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—La primavera siempre me recuerda a ti—Dijo Osamu mientras sostenía un pétalo de cerezo entre sus dedos.

—¿A si?¿Y porqué exactamente?— Habló ahora Izume mientras seguía con su vista sobre el hermoso paisaje.

Aquel parque, si bien con una considerable cantidad de gente en sus alrededores, se mantenía pacífico y con un lindo ambiente, de colores cálidos y un clima sumamente agradable, haciendo de esa cita, aún más perfecta.

—Por que nuestros padres nos presentaron una primavera.—Respondió volteando su vista a ella—Recuerdo que tu madre hablaba sobre llevarnos a un festival esa misma semana, y tú llevabas flores que habías recogido del jardín de tu casa.

La chica llevó una mirada enternecida hacía él, le miró con ternura y acarició el dorso de su mano, las cuales se mantenían únicas, con delicadeza.

—Me impresiona que recuerdes tanto de ese día.

—Fue el día en que nos conocimos, para mi fue importante, aún cuando no era consiente en ese momento—Habló con simpleza.

Izume soltó su mano para dirigirla hacia el rostro de su pareja y acariciar su mejilla.

—¿No te cansas de ser tan perfecto?

—Ya es algo natural en mi—Bromeó.

Pasó su brazo por los hombros de la de cabellos oscuros, acercando su cuerpo, y depositó un beso en su frente. Llevó nuevamente su mirada a aquel paisaje que los rodeaba, uno junto al otro, en un día que era simplemente bendecido, sentados en aquel parque. Simplemente perfecto, todo es perfecto, pensó Osamu.

—Ahora que lo recuerdo, ese jardín ya no está más en tu casa—Comentó el peligris.

—Oh, si, es por que era de mi papá, él era quien lo hizo y lo mantuvo todo ese tiempo...—Hizo una pausa y se acurrucó más en los brazos del más alto— y bueno, cuando él se fue nadie lo continuó cuidando. Me había enseñado algunas cosas de jardinería pero sinceramente no era lo mismo sin él.

Osamu notó en ella una mirada nostálgica, por lo que intensificó aquel agarre en sus hombros con delicadeza y calidez.

—¿Y cómo está él?—Preguntó con cautela, sabía que el padre de Izume no era un tema cualquier para ella.

Suspiro.—Bien. Oh, bueno, realmente supongo, hace unas semanas que no hablo con él— Se separó lentamente de los brazos que la resguardaban, sentándose derecha sobre la banca—Mamá me comentó que quería invitarme a pasar el verano con él en Australia.

—Oh, eso suena genial. Iras ¿Cierto?

—Mmh, no lo sé, me gustaría, pero coincido con la única época en la que mamá tendrá vacaciones, y además, me gustaría pasar las vacaciones contigo.—Terminó su oración con un leve sonrojo mientras jugaba con sus dedos nerviosa.

Él la miró con una sonrisa.

—Tranquila, serán solo unas semanas, puedo soportar a Atsumu durante ese tiempo—Bromeó—Además, nunca antes habías ido allá a visitarlo, sería lindo.

Ella asintió y llevó a su mirada haci sus pies.

—Supongo. Madre dice que debería aprovechar, que él parecía muy emocionado con la idea, conocer Australia, conocer playas, pasar tiempo juntos...—Hizo una pausa y bajo su tono de voz considerable— y conocer a su pareja.

El muchacho entendió al instante, y supo que era momento de cambiar de tema, estaba entrando a un terreno delicado para ella, y lo último que quería era hacerla sentir mal en su cita.

Choose you; Miya Twins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora