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"¡Eres el peor amigo que he tenido que soportar!" La voz de Ryland atravesó el aire, flechando los oídos de Nick antes de que pudiera esquivar las palabras cocinadas de amargura.

Girándose sobre sus propios talones, el castaño observó en primera fila la manera precipitada en que los zapatos de su mejor amigo trotaban de lleno en su dirección como si estuviera escapando de una persecución policial. Los claros ojos negros los analizaron por un instante, llegando a la conclusión de que el chico no estaba necesitando de ayuda, antes de que su cuerpo reaccionara de un respingón y empezara a correr despavorido hacia el portón de rejas que conectaba el exterior con el interior del internado.

Luego de avanzar unos cuantos pasos, Ryland logró alcanzarlo, arrojándose sobre la espalda delgada mientras caía de bruces sobre el camino de grava con su compañía. El universitario menor debió haberse golpeado mentalmente por no recordar con antelación que hasta una hormiga podría tener más fuerza que él, ahora estaba lamentándose mientras se retorcía como un gusano bajo el peso del chico, sin un plan oportuno que fuera capaz de permitirle zafarse del agarre de su mejor amigo.

¡Maldición! Y es que debió haberlo pensado con determinación para ahorrarse el hecho de que su nueva camisa de cuadros abotonada se enmugrecería con el chapoteo del polvo contaminado que brotaba del suelo plomo. Reprimió un gemido de dolor al sentir los huesos de su espalda lloriquear debido al aplastante grillete pero lo que realmente hizo inundar sus ojos de rebeldes lágrimas fue cuando el más alto apresó sus extremidades en un astuto movimiento de batalla que ocasionó que sus brazos se torcieran de la desgarradora sensación cuando fueron adjuntados sobre la zona baja de su espalda.

Una eficiente llave mortal que debilitó todos sus sentidos físicos.

Jalando sus brazos con más fuerza de lo que podía, Ryland presionó una mano en la zona superior de la espalda de Nick para que este se contorsionara por la tortura.

"¡Me estás haciendo daño, subnormal!" Se quejó, tratando de hacerle entender que realmente necesitaba liberarse si no quería despedirse de la vitalidad de sus huesos. Atrapó su labio inferior con sus dientes para tolerar la agonía en sus músculos "¡Suéltame ya, psicópata, siento que me voy a desmayar!"

"¡Cierra la boca, maldito exagerado!" Frunciendo el ceño aunque el chico no pudiese verlo, el verdugo abrió la mochila de su víctima y revolvió una de sus manos entre las tantas cosas que se encontraban guardadas allí para luego recuperar un cuaderno con anchura, el cual el castaño utilizaba frecuentemente para practicar sus líneas antes del ensayo de cualquiera de sus obras "Sabes la razón por la que estoy enojado contigo, ¿verdad?"

"¡Agh, no sé de qué rayos me estás hablando! ¡Ouch, ouch!" Chilló por la presión que estaban otorgándole a sus brazos, colocando una expresión exhausta "Tengo que reunirme con Avani para que me ayude con mis guiones, necesito estar preparado para mis clases del día lunes" No logró hacerlo ceder "¡Ryland, basta!"

"Es por eso que cargas esta libreta" Puso el encuadernado azul a la vista del castaño más joven, contrayéndole una expresión horrorizada "Son más importantes tus estúpidas lecciones que ocultarle un suceso importante a tu mejor amigo."

"Ni se te ocurra hacer una estupidez con eso, Ryland" Nick advirtió con firmeza desde el suelo "Devuélvemelo, enserio, no puedo perderlo" Forcejeó "Es de suma importancia para mí."

"¡Vete a la mierda, imbécil!" El nombrado siseó antes de abrir la primera hoja de sus líneas, comenzando a desligar lentamente sus pequeños huecos archivados de los gruesos anillos que los sujetaban, produciendo un sonido resquebrajado que hizo gritar a su conejito del miedo "Esto es por hacerme gastar el aliento en darte consejos que al parecer no quisiste escuchar."

TÚ [Tonick] H.H. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora