Ayuda sagrada

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Ya había pasado un poco más de la mitad de la luna correspondiente y Byleth estaba pensando como sería enfrentarse a una de las 10 reliquias de los héroes, ¿sería tan peligroso como parecen decir Rhea y Seteth?

Habían acabado todos de comer y Byleth se dirigía al estanque para pescar un rato.

Alois: ¡Eh! ¡Profesor!

Byleth: ¡Hola Alois! ¿Vienes a pescar?

Alois: Afirmativo, veo que tú ya estás pescando... ¿Necesitas consejo?

Byleth: La última vez que estuve con mis estudiantes pescando no conseguí nada... Así que si tenéis tiempo...

Alois: ¡Por supuesto! Verás, lo primero es lo primero, poner una lombriz en el anzuelo.

Byleth: Hasta ahí llego, Alois.

Alois: ¡Ya veo! ¡Entonces deje que pesque yo también!

Alois coge una caña y se pone a pescar.

Alois: ¡Pececitos, está aquí el anzuelo!

Mucho más tarde...

Alois: No pica ninguno...

Byleth: ¿Será porque gritas demasiado?

Alois: Hm... Puede ser...

Byleth: Bueno, yo me voy, la verdad es que quería probar la pesca, pero no me gusta mucho...

Alois: Vale, ¡si necesitas algo estoy aquí!

Byleth se va del estanque y se marcha a la plaza de armas donde se dedica a entrenar en solitario.

Aparece Félix.

Félix: ¡Eh, tú!

Byleth: ¿Qué quieres?

Félix: Verás, tengo una misión muy importante hoy, y te aviso por si no me ves en el monasterio.

Byleth: ¿Quieres decir que morirás en la misión?

Félix: Je, no tengo intención de morir todavía, pero aún así, aviso por si acaso.

Byleth: ¿Tan peligrosa es?

Félix: No tanto como la de final de mes, pero mi padre me ha pedido que vaya hacia sus tierras a ayudarle a defender éstas, ese viejo es patético...

Byleth: No creo que sea buena idea que hables así de tu padre.

Félix: Cállate, no tienes ni idea.

Byleth: Bueno vale, en fin, buena suerte supongo.

Félix: ¿No te ofreces a venir?

Byleth: ¿Por qué debería?

Félix: Eres profesor por algo, ¿no?

Byleth: Es un asunto familiar tuyo, pero si requieres mi ayuda pídela.

Félix: Está bien... ¿Vienes conmigo a ayudarme?

Byleth: Sí.

Félix: Ah, y llévate esa espada especial que tienes, igual nos hace falta.

Byleth: Nah, llevaré mi espada de plata.

Félix: Ojo al profesor ricachón.

Byleth: No la compré, la conseguí en la última misión, se la quité a un bandido, pero es por una buena causa.

El camino elegido. Fire Emblem 3 HousesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora