Cap 9

714 112 10
                                    

— Bueno señores, les acabo de ganar la sexta ronda así que hasta aquí llegué yo— Decía Tony recogiendo toda la ganancia de jugar a las cartas apostando.

Sus compañeros de juego se estaban quejando a voces, pidiendo la revancha.

— Ya hombres, no sean llorones. La semana que viene les doy la revancha para que vuelvan a perder.

Tony salía de la cantina fumando un puro, muy feliz con los bolsillos llenos, hasta que vio a una muchacha muy parecida a su supuesta hija en la parte de enfrente en lo que parecía ser un estacionamiento, siendo manoseada por un muchacho.

...

— Jack, no estoy segura por favor detente— pedía María a su novio que estaba desabotonado su camisa, ella lo empujó— ¡Te dije que pares!

— Joder, Mary. Es sólo sexo y ya, no te va a pasar nada— El sujeto insistió tomando fuertemente sus muñecas, María seguía quejándose.

— Ella te dijo que no— De pronto lo sacaron del auto y un fuerte puñetazo lo estampó en el piso. Ella aprovechó para salir del auto.

— ¡Papá!— Se colocó tras él.

— Mas te vale que no la busques, que no la llames porque si lo haces te voy a arrancar lo que te hace hombre, desgraciado— Dijo para tomarla de la mano y llevársela.

...

— ¿Estás bien? Sé que no debí meterme y- Ella le dio un sonoro beso en la mejilla.

— Tenías qué, eres mi papá. Muchas gracias, además fue mi culpa. Pops me advirtió varias veces sobre los muchachos pero yo no he querido escuchar— Tony la tomó del mentón.

— No es tu culpa. No todos los chicos son buenos, y tampoco todos malos. Sé que algún día vas a encontrar uno que te trate como lo mereces, como una reina— Después de decirlo, besó su frente.

— Papá...

— ¿Hmm?

— ¿No vas a decirle a Pops, verdad?

— Claro que no, este es un secreto entre los dos. Ahora señorita, ¿permite que la lleve a su casa?

— Claro que sí, caballero.

...

Steve casi se desmaya al ver entrar detrás de María a Tony a la casa.

Al parecer ella venía muy contenta.

— ¡Mira lo que encontré de camino!

— Hola... — Saludó tímidamente.

— ¿Papá se puede quedar a cenar, verdad pops?— pidió con esos ojos de cachorrito que le hacía imposible decir no.

— Sí...

— ¡Bien! Jarvis, ¿me ayudas? Esta noche, cocinaré yo— María desaparece junto con Jarvis yendo a la cocina, dejando a esos dos en la sala con un silencio incómodo.

— No es necesario, yo ya me iba—Tony ya se estaba acercando a la puerta, Steve lo detuvo.

— Quédese por favor. Venga conmigo.

...

— Mis padres quieren venir a pasar navidad con nosotros, quieren conocer a los niños y a usted— Expresó un apenado Steve que ni siquiera lo miraba a los ojos.

— No.

— ¿Ah? ¿Por qué?

— No quiero engañar a nadie mas, los niños no se lo merecen.

Steve tomó su mano— Por favor, yo necesito que haga esto. No puede dejarme así — Tony le sostuvo la mirada, se veía desesperado— Por favor...

El SinvergüenzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora