Cap 10

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Después de cenar, aun faltaba un miembro de la familia. Steve caminaba de un lado a otro, angustiado.

— ¿Y si le pasó algo? No podría perdonarme que algo le sucediera a Johnny.

De pronto tocan a la puerta, detrás: un ebrio Johnny llegaba tambaleándose.

— ¿Dónde estabas? ¡Mira cómo estás!

— Ya, ya. Estoy bien... ¡hip! Vo-y a subir— Apenas dio un paso, se tropezó con sus propios pies y cayó al suelo— Ah, buenas noches pops... ¡hip!— Steve se dispuso a levantarlo pero Tony lo detuvo.

— Tranquilo, yo lo hago.

...

Después de subirlo a su cuarto y darle un baño con agua helada, Johnny pareció volver en sí.

— ¿Vas a golpearme, verdad? Y también vas a insultarme por lo mal hijo que soy— Decía sentado en la cama, ya vestido. Mirando con cautela a Tony que llegó a sentarse con él y le palmeó la pierna.

— ¿Por qué iba a golpearte? Un error lo comete cualquiera, hasta yo. Cuando era mas joven también llegaba en tu estado o peor a mi casa, a veces pasaba la noche en la cárcel inconsciente sobre un charco de mi propia sangre.

— ¿Y qué hiciste para curarte?

— Pues voy a hacer contigo lo mismo que hizo mi papá. Con ayuda y el apoyo de los que creyeron en mí hasta el último minuto pude dejar ese horrible vicio, ya vas a ver que te voy a llevar a un lugar donde van a echarnos una mano. Hasta entonces quiero que duermas y descanses bien para que vayamos juntos— Tony se paró de la cama para irse a la habitación que habían preparado para él.

— Papá...

— ¿Dime?

— Gracias, estoy feliz de que regresaste. Te quiero.

Él le sonrió — Descansa.

El SinvergüenzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora