El Sinvergüenza

Cap 18

Todos estaban reunidos en la enorme piscina, en la que habían otras personas también jugando y enseñando a nadar a sus hijos. Tony estaba bebiendo tranquilamente una copa de champagne en una de las mesas con sombrilla, todo muy natural hasta que escupió el líquido al ver a Steve salir del agua.

Su cuerpo era enorme pero eso no era un impedimento para verse extremadamente sensual. Llevaba puesta una playera blanca y unos shorts hasta la mitad del muslo, joder, estaba captando todas las miradas. Miraba su sexy trasero, ese trasero tan gordo y caliente. Y cuando se volteó también notó que la playera transparentaba, haciendo notar el rosa de sus pezones ahora duros por el frío. Tony se atragantó con su propia saliva provocando un ataque de tos.

Y ya pasado, se dio cuenta de las miradas hambrientas de otros, por lo que decidió acercarse a Steve para advertirle. Para un doncel mostrar el pecho era igual que una chica lo hiciera, por lo que debían permanecer cubiertos.

— Vaya, vaya. Que linda playera, pero pésima opción para una piscina.

Steve lo miró confundido y luego frunció el ceño.

— ¿Qué? ¿Me está juzgando?

Tony se puso una mano en el pecho— ¿Yo? No. Pero ellos sí- Señaló las miradas poco discretas hacía él- Fue una mala elección el blanco, que-ri-do—  Steve miró hacia abajo y todos los colores se le subieron a la cara.

— ¡Mi pecho! — Se tapó rápidamente con la pequeña toalla. Al instante también notó la risa burlona de su "esposo"— ¿De qué se ríe, bruto?

— ¡Oiga! Más respeto, edificio andante.

Steve sonrió con malicia — Yo no tengo la culpa de que usted sea una cucaracha recortada.

Tony jadeó — ¡Ah! ¿Cómo se atreve a-

— ¡Papi!— Llamó Tobey, uno de los gemelos. Tiraba del short de Tony.

— ¿Si, mi vida?

— Métete al agua conmigo, quiero jugar a la pelota. Andrew no quiere y Johnny está cansado.

Tony le sonrió y lo tomó de su pequeña mano, claro que antes de irse le dio una advertida mirada a Steve, una de esas "hablamos más tarde"

Steve también se quedó boquiabierto cuando Tony se quitó la camisa antes de saltar al agua — Presumido — Murmuró. Se sentó por ahí a vigilar por si los niños o sus padres necesitaban algo.

...

Johnny estaba saliendo de la piscina, después de jugar por mucho rato con sus hermanos. Iría con su pops, mientras se dirigía a donde estaba no notó un charco y su sandalias lo hicieron resbalar, cerró los ojos como un reflejo y esperó el inminente golpe. Pero nada, no pasó nada.

— Ufff, estuviste a punto de fracturar tu coxis— Escuchó una profunda voz muy cerca de su oído. Alguien lo sostenía de los brazos.

— Gra-gracias- Cuando por fin pudo verlo, se quedó pasmado. Un hombre de cabello negro, ojos castaños  tez blanca pero levemente tostada por el sol y alto le sonreía.

— ¿Estás bien? ¿No te hiciste daño verdad?— Preguntaba sinceramente preocupado.

— Y-yo... Sí... Estoy bien, llegaste antes de que pudiera romperme algo— Se le escapó una risa nerviosa— Estuve a punto de arruinar las vacaciones de mi familia.

— Oh, ¿estás con tu familia?- Johnny asintió- Eso es grandioso. Mientras tanto yo viajo solo, que envidia- Johnny se mordió el labio, intentaba ocultar su vergüenza.

Johnny estaba golpeándose mentalmente por lo que quería decir, es que ese hombre era tan guapo— Si-si no quieres... Estar solo... Y-yo puedo acompañarte por un momento— Propuso, con su evidente tartamudez.

El hombre sonrió — ¿De verdad? ¿No se preocupará tu familia por ti? ¿Y qué tal si soy un psicópata fingiendo ser amable?- Johnny sonrió.

— No soy tan tonto. No iremos a un lugar solitario, nos quedaremos aquí si te gusta la idea.

— Ah, un chico sensato. Me agradas. ¿qué tal beber un batido de plátano?— Él asintió. Ambos fueron a sentarse a la barra para ordenar lo dicho, y conversar un poco. Rodeados de la multitud de personas que habían por ahí y a una distancia cercana a su pops.

...
¿Quién será?

¡Holi! ¿Disfrutaron el capítulo?

Me ha dado mucha curiosidad algo... ¿Podrían comentar de qué país leen este pequeño fanfic?

Yo soy de Venezuela.