Capítulo XI

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Todos los chicos habían ido a visitar a Archie, incluso compañeros del instituto que no eran demasiado cercanos a él. Todos, excepto Rae.

Izzy y Chloe la visitaron, pero en ninguna de las ocasiones se encontraba en casa. Lo más extraño de todo, era que ni su madre ni Karim tenían idea alguna de dónde o con quién podría estar.

A pesar de suponer las respuestas, o al menos la segunda de ellas, fingí no hacerlo y fui hasta su casa.

-Sra. Earl -dije, apenas la vi aparecer en la puerta.

No estaba impresionada de verme. O enojada.

-¡Finn! -chilló demasiado fuerte. Así mismo se abalanzó sobre mí y besó ambas mejillas-. Hasta luces más alto, cielo.

Sonreí.

-Ya me parecía raro que Rae no te trajera más por acá. No creo que Karim te ahuyentara, ¿o si? -su rostro angustiado me alarmó un poco. Pero entonces recordé lo obvio: La madre de Rae exageraba todas las cosas.

Reí nervioso. Ojalá la razón de mi alejamiento hubiera sido tan simple como la de sentirme intimidado por Karim.

-Rae no está, pero supongo eso ya lo sabes. ¿Quedaron en juntarse aquí? ¿Quieres subir y esperarla en su habitación?

Mis siguientes palabras resultaban confusas en mi cabeza y tampoco sabía muy bien por dónde debería y podría comenzar.

-Su hija y yo terminamos -farfullé de golpe.

Sus bonitos ojos claros me miraron inquietantemente durante varios segundos.

No me había dado cuenta, pero Karim estaba parado justo detrás de ella. A diferencia de la señora Earl que lucía angustiada y confundida, él me castigaba con sus duros ojos color miel.

-Creí que Rae les había dicho.

-No. Hasta hace un momento yo creí que tú...

-¿Ha-hace cuánto terminaron? -balbuceó Karim.

-Unas cuantas semanas.

-¿Y por qué? -esa vez su voz se oyó mucho más segura. Me detestaba.

-Problemas.

La señora Earl le tocó el hombro a su marido. Sabía lo tenso que lo colocaba la situación considerando lo nervioso y sobreprotector que era. Eso no quitaba, sin embargo, el resquicio de rencor que se escondía en los ojos de ella.

-¿Qué tipo de problemas?

-Celos -Infidelidades, malditos patanes quizás gays, quita novias, pensé.

-Rae es muy celosa, de hecho -dijo ella. Probablemente se trataba de un comentario para ella misma.

-¿Recuerdas qué te dije hace un tiempo cuando te quedaste a cenar? -pronunció Karim-. Prometiste cuidarla.

Su inglés había mejorado muchísimo.

-Y lo hice -respondí en el tono más firme que conseguí-. Pero ambos cometimos errores, y no puedo obligar a Rae a estar en una relación si ella no quiere. Según he notado, está demasiado bien sin mí.

-Finn -la señora Earl pronunció mi nombre de forma ajena-. Hablas con...

-Resentimiento -terminó Karim.

-Quizás así sea... Supongo que es normal sentir resentimiento, celos o algo parecido cuando ves a quien aún quieres con alguien más.

Y justo después de pronunciar esas palabras me di cuenta de que había hablado de más. Sin embargo, también tomé en cuenta el hecho de que tenía una oportunidad para advertirles sobre Damian.

Una pareja no tan dispareja -My mad fat diary (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora