Tenía claro que el hecho de que Rae intercediera por mí en el tema de Damian no quería decir que estaba aclarado. Tenía que oír todas esas palabras salir de su propia boca, absorber su ira, la cual probablemente era equivalente a la mía. También quería reunir más pruebas. Estaba seguro de que tenía muchas más cartas.
Pero primero quería y necesitaba hablar con mi padre. Supiera él o no la verdad, necesitábamos dejar las cosas claras. Era la única terapia que se me ocurría para superar la terrible verdad de que mi madre había sido lo opuesto a lo que yo creía.
-Papá -me presenté junto a él en el salón principal.
-¡Finn! -saltó de inmediato en mi encuentro-. ¿Cómo está Archie?
-Se fracturó una pierna -le informé-, pero está vivo. Es lo único que importa, supongo.
-¿Sabes por qué tomó esa decisión? -preguntó de forma casual.
-Sus padres lo detestan -suspiré-. Y los padres de su novio también.
-¿Novio?
-Thomas.
-Él me agradaba mucho -hizo una mueca-. ¿Por qué se fue?
-Sus padres también lo odian -me quedé en silencio por unos segundos y proseguí. Mi mandíbula temblaba-. A propósito de padres... Necesito hablar contigo de nuestra madre.
-¿Quieres hablar de las cartas que recibiste?
Lo miré con los ojos abiertos como platos. Un frío escalofriante recorrió mi cuerpo y me impidió articular siquiera una palabra.
-¿De eso quieres hablarme? -su voz triste me rompía el corazón.
-Papá...
-No soy de esos padres que invaden la privacidad de sus hijos para dejar claro quien manda -dijo calmadamente-, pero te conozco, Finn. Pudiste intentar engañarme; Rae y Archie también, pero supe de inmediato que algo malo sucedía.
-¿Registraste mis cosas?
-No, entré a tu habitación con la intención de hacerlo, lo admito, pero encontré las cartas en el piso -frunció la boca-. Recoger algo que crees que es basura no viene siendo invasión de privacidad, ¿o sí? -intentó sonreír, pero su mirada estaba rota. Él tampoco podía engañarme-. ¿Pensabas guardar ese secreto para siempre?
-Sólo pensaba en que no quería arruinar tu vida, papá.
El sudor comenzaba a hacerse notorio sobre mi nariz. Mi padre sabía que eso sucedía cuando estaba demasiado nervioso y tenso. Entonces se acercó y me abrazó con fuerza.
-Te voy a contar un secreto. Eres mi hijo y mi mejor amigo. Tú más que nadie merece saberlo.
Me apoyé en su pecho y pude oír perfectamente como los latidos de su corazón comenzaban a acelerarse.
-Sospechaba que me engañaba -dijo.
Un terrible dolor atacó mi pecho.
Sus palabras terminaban de afirmar que mi madre había sido una mentira y que todo lo bueno que creí ver fue un espejismo.
-¿Desde antes de que yo naciera? -sollocé.
-No, en ese tiempo éramos realmente felices. Pero después la tienda comenzó a crecer, por lo que también mi trabajo aumentó. Se cansó de estar sola -rió, o al menos lo intentó-. Muchas veces me sacó en cara de que ella te estaba criando sola.
Era cierto. Mi padre pasaba muy poco tiempo conmigo. El detalle estaba, en que el tiempo en que estábamos juntos, lo aprovechaba al máximo. Jugábamos, hablábamos, me aconsejaba. Siempre había sido el mejor para mí y ahora lo confirmaba.
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Una pareja no tan dispareja -My mad fat diary (TERMINADA)
Teen FictionFinn Nelson había llegado a cambiar la vida de Rae Earl, de la misma forma en que Rae Earl llegado a cambiar la suya. Parecían diferentes a la vista de todos, casi de mundos opuestos, pero la verdad no era tan así. Juntos descubrirían de qué se tr...