Ámame otra vez ||Inseguridades 1||

Capítulo 4

Al regresar a casa le dije a mamá la respuesta de Gillian y emocionada me mandó a "ponerme bonita", me avisó que los Ferrec llegarían en a las 4 de la
tarde así que había tiempo de sobra.

Pensé en lo incómodo que sería estar en esa reunión, por eso le pedí permiso a mi madre de llamar a Aster e invitarla, simplemente accedió, la quiere mucho, aunque nunca lo diga. Tomo me teléfono y mando el mensaje de invitación, a los pocos minutos me llega una respuesta positiva, lo cual me quita un peso de encima. Lo que sólo deja a la espera de que mi amiga de infancia y mi mejor amiga se lleven bien, son parecidas en unas cuantas cosas por ello ruego que no haya un choque de personalidades.

Me doy tiempo para comer algo y después voy directo a la ducha, donde me relajo bajo el agua fría durante un buen rato hasta que decido salir. Necesito secar mi cabello y maquilarme con lo básico, lo cual no me lleva más de una hora.

Aster hace acto de presencia minutos después, lleva un vestido veraniego floreado blanco, unas zapatillas blancas su largo cabello castaño suelto y está un poco maquillada, en otras palabras, se ve muy linda. Con estatura promedio y cuerpo delgado con curvas la chica atrae muchas miradas.

—¡Que preciosa! — grita al verme. —Te dije que ese vestido te quedaría perfecto.

Sí, también llevo un vestido, es de color azul marino, se ajusta de manera perfecta hasta la cintura y hacia abajo es holgado. Me convenció de usarlo con el simple hecho de no querer que ninguna de las dos desencajara con los demás.

—No tanto como tú, hoy harás que a Kobe se le pare — sonríe y hago una mueca al notar que lo mal pensó como de costumbre. —¡El corazón, maldita pervertida!

—¡Pues no hagas ese tipo de comentarios! — reclama para después romper a carcajadas.

Entrelazado nuestros brazos y caminamos hacia el patio trasero donde se encuentra mi familia. Mamá está arreglando los detalles, papá pelea con el asador para encenderlo y mi hermano a un lado suyo intenta ayudarle. La última escena es
muy graciosa, de verdad.

—¡Ya llegué, familia! — grita Aster llamando la atención de todos.

—Hola, cariño — saluda mi madre, simple, para después seguir con lo suyo. La chica hace un puchero al ser ignorada.

Cuando conocí a Aster hace cuatro años, mi familia la aceptó como otro miembro más. Empezamos a convivir día tras día, ya fuese por tareas de la escuela o simplemente porque queríamos, si no estábamos en su casa, era en la mía. Aunque nuestros padres no se llevan bien, cada uno quiere a la otra como si fuera
su hija, por eso Aster se siente en la total libertad de ser ella misma.

—Bueno, ya que me ignoraron — alza la voz para recalcar la última palabra, —vamos a tu habitación.

Toma mi mano y me arrastra dentro de la casa por las escaleras hasta mi alcoba. Una vez ahí empieza a caminar de un lado a otro, sé que está ansiosa por estar en el mismo lugar que Kobe, más si nos es incierto si él traerá a su novia, lo cual espero que no, sería demasiado incómodo. Además, tengo un shipp entre mis mejores amigos, principalmente porque cuando se ven sus ojos brillan de una manera sorprendente, se dicen todo lo que no pueden con palabras. Así que sí,
los necesito juntos y por eso mismo cuido que no hagan alguna tontería.

—Necesitas calmarte — digo, porque en mi cabeza se formó la imagen de Aster hundiendo el piso de tanta pisada acelerada como en las caricaturas. —No creo que ella venga, fue un arreglo de último minuto. Sabes bien que no pasan mucho tiempo juntos.

—¿Por qué me dices eso? —Se detiene a verme extrañada, temiendo lo peor.

— Soy tu mejor amiga, te conozco mejor que nadie, no necesitas decirme que él te gusta o incluso estás enamorada de él porque simplemente lo sé — me encojo de hombros.

—Maldita. ¡Me hiciste sufrir durante todo este tiempo para después decirme simplemente que ya lo sabes! — exclama agitando sus brazos en el aire haciendo énfasis.

—Perdón, pero la que debería reclamar aquí soy yo, nunca me lo dijiste — me cruzo de brazos.

—Pensé que no me dejarías intentar algo con él. Ya sabes, por lo de Kale — la última frase la pronuncia con cautela como si la simple mención del gemelo pudiera afectarme negativamente.

—¿Hablas en serio? — me acerco a ella con una ceja levantada al decirlo. —Mujer, el tema de Kale es muy aparte de tu felicidad. Cuando te conocí me recordaste demasiado a Kobe, con toda tu energía y alegría, desde ese momento quise que estuvieran juntos.

—Y yo te dije que era un pesado cuando me lo presentaste... — murmura mirando el suelo.

—Sí, por eso ya no dije nada. Aunque sabía que mentías — río.

—Pero que pen... — se escucha el timbre de la casa y Aster abre los ojos, hago el amago de caminar, pero ella me frena sujetando mi brazo. —No, aguarda ¿podemos esperar a que tu madre nos llame? Con lo que me acabas de decir necesito tomar valor.

Asiento y le ayudo para que haga ejercicios de respiración. A los 5 minutos mamá nos llama.

—¡Ya bajamos! — grito en respuesta. —Venga, tienes que impresionarlo para que deje a su novia de una vez.

Da una última respiración para empezar a caminar, la planta baja está sola así que deben estar en el patio. Una vez en la puerta de la cocina le pido a Aster que camine detrás mío, quiero que Kobe se sorprenda por verla aquí.

—Perdón por la tardanza — digo mientras camino a saludar a la familia invitada, Aster no está detrás mío como le pedí. —Aster, ¿puedes venir?

Sujeto con fuerza mi muñeca detrás de mi espalda, sé que al último minuto debió sentirse insegura. Asumo que necesitaba un momento antes de entrar a escena donde está el chico que le gusta y su familia. Aster siempre se toma en serio el dar primeras buenas impresiones cuando quiere o lo ve necesario y esta es una de esas veces.

—Perdón, estaba arreglando la falda del vestido — dice desde la puerta con una sonrisa angelical.

Nuestros invitados tienen una expresión confundida, excepto Kobe que la mira como si fuera la octava maravilla del mundo, su respiración está acelerada y su vista baja una y otra vez, escaneándola como si no creyera que ella está aquí.

— Familia Ferrec, ella es Aster, mi mejor amiga.