El camino elegido. Fire Emblem 3 Houses

Entrenamiento poderoso

Claude y Byleth se sientan junto a los demás Ciervos Dorados.

Hilda: Bueno, ¿qué tal?

Byleth: De lo más entretenido para ser sinceros.

Claude: Hoy vendrán 4 nuevas personas a entrenar seguramente, es posible que no vengan, pero mejor avisar por si vienen.

Marianne: ¿M-Más gente?

Raphael: Mientras les guste luchar y comer, por mí encantado.

Byleth: También es posible que se unan a la clase.

Ignatz: Debería pintar un cuadro para la bienvenida.

Hilda: Yo hoy ya hice bastante como para entrenar...

Leonie: ¿Y qué hiciste?

Hilda: Ayudé a Claude hoy y además participé algo en la investigación.

Byleth: Puede venir quien quiera, no tenéis porqué estar con desconocidos.

Hilda: Vale. Oye, aunque no vaya, lo otro sigue en pie -le guiña un ojo-.

Byleth: V-Vale...

Silencio.

Claude: ¿Alguien me confirma que va a venir a entrenar?

Leonie: ¡Yo!

Lorenz: Ignatz y yo también iremos.

Ignatz: ¡Sí!

Raphael: ¡Me apunto!

Lysithea: Lo mismo digo.

Marianne: Yo creo que también iré...

Claude: Todos menos Hilda... Bueno apenas se notará.

Hilda: ¡Hey!

Terminan de comer y cada uno se va por su lado un rato antes de ir al entrenamiento.

(?): Eh, acércate a la sombra.

Byleth: ¿Yo?

(?): Sí, acércate. Estoy al lado del agujero.

Byleth: Ah, Yuri, ¿qué te trae por aquí?

Yuri: Estoy mirando si la zona está desierta para que podamos pasar sin ningún problema.

Byleth: Ah bueno vale, pues hasta luego.

Yuri: Dime, ¿los otros estudiantes son amistosos?

Byleth: Joba si lo son, los más amistosos de Garregh Mach son los míos.

Yuri: Ya veo... Bueno, espero que nadie nos pregunte, al menos a mí, sobre nuestras cosas.

Constance: A mí me encanta hablar.

Byleth: Hola Constance.

Constance: Hola maestro.

Hapi: A mí me gusta hablar también.

Balthus: ¡Yo digo lo mismo que ellas!

Byleth: Jaja, ¿estáis todos?

Yuri: Sí...

Byleth: Bueno, si queréis vamos yendo a la plaza y me enseñáis más de vuestro estilo de lucha.

Yuri: Lo agradezco, pero de momento no, lo mejor es que nos ocultemos hasta que aparezca esa pequeñaja, no vaya a ser que nos pillen y nos culpen.