Flor de nube.

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❝ A veces lo mejor llega de forma inesperada. ❞

YUKI SORA

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YUKI SORA. Primogénita del Clan Yuki perteneciente a Konohagakure. No era un Clan tan ancestral como los Hyuga ni tan poderoso como los Uchiha pero aún así, tenían un lugar importante en la aldea debido a su Kekkei Genkai de hielo y su tan tranquila actitud.

Sora era un año menor que la generación de los doce de Konoha, recordaba haberse sentido sumamente orgullosa por haber tenido la oportunidad de pelear en la Tercera División con Hatake Kakashi ahora el Rokudaime como líder en la Guerra. Al igual que todos había perdido seres queridos en medio de ella, pero ahora que la paz predominaba se daba cuenta de que cada sacrificio había válido la pena.

Esa tarde en especial, la pertenenciente al Clan Yuki no emitía a tranquilidad que caracterizaba al Clan de la Nieve. Yuki Hoshi es decir, su madre, podía exasperarla con facilidad cuando se trataba de asuntos del Clan envueltos con detalles amorosos.

Su padre era fuerte como un roble, Sora sabía que éste bien podía durar décadas más a cargo del Clan, o simplemente esperar cuatro años más hasta que su hermano Kuro cumpliera diecinueve para así decidir quién era el más apto.

Si bien ella valoraba inmensamente el ser parte de una generación que vivió tantos conflictos, pues la experiencia adquirida era invaluable. Se lamentaba no haber vivido las experiencias de una adolescente normal, así tal vez sabría lidiar con aquel vacío que sentía en su corazón y en vez de estas haber vivido otras como presenciar perdidas humanas.

Ella era una kunoichi después de todo, tal vez por eso la insistencia de su madre le exasperaba. La matriarca quería tratarla como si no hubiese experimentado una Guerra a la edad en la que se suponía las niñas se preocupaban por su imagen, las espinillas o conseguir la atención del más guapo. Ella no pudo permitirse esas distracciones pero ahora que todo era paz, una parte de ella deseaba vivir aquella vida tranquila que había imaginado de pequeña.

No era la kunoichi más fuerte ni la más reconocida pero a nivel personal se sentía bastante realizada, su Clan era uno tranquilo sin problemas internos así que asumir o rechazar el liderazgo no supondría problema: si lo rechazaba se uniría al concejo para guiar a su hermano, si lo asumía daría lo mejor de sí. Aún así, no lograba sentirse completa.

Tal vez era el ver como el amor flotaba en el aire... Tal vez debería darle una oportunidad al amor como su madre insistía, tal vez...

Apretando aún más a su pecho el ramo de flor de nube por aquellos pensamientos, permitió que sus pisadas en el césped del cementerio fueran nada agraciadas denotando su frustración y que su aura fuese depresiva. Al llegar a la tumba que buscaba se arrodilló sonriendo de manera tenue al ver unas cuantas flores silvestres decorando su superficie, de seguro las niñas de la academia lo habían hecho. Limpió con sus manos el poco de tierra que tenía, permitiéndose leer el:

𝒀𝑼𝑲𝑰 - 𝑵𝒂𝒓𝒂 𝑺𝒉𝒊𝒌𝒂𝒎𝒂𝒓𝒖. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora