Cap 7

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- Bueno, yo creo que ya es hora de que nos vayamos Susan. Es muy tarde y los niños tienen que dormir - Dijo Von Doom llegando a la sala.

- Oh vaya, es una pena- Se lamentó ella- Vendré a verlos de nuevo ¿ok? Quiero que sigan siendo tan buenos como hasta ahora- Ella se paró para irse pero su mano entrelazada con la de Tony la detuvo- Oh, querido primo. También vendré a verte a ti- Dejó un beso en su mejilla que sonrojó a Tony- ¿Y dónde está Steve? No lo he sentido con nosotros, quiero despedirme de él- Víctor la detuvo.

- Él se sentía indispuesto, está en su despacho descansando un poco me dijo que no desea ser molestado.

- Ah, Tony entonces despídelo de mí. ¡Adiós niños!

- ¡Adiós tía Susan!

Una vez idos la pareja de casados, Tony se puso de pie- Bueno, ustedes también a dormir. Mañana hay escuela. Jarvis por favor acompaña a los niños a sus habitaciones, yo iré con Steve- El mayordomo asintió.

- Buenas noches, papá- María se despidió con un beso.

- Descansa papá- Dijeron los gemelos.

- Descansen niños.

Tony caminó a el despacho de Steve, abrió la puerta encontrándolo tumbado sobre el escritorio, con sólo una chaqueta encima de su cadera que tapaba sus partes mas íntimas, jadeando y con la mirada perdida.

Cerró la puerta tras él.

- Largo, no quiero ver a nadie- Soltó en un hilo de voz como un animal herido.

Aún así se acercó evitando pisar el reguero de ropa en el suelo.

- Venía a decirle que ya me iba.

- No era necesario.

- Pues ahora creo que si- Pudo notar la mirada triste del doncel, él suspiró y se dispuso a recoger en sus brazos la ropa tirada. Después aprovechó una jarra de agua que había por allí. Steve levantó la cabeza cuando Tony abrió sus piernas.

- ¿Acaso vino a abusar de mí?

Él no le dijo nada, sólo rebuscó en su propio bolsillo trasero y sacó un pañuelo blanco para humedecerlo y comenzar a limpiar los restos de semen y sangre. Steve intentó cerrar las piernas al contacto pero no le fue permitido, al final se dejó hacer.

- Por favor, no se mueva- Dijo al salir fuera un momento.

Al cabo de unos segundos volvió con ropa pulcramente doblada en sus manos, facilitado por Jarvis.

Notaba el gesto serio en la cara de Tony, mientras le colocaba su ropa interior sin burla o perversión sólo silencioso y amable.

- ¿Podría sentarse?

Obedeció naturalmente, estaba siendo tratado como un niño pequeño mientras Tony lo vestía.

- Bueno. Ya está, ahora subiremos a su habitación - Tony tomó su brazo para pasarlo sobre sus hombros y empujarlo para que se levantara.

Después de un largo camino desde el despacho subiendo las escaleras hasta su cuarto, por fin pudo dejarlo acostado en la cama.

Steve se quedó abrazando la almohada, dando la espalda a Tony y sin decir nada más.

- ¿Se va, señor?- Preguntó Jarvis a Tony a punto de pasar la puerta.

- Sí, creo que mi trabajo ya terminó. Bueno Jar , que tengas linda noche.

- Buenas noches para usted también, señor.

El SinvergüenzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora