Edelgard

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Alois y Jeralt se encontraban matando montones de bandidos, Dimitri y Claude fueron por el bosque asesinando a todo enemigo posible. Mientras, nuetro protagonista, Byleth, era acompañado por la guerrera Edelgard en su camino de búsqueda de bandidos.

Edelgard: Así que hijo del capitán Jeralt, ¿cómo se siente al tener al capitán de padre?

Byleth: Pues la verdad es que es arrogante, y cuando entrenamos, siempre me incentiva.

Edelgard: Es la mejor manera de entrenar, así siempre estarás mejorando.

Byleth: Eso es cierto, pero no me gusta esa manera de entrenar, no me motiva mucho...

Edelgard: No te quejes tanto, muchos querrían tener una relación cercana con Jeralt, pero no pueden.

Byleth: Con lo frío que es, sería imposible relacionarse con él.

Edelgard: No lo digo por eso, Jeralt abandonó el monasterio cuando naciste.

Byleth: ¿Y eso por qué?

Edelgard: No lo sé, a lo mejor es porque tuvo miedo de Rhea al saber que tu madre murió...

Byleth: (...)

Edelgard: ¡Oh! Lo siento muchísimo Byleth. No pensé en que te molestaría...

Byleth: No pasa nada..., no tengo ni idea de que ocurrió así que me alegra saber algo.

Edelgard: Bueno, ya hablaremos de este tema luego, no quiero bajarte la moral antes de que acabe la misión.

Byleth: Sí, por favor, no quiero deprimirme

De repente aparece un bandido de la nada y Byleth lo mata rápidamente.

Edelgard: Eres muy habilidoso con la espada como tu padre.

Byleth: Es lo que tiene entrenar con Jeralt, ya lo sabes.

Edelgard: Sí, supongo.

Byleth y Edelgard siguen hablando y caminando un buen rato hasta que en un momento dado...

Kostas: Al fin os encuentro, parejita.

Edelgard: ¿Kostas?

Kostas: El mismo. He logrado escapar del campo de batalla donde se encontraban Jeralt y Alois para poder venir aquí a mataros.

Edelgard: ¿Tú crees? Es el mejor momento de acabar contigo, Kostas, me da igual si es Jeralt, como si es el lelo de Alois, o si soy yo la que te mate, sólo sé que caerás.

Kostas: ¿Eso crees niñita? ¡Prepararos para morir por tu insolencia!

Edelgard: No creo que seremos nosotros los que caigamos en esta batalla.

Kostas: ¿Qué insinúas, pequeña?

Edelgard: Ya lo verás ahora, ¡desgracia humana!

Edelgard corre a intentar asestarle un corte con el hacha a Kostas, pero falla. Kostas aprovecha que Edelgard está indefensa y le da con su espada en la pierna. Esto hace que ella caiga al suelo y de la herida de su pierna no cese de manar sangre.

Kostas: ¡Di tus últimas palabras niña insolente!

Edelgard: (Intenta levantarse) No puedo... caer aquí... (cae al suelo) contra este indeseable...

Kostas: Jajajajaja, tu llanto es música para mis oídos.

Kostas estaba a punto de matar a Edelgard, pero Byleth, que se había mantenido a un lado en esta batalla, decide ir a atacar a Kostas. Decidido, va corriendo con su espada y se la clava a Kostas en el pecho, pero la armadura de éste detiene el ataque, Byleth intenta que la espada atraviese la armadura, pero sin éxito. Kostas ríe ante la insolencia de Byleth y le clava su espada en el pecho. Byleth cae al suelo.

Edelgard: ¡¡¡NOOOOO!!!

*En el subconsciente de Byleth*

Niña de pelo verde: ¡Tonto! ¿Tienes idea de lo que acabas de hacer?

Byleth:¿Morir?

Niña de pelo verde: ¡Exacto! Y por si fuera poco, tendré que hacer algo al respecto, ¿sabes en qué lío me has metido?

Byleth: No te he metido en ningún lío.

Niña de pelo verde: Anda que sí lo has hecho, ¿a quién se le ocurre intentar preforar una armadura con la punta de una espada?

Byleth se queda callado

Niña de pelo verde: Es igual, pfff, que irresponsable eres.

Byleth: ¡Oye, cállate! ¡No se ni quién eres y solamente te dedicas a criticarme!

Niña de pelo verde: ¿Qué no sabes quién soy yo? ¿Cómo te atreves? Llevo toda tu vida en tu cabeza, qué pasa, ¿es la primera vez que usas tu cabeza?

Byleth: Eso no resuelve mi duda.

Niña de pelo verde: Soy Sothis, también conocida como ''El origen'', una diosa.

Byleth: ¡Una diosa en mi cabeza!

Sothis: Sí, bueno tendré que retroceder en el tiempo y a partir de ahora, te vas a tener que acostumbrar a escucharme en tu subconsciente.

Byleth: ¿Se puede retroceder en el tiempo?

Sothis prefiere no responder por si Byleth se ofende más de lo que ya está.

*Fuera del subconsciente de Byleth*

Tras retroceder en el tiempo, Byleth se encuentra en la situación de antes, Kostas a punto de matar a Edelgard. Byleth decide hacer lo mismo que antes, pero esta vez, mientras Kostas ríe, quita la espada de la armadura y le corta la cabeza.

Edelgard: Vaya, eso estuvo realmente genial.

Byleth: Gracias, ¿pero puedes levantarte?

Edelgard: Todavía no tengo la fuerza suficiente en las piernas para caminar.

Byleth: Entonces te llevaré yo, no quiero dejarte aquí sola.

Edelgard: Gracias.

Byleth vuelve hacie donde estaban Alois y Jeralt cargando con Edelgard en sus brazos. Cuando llegaron, ya estaban todos esperándoles.

Claude: ¡Mirad a la parejita! ¿Qué tal Edelgard?

Edelgard: Estoy bien, solamente me han hecho una herida en la pierna.

Jeralt: No tiene buena pinta, será mejor que volvamos ya.

Alois: Ya habéis oído, hay que llevar a Edelgard al monasterio. Capitán Jeralt, ¿nos acompañará usted más su hijo?

Jeralt: Tenemos que entregar un paquete ya te dije...

Dimitri: Venga Jeralt, todos sabemos que es mentira, vayamos al monasterio.

Edelgard: Sí venga, acompañadnos por favor.

Claude: Tú lo que pasa es que ya tienes una parejita y por eso quieres que vengan, ¿verdad Edel?

Alois: Venga chicos, así solo les espantareis, bueno, ¿que decís? ¿Queréis venir?

Byleth: Hablo en nombre de los dos cuando digo que sí.

Jeralt: En el mío no.

Byleth: Vamos Jeralt, seguro que será genial.

Jeralt no tuvo otro remedio que aceptar, y se pusieron todos a caminar hacia el monasterio, excepto Edelgard que iba en los brazos de Byleth.

El camino elegido. Fire Emblem 3 HousesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora