La estación de autobús comenzó a llenarse mientras las personas bajaban o subían a sus respectivos autobuses. Anh caminó nerviosa hacia las entradas, donde bastante gente comenzaba a bajar y empujarla levemente.
Alzó su cabeza por encima de los hombros de las personas. Era pequeña y no podía ver más allá de espaldas y hombros.
—¡Anh! —gritaron detrás de ella. Volteó rápidamente al reconocer la voz de su novio. Ahí estaba, parado a unos metros de ella, con su hermosa sonrisa y un peluche a su lado. Corrió sin importarle las quejas o las miradas curiosas y se lanzó a su novio que la atrapó con dificultad.
—¡Al fin! —exclamó ella abrazándolo y besando todo su rostro con ternura. Jaemin sonrió y se dejó hacer.
Había extrañado demasiado a su novia.
—Yo también te extrañé —dijo él, besando los labios de la chica que rió en medio del beso.
—Woah, pintaste tu cabello, te ves muy guapo —Anh acarició el cabello de su novio. Éste había dejado de ser color chocolate a un gris platinado.
—Lo sé —arrugó su nariz. Anh le dio un pequeño golpe en el hombro. Su mirada se deslizó fuera de su novio para caer pesada en el chico detrás de ella.
—Hola, Anh. Espero que no sea un inconveniente que venga con Nana— el chico hizo un eyesmile junto a una angelical sonrisa.
La piel de Anh se erizó en anticipación.
No, no quería a Jeno aquí, menos tan cerca de ellos.
Sería mala idea.