Rosas para una Mujer Desesperada

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Asher:

Ignoro la sensación de fastidio que siento al marcharme de casa de Samanta, estoy acostumbrado a que mis clientas solo tengan ojos para mí y solo para mí.

Que ahora Samanta, a pesar de saber nuestro trato, le preste atención a otro hombre, no deja de fastidiarme.

Es eso. Solo eso.

—Asher, que bueno que llegaste.—Me avisa Toby desde el computador, levanta la mano pidiéndome que me acerque.

Lo hago.

—¿Qué te parece mi nuevo perfil?

Desliza el cursor hacia su descripción.

"Hola nena...

Le doy una mirada. —¿Es en serio?

—Sigue leyendo, capullo.

Con una sonrisa burlona regreso mi atención a la computadora y continuo donde me quede.

"¿Buscas un buen amante para pasar un buen momento en la intimidad? Te doy eso y más, , soy un hombre joven de 27 años que se considera educado, discreto y divertido, pero una jodida bestia en la cama... te puedo dar desde risas, caricias, besos, masajes, hasta donde tú quieras llegar. Seré tu juguete sexual, tu donante de placer y tu compañero

Abierto a todo tipo de propuestas.

—Mucho texto.

—Sigue leyendo, Asher.

—Okey.

"Te daré un oral muy húmedo, un trio si así lo deseas, una o doble penetración. Nena, cuéntame tu fantasía y la cumpliremos juntos.

¿Te digo mis características? Soy bronceado, tengo amplia experiencia, un cuerpo tonificado y dotado, soy morboso y sucio si así lo deseas..

Llámame.

—¿Y bien...?

—Creo que te pasaste de egocéntrico.

—¿Y me lo dices tú todavía?

Me rio y me dirijo hacia la nevera, saco una botella de cerveza y la abro, me tiro sobre el mueble.

—No se trata de que hables solo sobre ti en el anuncio.

—No hago eso. ¿No leíste todo?

—Lo hice, pero se supone que las clientas entran a la página para leer lo que puedes darles, no solo que resalten tu físico.

—Pero al leer sobre mi físico pueden imaginarse como seré. —Me responde Toby.

—Ya lo dije, con eso opacas las primeras líneas que están bien, además es muy largo.

—De acuerdo, gracias.

—Y no lo olvides.—Señalo.

—"No es prometerles las estrellas, es meterla en tu cuarto y hacerla que las vea"

Sonrio.

—Intenta algo con eso.

Toby suspira y comienza a editar la descripción.

—¿Y tú de dónde vienes que cargas un mal humor?. —Me pregunta riendo. —¿No te ha ido bien con .. Como se llama?

—Samanta.

—Sí, Samanta. Te pago un mes .. ¿Cómo puedes estar de mal humor? Ya desearía tener tu suerte.

No tengo mal humor.