Cap 12

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— ¡Papá, mamá!— Exclamaba un emocionado Steve de volver a ver a sus progenitores.

— ¡Hijo mío! Estás tan grande y guapo— Decía su querida madre, abrazándolo y palpando de una vez los músculos enormes de su hijo— A veces me cuestiono si realmente eres un doncel.

Steve se sonrojó ante eso— ¡Mamá!— llamó con el calor en sus mejillas, su vista de pronto se fue hacia su padre que venía cargado— Papá, déjame ayudar— Fue hasta él y tomó como si nada los grandes bolsos que traían— Vamos a casa.

...

— Él es Jarvis, es mas que un mayordomo ha sido como otro padre— Presentó.

Jarvis hizo una respetuosa inclinación — Un placer, señores.

— Un gusto, gracias por cuidar de nuestro hijo— Dijo Sarah, la madre de Steve. Sonriendo cariñosa.

— ¿Y los niños?— Preguntó Joseph, su padre.

— Vengan.

Los niños estaban en la sala, parados uno al lado del otro.

— Sarah, ¿en qué momento pariste gemelos y yo no me enteré?— Cuestionó un confundido Joseph que observaba a Johnny, Sarah también puso su atención sobre él y se tapó la boca sorprendida.

— Dios, es idéntico a Steven.

Bromearon un momento sobre el parecido entre padre e hijo, después todos se presentaron. Los muchachos entraron rápidamente en confianza con sus abuelos, eran dos personas muy agradables. Y en un rincón alejado, estaba Tony sentado sobre un sillón  observando todo hasta que la vista de Steve se posó sobre él y habló:

— Papá, mamá, él es Anthony. Mi marido.

El nombrado, ante la atención de todos sobre él se excusó tapándose con una ramita que había cerca como si fuera a desaparecer.

El padre de Steve se acercó a él, a pasos agigantados, y lo levantó del hombro — Así que este es el desgraciado que se robó a mi hijo— Rápidamente su esposa se interpuso.

— Joseph, te dije que fueras prudente.

— No te metas Sarah, esto es entre él y yo. Tienes suerte de que ya pasó mucho tiempo porqué si no, te arrancaba lo que te hace hombre y me quedaba sin nietos— Había dicho cada palabra mientras sacudía a Tony como un títere, el pobre ya estaba empezando a marearse

— ¡BUENO YA!— Gritó, zafándose del agarre de su suegro. Plantándose firme frente a él— Mire usted, ferrocarril parado— hizo referencia a su enorme estatura igual a la de Steve— Lo de su hijo y yo fue amor a primera vista le guste o no— Su suegro lo jaló amenazante, del cuello de la camisa, Tony se puso mas nervioso y le acarició el pecho, temeroso. Rogando a Dios que no lo fuera a linchar — ¿Qué acaso cuando usted conoció a esta linda mujer -Señaló a Sarah- no fue amor a primera vista?

Joseph rió irónico— Amor a primera vista... No me hagas reír, esas son- La mirada inquisitiva de su mujer lo cortó.

— ¿Fue o no fue, Joseph Rogers? — Intervino Sarah, con un aura no muy amable que la rodeaba.

Su marido pareció apaciguarse, no quería hacer enojar a su mujer. Así que bajó a Tony y le sonrió — ¡A mis brazos yerno! Venga para acá— Envolvió a Tony en su descomunal cuerpo con un cálido abrazo.

La tarde transcurrió con la familia conociéndose, contando algunos chistes de doble sentido que los niños entendían a la perfección pero preferían hacerse los inocentes.

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