Los Ciervos Dorados

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Cada vez se acercaba más el día de la ceremonia, y Byleth y sus alumnos (las Águilas Negras quiero decir) se preparaban para el día esperado. A falta de unas horas para que la misión comience, Byleth decide conocer mejor a los Ciervos Dorados para pasar a ser su profesor el mes que viene de la manera más óptima posible, conociéndolos.

Byleth: ¡Hey Lorenz!

Lorenz: ¿Sucede algo maestro?

Byleth: Nada en particular, quería ver cómo estabas.

Lorenz: Ah, pues estoy bastante bien la verdad. Acabo de charlar con la hija de un noble sobre, como lo diría yo... Cosas de nobles.

Byleth: ¿Buscando la candidata a ser tu esposa, pillabán?

Lorenz: Je, digamos que quiero que la casa Gloucester esté por todo lo alto.

Byleth: ¿Sólo lo haces por el poderío?

Lorenz: No, también busco para tener pareja evidentemente. La verdad es que envidio un poco a Sylvain, siempre tan atento y natural con ellas...

Byleth: No es natural, es un poco idiota, eso es lo que es.

Lorenz: Razón no te falta maestro.

Byleth: ¿Y qué me dices de Leonie? No es noble, pero como viste en tu cumpleaños fue a la torre de la Diosa para estar contigo.

Lorenz: Eso es un secreto, te agradecería que no lo contases a la ligera.

Byleth: Vamos Lorenz, no tiene que ser noble tu candidata.

Lorenz: ¿De veras quieres que me ponga a tirar información que tengo sobre ti?

Byleth: Adelante.

Lorenz: Ese día mientras yo estaba con Leonie, tú estabas con Ingrid, que por si fuera poco, al final de la conversación le dijiste unas palabritas, ¿no?

Byleth: Em, no.

Lorenz: ¿Te suena el polvo de pegaso?

Byleth: (...)

Lorenz: El otro día, cuando todos querían saberlo me hice el tonto para no contarlo. La torre es muy pequeña profesor, se puede oír perfectamente a todo el mundo de ahí. Además, Ingrid no es la única, sino que Lysithea...

Byleth: Vale, vale, para ya. Te dejaré de vacilar...

Lorenz: Espléndido. Esto es secreto entre nosotros, y ahora si me disculpas me voy, tengo que atender cierto asunto.

Byleth y Lorenz se despiden, y Byleth pone rumbo hacia las caballerizas, donde se encuentra Marianne.

Byleth: Hola Marianne, ¿qué haces?

Marianne: Ah, hola profesor. Estaba cuidando de los caballos...

Byleth: Es verdad que te gustan mucho los caballos... ¿Tienes alguna conexión con ellos?

Marianne: Pu... Puedo hablar con los animales. Dorte me pidió un cepillado...

Byleth: Ya veo...

Marianne: (...)

Byleth: (...)

Silencio incómodo.

Byleth: ¿No te gusta hablar con los de tu especie?

Marianne: No es eso... Nunca sé que decir, no se me da bien hablar con otras personas...

El camino elegido. Fire Emblem 3 HousesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora