Cap 45

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— Aquí comando de ositos, todo listo— Informaron los gemelos— Mamá oso está entrando a la cueva.

La marcha nupcial había comenzado una vez que Steve entró por el corredor de alfombra roja, de la mano de su padre.

Sí, había sido difícil convencer a Joseph Rogers de asistir a su boda después de todo lo que le dijo pero gracias a su mamá quien fue la mediadora principal, todos se perdonaron y sanaron las viejas heridas.

Tony esperaba nervioso en el altar, su futuro esposo se veía tan hermoso.

De padrinos tenían a Jarvis y como madrina a Natasha, quien no tuvo para nada que ver con amenazas de muerte que llegaban dirigidas a Tony si ponía a alguien mas.

Una vez Steve llegado al lado de su prometido, comenzó— Estamos aquí reunidos, para celebrar el matrimonio de dos personas que se encontraron en circunstancias de la vida y que jamás pensaron que llegarían aquí...

Un sermón mas tarde...

— Steve Grant Rogers, ¿aceptas a Anthony Edward Stark como tu esposo?

El doncel sonrió, mirando a los ojos de su ya casi esposo— Acepto.

— Y tú, Anthony Edward Stark, ¿Acep...

— Acepto— Cortó, emocionado y muy feliz.

— Entonces, puede besar al novio— Por fin pudieron unir sus labios, en un casto beso que enterneció a todos.

Cuando se separaron, Steve aprovechó para susurrar algo al oído de Tony, los demás intentaban escuchar pero nada. De pronto, Tony terminó desmayado, rodando por las escaleras que daban al altar.

Pepper tuvo que salvarlo otra vez— ¡Médico! ¡Bruceeee!

...

— Esto de boda ya pasó a velorio, mujer— Dijo un extrañado Joseph a su esposa al ver a su yerno desplomarse, ella le pegó en el brazo— ¿Qué? si es verdad.

— ¿Qué le habrá pasado a papá?— Preguntaba Johnny confundido, viendo como se llevaban al pobre recién casado en una camilla.

— Ni idea.

...

— Amor, ya despertaste— dijo un aliviado Steve, cuando abrió los ojos Tony sonrió.

— No me lo vas a creer, Steve. Soñé que nos estábamos casando y que de pronto me decías que estabas esperando a mi bebé— Dijo entre risas débiles.

El doncel se rascó la nuca nervioso— Si... Cómo te lo digo. Amor, estoy preñado de verdad y lo que dices acaba de suceder realmente— Explicó, esperando que su esposo recibiera bien la noticia.

Tony volvió a soltar una risa débil— Jeje, que buena noticia, a- mor...

Y volvió a desmayarse.

...

Diez meses después.

Tony había cumplido su promesa, a unos días de casados compró una enorme casa para sus hijos y esposo. Claro que, ahora faltaba un integrante.

Johnny se había ido a vivir con Reed a unas semanas de enterarse de su embarazo, y ya había dado a luz a un lindo y sano niño llamado Harley.

Un mes después, nació el pequeño Peter a quien ahora miraba dormir en su corral un cansado Tony.

— ¿Ya se durmió? — Llegó preguntando un reluciente y fresco Steve, Tony lo miró con envidia— ¿Qué?

— ¿Por qué no te ves como yo? Ojeroso, con el cabello hecho un desastre, la ropa sucia y con una horrible frustración sexual...

El SinvergüenzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora