TÚ [Tonick] H.H. #1

34.

"Confío en que Lopez aprenderá mucho bajo su magistral talento, señorita Lewis" Torciendo en curva su tobillo de lado a lado en un intento por sanar el dolor que el cansancio otorga después de las lecciones de sus clases, Tony levantó la mirada para presenciar la sonrisa que su profesor de interpretaciones coreográficas le estaba consintiendo a la chica aludida "Lo dejo todo en sus manos por el día de hoy, espero poder ver buenos resultados para el día de mañana."

El color celeste de sus ojos apenas lograba divisarse cuando una fulgurante sonrisa de elogio jaló sus labios, asintiendo enfáticamente con una apariencia prometedora. Sus manos entrelazadas sobre la zona inferior de su delgada espalda le decían al pelinegro que la chica guardaba toda aquella inocencia con la cual lograba manipular a cualquier persona a su antojo.

En ese momento, se percató de que Charli nunca fue una inquietud de la cual preocuparse.

"No se preocupe, Mr. Kellan" Y ahí estaba su voz, cálida, encantadora, persuasora, halagüeña para los oídos del hombre. Pero manipuladora y malvada para el bailarín "Tony se convertirá en un hueso importante para el grupo, no lo decepcionare."

Aceptó con su cabeza "Esperare lo mejor."

Arrojándole un vistazo al rizado por última vez, con la desconfianza de suponer que el chico no le prestaría absoluta atención a las enseñanzas de la rubia cruzando entre sus achocolatados ojos, se ausentó de la cámara de estudios con la compañía de los estudiantes que restaban por abandonar la extenuante clase una vez terminada. El timbre de finalización se acampanó por los pasillos de la universidad hace varios minutos, avisando que los estudiantes debían regresar a sus respectivas habitaciones para descansar y recargar sus energías para el día siguiente. Tal vez el problema de sus insomnios no era por culpa de sus preocupaciones, se debía al horario que escogió para sus clases.

Quizás tenía que considerar seriamente ordenar su solicitud para recibir sus sooner lessons.

El sol cesando en el horizonte, provocó que todas las luces exteriores se apagaran automáticamente gracias al mecanismo piloto que el sistema de las instalaciones adquiría, hecho por la escasez del esmero de los trabajadores. Al menos ahora, ambos no debían preocuparse de que algún guardia de seguridad los atrapara ya que, con la palabra de la autoridad superior que gozaban los profesores del lugar, lograron convencer al personal más bajo de quedarse hasta una hora más adecuada.

En el momento que no tenía motivos para preocuparse, era donde más la angustia lo consumía. Sabía de sobra que Nick no se aparecería esa noche para acompañarlo a la fraternidad o escaparse con él hacia algunos puntos ciegos del radar de las cámaras de vigilancia, tal vez el castaño no volvería a aparecerse frente a su presencia después de las inteligentes sospechas que resultaron golpearlo en su contra.

Lo que más temió, se volvió realidad. Los errores del pasado regresaron para despedirse de él, causando los mayores estragos que se habían acumulado para darle el golpe final, como lo habían hecho en contra de su hermano. En comparación de lo ajeno, él no dejo embarazada a alguna de sus antiguas pretendientes pero eso no quitaba el hecho de que la carga del problema no fuera grande e importante.

Se maldecía internamente, él debió arreglar las cosas con su osito antes de asistir a clases y luego de eso, debió haberse percatado de que durante todo este tiempo fue Madison la caprichosa que lo incitó a ponerlo contra las cuerdas. Ella encendió las llamas y él fue el tonto que se arrojó a ellas. Debió haber roto ese lazo que hilaba con ella desde hace tiempo, incluso antes de intentar conseguir conquistar a Nick, debió disponerse y a serenarse a cambiar todo en su vida.

Ahora pagaba las consecuencias y tenía miedo de perderlo.

"¿Y bien? Los guardias están más centrados en vigilar la puerta de entrada, todas las luces están apagadas a salvo de esta habitación y tenemos mucho tiempo de sobra por delante" La rubia empezó, recogiendo su bolso deportivo para recuperar una botella de agua y llevarse un trago a sus pintados labios de un rosa cromado "¿Quieres practicar esas innecesarias lecciones de baile o quieres saltarte a nuestra propia lección de baile? Yo no tengo ningún tipo de inconveniente por inclinarme a la segunda opción."