Samanta:
Patrick me ha besado.
¿Y debió ser todo lo que esperaba, no?
¿Lo fue?
No vi estrellas como esperaba, aunque si sentí mi corazón latiendo a un ritmo diferente, no como cuando beso a...
¿Por qué pienso en Asher ahora?
—Te veo mañana.—Pronuncia Patrick.
Sonrojada asiento con la cabeza.—Gracias por el beso.
Joder.
—La cita.—Corrijo.—Gracias por la cita.
Patrick sonríe.
—La cita, la comida.—Intento corregirme fatalmente.—Gracias.
—Gracias a ti por el también.
Alzo las cejas.
—Y hablo del beso.
¿Es que jamás me dejare de sonrojar con él?
Asiento con la cabeza y vuelve a tomarme desprevenida al tomar mis labios de nuevo, mis ojos se abren de golpe y mis manos sujetan su pecho, le devuelvo el beso, del que al menos ya he tenido experiencia con Asher.
¿Por qué otra vez pienso en Asher?
Rompo el beso y me lamo los labios con disimulo.
—Buenas noches.
Lo estoy echando, sin embargo él se lo toma bien.
—Buenas noches, Samanta.
Ni bien pasan unos minutos después de que Patrick se marcha, golpean mi puerta y mis ojos se abren al ver a Asher.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Me muestra el móvil y lo mueve al lado de su rostro.
—No contestabas.
Le abro la puerta y el ingresa.
—Sí, tuve una cita con..
—Patrick..—Completa el por mí, yo cierro la puerta a mis espaldas.
Llega hasta Felix y lo toma en brazos.
—No me dijiste que tendrías una cita con él.
Alzo las cejas.—¿Debía qué?
—Claro, soy quien te está instruyendo.
Sonrio.—¿Ahora lo llamamos así?
—Lo llamaremos como quieras, Sammy.
Él se me queda viendo y me pongo nerviosa, paso saliva inquieta y lo observo, se ve fastidiado aunque no entiendo el porqué.
—¿Hace cuánto llegaste?.—La pregunta se ha escapado de mis labios.
Asher suspira y deja mi gato.—Lo suficiente para presenciar la parte final del espectacular.. digo, de la cita.
Alzo mis cejas.
—¿Nos viste?.—Pregunto sin evitar la sorpresa.
Asher relaja los hombros, aunque siga viéndose tenso.—No es como si no pudiera hacerlo ¿Verdad?
No sé qué decirle, además...
Ha sonado más a un reclamo.
—¿Te gustó?
Abro los ojos.
—Que te besara.—Añade.
¿Por qué necesito responder eso?
Asher no se detiene ahí.—¿Te gustó más que mis besos?
Me arrepiento, prefiero responder la anterior pregunta a esta.
—Tu silencio me dice que no.
—¿Tu ego necesita que responda esa pregunta?
El luce sorprendido y luego pasa a estar fastidiado.—No se trata de mi ego, Samanta.
Me cruzo de brazos.—¿Y de qué se trata?
Ahora es el quien no responde.
—Olvídalo.
Alzo las cejas, el se dirige a la puerta.
—¿Olvidar qué, Asher?.—Pregunto con necesidad de oír una respuesta clara.
Su mano se detiene en el pomo de la puerta.
—Cuando dije que me gustabas...
—Amigos.—Yo y mi boca.—Como amigos.
Él se voltea a verme con una sonrisa, aunque es más que eso, no es de la típicas sonrisas que me da, las que tienen rastro de perversión o a la hora de bromear.
El..
—No.
Hubiera deseado no detenerlo.
—De manera sexual.—Me corrige dejándome helada.
Abro los ojos.
—Me gustas, Samanta.—Pronuncia acelerando mi corazón.—Solo, me gustas.
Ahora si me esta dando una de sus típicas sonrisas.
—Me gustas como mujer, no como una amiga.
Santo dios...
Pero... ¿Qué esta pasando ? :o
Quiero decirles que aunque estos trabajos calientes no son prácticamente una saga, he decidido hacer cinco de ellas.
Por el momento tenemos tres publicadas y ya pueden encontrar la tercera en mi perfil, como "El sucio secreto de Darcy"
Nos leemos.
>>Yiemir.
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Rosas para una Mujer Desesperada
RomanceSamanta Smith tiene una vida peculiar, vive sola acompañada de su único gato Felix, quien también parece odiarla. Tiene amigas y un buen trabajo, pero... Samanta Smith jamás a recibido rosas. Tampoco chocolates. Y así mismo jamás a tenido citas. Sa...