m.:
No van ni diez minutos, dramático.

El precioso Colin 10:34 a.m.:
Lo sé, estaba ensayando para cuando te extrañe de verdad :p

M.J 10:34 a.m.:
Haré como que te creo.
Yo también ya te extraño :c

El precioso Colin 10:35 a.m.:
Lo sabía.
Hablamos después, preciosa, el avión está a punto de despegar.

M.J 10:36 a.m.:
Buen viaje, avísame cuando llegues.

El precioso Colin 10:36 a.m.:
Obvio u.u

El avión despegó casi al instante en que vi el mensaje. Volteé con Kale quien había cruzado los brazos su pecho, tiene el ceño fruncido con la vista al frente y la quijada apretada.

—Vamos, Kale. Es hora de regresar —digo lentamente.

Da media vuelta comenzando a caminar con grandes zancadas, le sigo trotando para no perderlo entre el gentío porque no sé dónde estacionó el auto.

—Kale, más despacio —medio grito, siendo ignorada. Ahora, ¿qué le ha picado?

En el auto ni siquiera se tomó la molestia de asegurarse que había cerrado la puerta cuando ya estaba arrancando. En serio, este chico es bipolar.

—Dime que ocurre —pedí, pero volvió a ignorarme. Su respiración está acelerada, claramente está molesto. —Kale...

—Nada, quédate callada hasta que lleguemos. Te dejaré en tu casa y después iré a la mía para que puedas mensajearte con tu "precioso Colin" —usó una voz exagerada en la última parte y lo entendí.

De verdad le gustaba a Kale, ya no podía negarlo, pero no se lo haría fácil. No, señor.

—Qué inmaduro eres —respondí y frenó de golpe en un semáforo en rojo, por suerte siempre me pongo el cinturón de seguridad si no me habría golpeado la cabeza.

—Mira quién lo dice.

¿Quiere discutir?

—Eres un imbécil —siseo.

El sonido de un claxon no le permitió responderme, la luz había cambiado a verde. La conversación quedó ahí, ninguno habló durante el viaje a nuestro vecindario. Como la ocasión anterior se estacionó cuadras antes de la nuestra, genial.

—Perdón, no sé qué me pasó —se notaba su arrepentimiento, pero me siento demasiado frustrada con sus cambios de humor como para tratarlo bien.

—Como sea. Llévame a casa —ordené, suspiró derrotado e hizo lo que pedí. Antes de cerrar la puerta del auto le dije: —Cuando dejes de ser tan imbécil y sepas que te ocurre, búscame.

Me recosté en la cama después de acomodar los accesorios que utilicé al salir, estaba molesta. Demasiado. Entendía que Kale llegase a molestarse por lo de Colin, pero nunca se había comportado tan idiota y yo sé lo idiota que puede llegar a ser.

Tomé mi teléfono, tenía que reclamarle a Kobe solo para desahogarme un poco.

M.J 11:03 a.m.:
Traidor.

La respuesta llegó unos minutos después.

Kobe 11:06 a.m.:
¿Qué hice?

M.J 11:07 a.m.:
Enviaste a Kale en tu lugar, eres de lo peor.

Kobe 11:07 a.m.:
Voy a tu casa ahora mismo.

M. J 11:08 a.m.:
No te quiero aquí.

Salí de su conversación ignorando por completo su respuesta y busqué la de mi mejor amiga.

M.J 11:09 a.m.:
Te necesito.
¿Vienes a comer?

Aster 11:10 a.m.:
Llego en 15.

Le avisé a mi madre que Aster vendría a comer con nosotros e inmediatamente se puso a preparar la comida, no le encanta cocinar, pero tiene un sazón exquisito y cualquiera que pruebe su comida lo comprueba. Me sentía más llena de emociones negativas que positivas, sin embargo, decidí ayudar. Cocinar y limpiar me relaja mucho, no entiendo por qué, sólo lo hace.

El timbre de la casa se escuchó unos minutos después. Como había cumplido con la ayuda a mamá, me permitió abrirle a mi amiga, que no se encontraba sola. Kobe parecía haber estado esperando en la puerta incluso desde antes que Aster llegara, tiritaba y se balanceaba sobre sus pies, estaba en pijama obviamente tenía frío.

—Te dije que no te quería aquí, Kobe —mi ceño se frunció. —Deberías irte si no quieres contraer una pulmonía.

Halé del brazo a mi amiga para que entrara y dejé a Kobe fuera con la palabra en la boca. Aster me miraba incrédula, sabe que puedo ser cruel y grosera con cualquier persona menos con ella y Kobe. Corrió a la sala para ver a través del ventanal, asegurándose de que el gemelo no estuviese fuera. Lo visualicé cruzando la calle justo cuando escuché un suspiro de alivio, se preocupaba por él.

—Bien, dime qué pasó —se sentó en el sillón más grande de la sala, imité su acción, quedando de frente.

Le conté sobre que le había pedido a Kobe que me llevara a aeropuerto para despedirme de Colin porque ninguno de mis padres podía llevarme, papá trabaja de lunes a sábado en la empresa, mamá no sabe conducir y Blake no era una opción. Pasando hasta el día de hoy, encontrándome con Kale conduciendo el auto, sus celos y rabieta.

—Sí... —murmura. —Tal vez yo tuve que ver un poquito con lo de Kobe.

Abro la boca sorprendida, debí imaginar que pasaron tiempo juntos como ya es costumbre.

—¿Cómo? —Pregunto, ella tuerce el gesto.

—Tal vez, yo... —muerde su labio inferior —más bien, nosotros nos quedamos mucho tiempo juntos después de la hora acostumbrada.

Cierro los ojos. Este par me hará demasiado difícil la vida, amo que estén juntos, pero a veces me sacan de quicio.

—Espero que solo hayan sido besos —asiente repetidas veces, eso me calma. —Ya puedes decirle que venga después de comer.

A mitad de frase sacó su celular del bolsillo para escribirle a Kobe, tal vez una tarde con estos empalagosos sea lo que necesito para quitarme ese mal sabor de boca que dejó Kale. Aunque, lo único malo será escucharlos hablar como retrasados y por supuesto el molesto sonido de los besos. Mi celular suena, regresándome a la realidad.

Kobe 11:30 a.m.:
Eres la mejor, te llevaré del pastel de chocolate que mamá horneó <3

No puedo decir que no a un pastel de chocolate. Mi mejor amigo sabe cómo compensar sus errores.

Ámame otra vez ||Inseguridades 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora