16 + Especial

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—¿Los gemelos no están algo grandes para que les lleves peluches?Preguntó divertido su padre a ver a su hija salir de la tienda.

—Lo están, pero insistieron en que querían que les lleve peluches de un Koala y un CanguroSuspiró divertida.


Padre e hija continuaron  caminando por las concurridas peatonales, aquellas con vistas a la Ópera de Sydney. Era su último día antes de tomar su vuelo de regreso a Japón por lo que decidieron pasar un día padre e hija antes de su partida. Al final aquel viaje que esperaba ser de tan solo dos semanas se había extendido a tres.

Ella estaba triste y por un lado no quería irse, amaba esa ciudad, era fascinante en todo aspecto, hasta tenía que admitir que más que su ciudad en Japón, además de no querer dejar atrás esa cálida convivencia en casa de su padre y su pareja, se sentía como una familia. No obstante extrañaba a los gemelos, extrañaba mucho a Osamu y no podía parar de contar los minutos para volver a verlo.

—Hija, había algo que quería hablar contigo.

Izume salió de sus pensamientos y miró a su padre, por primera vez en el día había dejado de lado las risas y bromas para dejar paso a una expresión más seria, pero aún sin sacar su clásica carisma.

—Verás, antes de que vinieses hablemos tú madre y yo—El hombre hizo una pausa—y, bueno, estábamos considerando la alternativa de ofrecerte venir aquí, ya sabes, poder mudarte Derek y conmigo y ver la posibilidad de que estudies en una universidad aquí, en Sydney.

Izume paro en seco y miró a su padre sorprendida. No dijo nada, por lo que él hombre continuó.

—No creas que vamos a presionarte, es sólo ofrecerte esta opción. Se que en Japón hay universidades de muy alto nivel, pero hija, queremos que elijas aquello con lo que seas feliz.—Rascó su nuca un poco tenso— Sabes que tu madre está comprometida en su trabajo y a veces sus tiempos no dan para todo, y no la culpo, ella ama lo que hace.

Su padre se agachó levemente para así poder quedar más a la altura de la pelinegra, la tomó por los hombros con sumo cariño y habló con una sutil sonrisa.

Izume tragó el nudo que se formaba en su garganta ¿ Dejar Japón? Eso implicaba dejar muchas cosas, y por muchas cosas se refiere a dejar a su dos amigos. Pero eso no quitaba que la propuesta frente a ella era única, poder estudiar en otro país a la vez que vivir en un hogar como el de su padre.

—Yo...—No sabía que responder, su cerebro quedó en blanco tras tanto pensar en tan pocos segundos.

—Oye, esto no tiene que causarte un malestar ¿Si?—Acaricio la cabeza de la menor reconfornadola— Estás por empezar tu segundo año de preparatoria ¿No es así? Aún hay tiempo. No necesitas tener una respuesta concreta ahora mismo, solo ten en cuenta esta posibilidad.

La sonrisa de su padre logró relajarla y devolverle gesto para después abrazarlo.

;;

—¡Chicos!¡Tienen visita vengan!—Exclamó la mujer desde la entrada.

Ambos gemelos se miraron entre sí. Les parecía curioso, al fin y al cabo Suna y Yūto no pasarían hasta después de las dos por ellos para entrenar.

Atsumu fue el primero en levantarse y fastidiado encaminarse a la entrada. Por su parte Osamu, como buen flojo, se quedó en su cama.

—¡Ya suéltame rubio tonto me estás asfixiando!

Esa voz.

De un salto el peligris se puso de pie y prácticamente corrió hacia el recibidor de la entrada. Ahí vio a Atsumu alzar a Izume por los aires, quien ,a pesar de sus quejar, sonreía feliz en el encuentro con su amigo.

Choose you; Miya Twins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora