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Era sábado, casi de mediodía. La castaña de ojos azules se encontraba caminando de regreso a casa, llamó la atención del rubio que se encontraba en la entrada de la residencia regando las plantas en ésta.

—Hey ¿Por que tan temprano?—Saludó el chico.

—¿Y tu por qué haciendo tareas del hogar?—Rio la chica.

—Papá nos castigó por pelear, como si no lo hiciéramos todo el tiempo—Se quejó.

La chica asintió y miró curiosa al rubio, tenía un moretón en su brazo y arañazos en el rostro.             
Parecía haber sido una pelea fuerte. Si bien las discusiones entre los gemelos eran rutinarias, llegar al punto de dejar marcas físicas era un caso aparte, sucedía cada cierto tiempo, y aún peor era el caso de que su padre los castigue por ello.

—Parece que fue algo serio—Comentó tocando suavemente el rasguño en su mejilla derecha.

Atsumu asintió y apartó la vista.—Si, no nos estábamos llevando muy bien últimamente.

El semblante serio en su rostro le llamó la atención, era inusual en él y aún más si de quién hablaba era su hermano.

—¿Pasó algo de lo que no sepa?

—Quizás—Hizo una pausa dejando confundida a la chica—Pero no tiene importancia, son idioteces, voley y esas cosas.

—Pero bueno—Suspiró para después formar una sonrisa pícara—Mi propuesta del cine sigue en pie ¿Que opinas?

—¿Samu está incluido?—Sus mejillas se tiñeron ante el repentino cambio de tema.

—Obvio que Samu no está incluido—Rio Atsumu.

La chica se vio incómoda. Eran claras la intensiones que él rubio empezaba a tener.

—No lo se, acabo de venir de desayunar con unas amigas e iba a ver a la papá mañana temprano.

—Creí que no tenías amigas—Bromeó.

A cualquier persona se le habría hecho una broma de mal gusto, pero con los años, la castaña se había acostumbrado al peculiar humor de Atsumu, por más desagradable que podía ser incluso.

—¡Tengo amigas!—Exclamó frustrada y con sus mejillas sonrojadas—Salí con una chicas de último año, para tu información, Kita-sempai me las presentó.

—Uh~ Así que amiga de las de último año, que sofisticada eres 'Zume—Habló con todo burlón—¿Que sigue?¿Un novio universitario?

La chica lo miró de brazos cruzados a lo que él gemelo rio.

—Sabes que le caes mal porque te tienen envidia ¿cierto?, se sienten amenazadas de tener una chica tan linda cerca—Habló mientras acortaba el espacio entre ambos—Después de todo siempre te robas todas las miradas y atención, yo también estaría celoso si fuera ellas.

Un escaso espacio había entre ellos, y un brutal sonrojo en la cara de la chica, aún más cuando el chico tomó su mentón elevando levemente su rostro para mirarle con más claridad. Le dedicó una sonrisa coqueta, la cual, debía de admitir, dejó sin aliento a la femenina.

Sintió sus piernas flaquear, y sus labios entreabiertos intentando formular alguna palabra pero sin resultado alguno.

Aquel momento fue interrumpido cuando el más alto fue golpeado por un trapo húmedo en su nuca. Quejándose por el golpe, se separó y volteó a la puerta detrás de ellos.

—Debiste terminar hace rato, idiota, mamá quiere que termines con el jardín—Habló Osamu con su ceño fruncido.

El rubio se quejó y volteó a la chica antes de irse formulando un "Te hablo más tarde" con sus labios y finalmente entrando a la casa. Izume vio la figura de Atsumu desaparecer por él umbral y finalmente dirigir una dulce mirada al peligris.

—Hola—Pronunció después de un breve silencio—¿Tu también limpiando?

El chico la miró sin mucha expresión mientras se quitaba el pañuelo en su cabeza, detalle qué apenas la chica vio se le hizo adorable.

—Mmm—Asintió simplemente.

Al momento de ver su tan desinteresada respuesta pensó en que seguramente se trataba de la reciente escena con el gemelo menor.

—Eso de Atsumu...—Se quedó con la palabra en la boca.

—No importa—Dijo nuevamente con simpleza.

Se sentó en las escaleras que daban a la entrada y suspiró cansado, Izume le acompañó sentándose a su lado y jugando con sus manos nerviosa.

—¿Está todo bien?—Pregunto buscando la mirada del chico, quien la evitó.

—Eso creo—Pensó unos instantes—No realmente—confesó finalmente.

—¿Quieres hablar de eso?

—Atsumu y yo no nos estamos llevando realmente bien, es un idiota, además hablé con mis padres sobre la escuela de cocina, y no les gustó nada la idea—Murmuró un chico aún con un semblante serio.

Izume miró enternecida a su amigo, buscó su mano tomándola entre las suyas y dando leves caricias en esta.

—Fue muy frustrante—Empezó a hablar— Estábamos hablando sobre nuestros planes cuando nos graduemos, mis padres aceptaron totalmente el que Atsumu quiera seguir jugando voleibol, pero a mi...—Hizo una pausa suspirando, su voz perecía decaer poco a poco— a mi no me dieron el mismo apoyo, creen que es estupido, que no me va a asegurar nada, que es solo un hobbie.

La chica miró la expresión de Osamu quebrarse. Era sumamente extraño verle así.

—'Samu—Se aferró al brazo del chico, apoyando su cabeza en el hombro de éste—Yo creo en ti, se que lo que hagas te irá bien.

El chico sintió las caricias de la ojiazul en su brazo haciéndole sentir un mar de emociones.

—Aún así es muy frustrante ver como todos parecieran apoyar más a Atsumu, hasta teniendo la misma cara y siendo un dúo en el deporte, yo siempre quedo en un segundo plano—Apretó sus puños con frustración—Mis días malos en entrenamiento no pasan tan desapercibidos como los suyos, si falló un saque quedó como un inútil pero en él es un "error que hasta los profesionales cometen".

Atsumu. Él no solía llamar así a su hermano.

—Muchos creen que eres tan genial como él, junto a él como por tu cuenta eres un increíble y no solo para el voley—Busco su mirada sin encontrar resultados—Tu y Tsumu son dos personas diferentes, que uno destaque en algo no significa que el otro no lo haga, ambos saben ser geniales a su manera.

—No puedo sacarme este malestar de encima, Zume—Hizo una pausa—Hasta siento que tu terminaras por escogerlo a él en ocasiones—Admitió.

Le miró atónita. Con sus manos plasmadas en el rostro del peligris lo obligó a mirarla.

—No digas eso—Sentenció con seriedad—Ambos son mis mejores amigos, y tú ya sabes lo que siento por ti.

Su rostro se mostraba serio al igual con sus palabras. Sostuvieron la mirada mutuamente durante unos largos minutos hasta que finalmente Izume se inclinó dejando un beso en la mejilla de su amigo, casi en la comisura de sus labios.

El chico la miró con un intenso color rojizo en sus mejillas.

La chica se levantó de su lado y acomodó su bolso para dedicarle una dulce sonrisa.—Sabes que siempre puedes hablar conmigo cuando lo necesites ¿Si?

El chico asintió aún atónito para verla encaminarse a la casa junto a la suya.

—Veo que te me estás adelantando, 'Samu—Canturreó su hermano acercándose después de presenciar la escena.

No respondió, solo sostuvo su vista por donde la chica se había ido.

❌❌❌
[23/05/20 Sin corregir]

Agradezco mucho el apoyo que se le está dando y me disculpo si no contesto comentarios y eso, aún así los leo todos <3

Intento ser lo más frecuente con las actualizaciones, entre 10 a 15 días cada una. Además sigo trabajando en nuevos proyectos que pronto publicaré.

Choose you; Miya Twins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora