Choose you; Miya Twins

10

—¿Como se sienten para el partido de hoy?—Preguntó Izume mientras caminaba por el enorme estadio junto a los gemelos.

—Será pan comido—Respondió Atsumu al ver a los novatos de su equipo rival—Son solo pueblerinos.

Seguido de eso una queja de dolor salió de los labios del rubio al recibir un golpe en la nuca por parte de su hermano.

—Técnicamente también somos pueblerinos, idiota.

—Además míralos—Hablo nuevamente Izume—Son una ternura, me recuerdan a ustedes en su primer torneo nacional.

La pelinegra miró con ternura a un grupo, de los que parecían ser de primer año, de Karasuno, los cuales admiraban a Kita dar una entrevista para televisión.

Ambos chicos bufaron con molestia por el alago de la chica.

—¡Oh iré a ver a Omi-Kun antes de que empiece el partido!—Hablo emocionada mientras se alejaba a un animado paso de sus amigos.

—Omi-kun~, que cariñosa es ¿No crees?—Se burló Atsumu.

—Callate—Sentenció fastidiado—Oye Atsumu.

El rubio asintió en señal que le escuchaba mientras revisaba su celular.

—Ayer le pedí a Izume que sea mi novia—Confesó—Ella aceptó.

Atsumu detuvo su acción, pero aún sin levantar la vista de su teléfono, se mantuvo petrificado. Él se lo veía venir, pero creyó que llegaría a tener una oportunidad más con la pelinegra.

—Pues felicidades hermano, ahora tienes una gran chica contigo, no seas un idiota—Hablo, sorprendentemente, en un tono serio.

—¿No estás molesto?

—Te mentiría si te diría que no, Samu, pero no hay nada que pueda hacer ya—Dijo resignado.

Osamu notó en la voz de su hermano aquel conocido sentimiento de frustración, que él tantas veces había sentido cada vez que Atsumu se salía con la suya y él quedaba en segundo plano.

No dijo nada más, no había nada más que decir, solo suspiro y empezó a caminar.

—Iré a buscar a Zume antes del partido—Y se alejó dejando al rubio atrás.

Atsumu sintió aquella fuerte frustración que tanto aborrecía. Había perdido frente a su propio hermano, aún cuando tenía aceptado que él no ganaría esa vez , era optimista y quería creer que al menos una oportunidad le quedaba para lograr algo con Izume. Estaba dolido, aunque le costara admitirlo.

—¡Samu!—Le llamó la pelinegra mientras se acercaba a él—Te estaba buscando.

Una vez se encontró junto a él entrelazó su brazo con el del más alto y depositando un beso en su mejilla a lo que él sonrió.

—¿Pudiste hablar con Kiyoomi?—Prenguntó mientras caminaban uno a la par del otro.

Ella asintió.—Aunque como siempre lo encontré en una esquina, su primo me dijo que ni siquiera intente invitarlo a ver el juego conmigo— suspiró con gracia.

Osamu rió por lo bajo para después deshacer su sonrisa por una más nerviosa.

—Sabes, hablé con Atsumu y le comenté de... lo nuestro—La pelinegra dirigió toda su atención a su pareja.

—¿Y que dijo?

—Reaccionó bastante bien, está feliz por nosotros—mintió de forma casi involuntaria.