Capítulo 5

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—Ven, te presentaré a la familia — estiro mi brazo hacia ella invitando a que se acerque con confianza.

En cuanto la tengo a mi lado, empiezo a señalar y nombrar a los integrantes de la familia, primero los señores Ferrec, después a Lynn y por último menciono que a los gemelos ya los conoce, le brindan un saludo que ella corresponde manteniendo su dulce sonrisa. Tomo de la mano a mis amigas para sentarnos en una mesita del
patio que está bajo una sombrilla playera, perfecta para hablar de todo.

—Bien — comienza a decir Lynn —¿qué te traes con Kobe, Aster? ¿Sabes que tiene novia?

—Lynn, tranquila... — digo, pero Aster me interrumpe.

—Me gusta, yo le gusto y sí, sé que tiene novia por eso no salgo con él — se encoge de hombros.

Simple y conciso. Se miran fijamente iniciando una batalla silenciosa. Espero paciente la respuesta de Lynn a eso, sé que ama a sus hermanos y quiere lo mejor para ellos, sin embargo, soy ajena a lo que opina de Sienna o si se llevan bien.

—Me agradas — dice Lynn después de un rato. Suelto el aire que estaba conteniendo, por un momento pensé que todo saldría mal.

Ese comentario dio paso a una larga conversación, Lynn le contó a Aster la relación estrecha de nuestras familias y una que otra anécdota que de nuestra infancia. Aster, por su parte, le contó cómo nos conocimos e hizo énfasis en que nunca nos hemos separado desde entonces. En cada recuerdo me permití hacer un comentario para complementar a mis amigas en lo que decían, la mayoría de las veces para que sonara más como un chiste y terminábamos estallando en carcajadas. Así se nos fue el tiempo hasta que nos llamaron para cenar. A diferencia de hace algunos años, donde había una mesa para los padres y otra para los hijos, ahora se juntaron dos mesas para formar una sola con suficientes sillas para todos. Quedamos sentados: padres, madres, Kobe frente a Blake, Kale frente a mí y Lynn frente a Aster; con la comida en nuestros platos las tres nos envolvemos en una conversación sobre cosas banales hasta que el señor Ferrec llama mi atención.

—Mirian, ¿qué tanto haz hecho estos 5 años desde que se fue Kale? — da un sorbo a su vaso.

Aprieto los labios pensando antes de hablar, no esperaba tener que entablar plática con los mayores.

—Estudiar, conocerla — señalo a Aster —hacer tareas...

—Salir a fiestas y tener novio — me interrumpe Blake con una irritante imitación de voz femenina.

—Oh, ¿ya tuviste novio? —pregunta Gillian y siento la vista de Kale clavada en mí.

—Sí, terminamos hace un año, creo — dirijo la vista a mi plato para tomar otra porción de la comida y llevarla a mi boca.

—¿La dejaron tener novio? — el señor Ferrec se dirige ahora a mis padres, lo cual me incomoda más.

—El chico vino un día a pedir permiso para salir con ella — comienza mi padre. —Nos agradó al instante, además de ser el primer chico que le gustaba a Mirian en años.

Me llevo una mano a la cara para tapar mi vergüenza, mis padres adoraron a Todd, lástima que no terminaron las cosas bien con él. Llevábamos unos siete meses saliendo cuando decidimos terminar, pero Blake, como buen hermano mayor, se encargó de que las cosas se pusieran feas. Tuvo una pelea con Todd. Este último lo único que supo decirme fue:
"Ya estas bastante grandecita como para que tu hermano se meta en tus asuntos."

Después tuve una discusión con Blake, que Kobe presenció y bueno, digamos que nuestra relación de hermanos está más que estropeada. Los únicos que sabemos esa parte somos Blake, Kobe, Aster y yo, mis padres creen que tuvimos diferencias después de terminar y por eso dejamos de hablar porque estoy segura de que de saber la verdad se pondrían a la defensiva con cualquier chico futuro que me invite a salir.

Cuando terminan de hablar de mi relación fallida, quito la mano de mi cara encontrándome con unos ojos verdes examinando detalladamente mis expresiones corporales.

—¿Se te perdió algo? — le pregunto directamente a Kale de manera brusca.

—Sí, mi mejor amiga.

Levanto una ceja.

—Qué mal — le regalo una sonrisa exagerada de boca cerrada y regreso la atención a mi plato.

La comida transcurre de forma tranquila, las preguntas de parte de los mayores no hacen más que salir de sus bocas una tras otra. Es como si se hubiesen dejado de ver por años. Tengo ganas de soltar un "Tranquilos familia" pero me contengo.

—Bro, cámbiame el lugar — Kobe se dirige a su gemelo.

—¿Para qué? — pregunta Kale.

—Quiero hablar con las chicas — dice obviando la razón.

—No — se niega su gemelo.

—Son mi hermana y mejor amiga, quítate.

—No me importa, tú te sentaste ahí — señala.

—Porque me ganaste ese lugar — la cara de Kale se tiñe rosa, gesticula varias veces, pero no logra decir nada.

—Ya niñas, las dos son bonitas — se entromete Blake. —Yo te cambio el lugar.

—No es lo mismo — se queja Kobe.

—Venga, K, deja de actuar como un niño malcriado y siéntate acá — le digo y como es costumbre, me hace caso.

Se sienta a mi lado y comenzamos a hablar. Le platico un poco de la fiesta de ayer y de los pocos días que llevo en la universidad, después se unieron a la plática las chicas y cada cuanto Kobe hacía comentarios en doble sentido para molestar a Aster, obteniendo miradas de reproche de parte de Lynn.

—Oye, J — Kobe llama mi atención por lo bajo.

—Oigo — le presto toda mi atención.

—Creo que mi copia está celoso.

Frunzo el ceño.

—¿Por qué lo dices? — pregunto, yo no he notado nada extraño.

—Porque me está viendo feo — hace un puchero. —Además somos gemelos, siento su enojo como si fuera una espinita en el estómago.

—Estás loco — me río.

—Es verdad, no soy el único. Oigan — se dirige a las chicas, —¿creen que Kale está celoso?

Aster se encoge de hombros, pero Lynn exclama:
—¡Pensé que solo yo había notado que quiere estrangularte! Solo que no sé si porque ahora ustedes son mejores amigos o porque piensa que tienen algo más —frunce el entrecejo como cada vez que está pensando.

Ambos empezamos a reír por la última hipotesis. Kobe y yo tenemos algo muy claro: nada de sentimientos entre nosotros.

—Somos como hermanos. ¡Qué asco! —decimos al unísono.

Siguen hablando de lo mismo haciendo bromas, pero mi vista se dirige a donde se encuentra Kale parado cerca de la parrilla con nuestros padres, nos está viendo con cara de poco amigos, ni siquiera se molesta en apartar la mirada cuando le veo hasta que su madre se dirige a él para pedirle algo.

Ámame otra vez ||Inseguridades 1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora