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Tal y como Osamu predijo, al llegar a casa, el rubio vio a la feliz pareja ver una película en la sala de su casa mientras la pelinegra abrazaba a su novio, quien se encontraba apoyando su cabeza en el pecho de la chica, mientras jugaba con su cabello. Sintió celos, ese debería ser él.


Bufó molesto y pasó de largo directo a su habitación, donde soltó sus cosas de mala gana y, ya recostado en su cama, revisó su celular con una expresión de aburrimiento.

Entre tantos mensajes y notificaciones, la gran mayoría eran de una chica que le había hablado durante el torneo de las nacionales, y misteriosamente, consiguió contactarlo. Que molestia pensó sin darle mucha importancia.

Escuchó unas risas provenientes desde la sala. Irritado se tapó la cara con su almohada para soltar un grito sordo sobre esta, acto seguido se levantó y caminó hacia, a su parecer, el irritante ruido de su hermano y la chica que le gustaba riendo juntos.

La escena ante sus ojos, más que molestia o irritación, le causaba tristeza y cierta nostalgia, ese debería ser él. Veía cómo su hermano abrazaba a su novia por la cintura mientras dejaba besos en su rostro y cuello, ante ello, ella soltaba aquella armoniosa risa.

—¡Ya para!—Dijo entre risas.

Atsumu borró su mueca y la remplazó con una sonrisa fingida. Se acercó a la feliz pareja y se interpuso entre ambos dándoles un buen susto.

—Ohh ¿Que dirá Mamá cuando se entere qué haces esas cosas en su propia casa?—Dijo en un tono burlón.

Su gemelo bufó fastidiado separando a su hermano.—Eres la persona más fastidiosa que conocí en mi vida.

—Me alagas—Habló para después dar un salto par así quedar armando entre ambos—¿Que película veremos?—Preguntó mientras se ponía cómodo.

Izune desvió la mirada incómoda y al notarlo Osamu se las ingenió para deshacerse de su hermano y ahorrarse el mal rato.

—Suna-Kun dijo que te iba a esperar donde siempre para practicar saques ¿Lo olvidaste?—mintió.

—Buen intento hermanito, habrá funcionado la última vez, pero esta vez no—Toma el control de la televisión y cambió canales hasta parar en uno que le llamase la atención—Además, hace mucho que no pasamos un momento de mejor amigo ¿Se acuerdan? Como en los viejos tiempos.

El rubio tomó a cada uno abrazándolos por el cuello y apretándolos a él.

Su hermano le dedicó una mirada fastidiado muestra que Izume se encogía incómoda en su lugar.

—Jaja... claro, hace mucho no hacemos cosas de mejores amigos, tienes razón, Tsumu—Comentó intentando ocultar su incomodidad por la cercanía del rubio.

—¡Claro que-!—Antes que el rubio termine de hablar su gemelo se apresuró a interrumpirlo.

—En realidad iba a acompañar a Izume a comprar unas cosas para el viaje, y sabes.

Antes de que el rubio se precipite a hablar tomó a su novia de la mano y la arrastró hasta la entrada, pero antes de que pudiese terminar de ponerse los zapatos sintió la mano de la china sobre su hombro y dedicarle una mirada apenada.

—Si quieres ven con nosotro, Tsumu, hace mucho no salimos juntos— Le dedicó una sonrisa, ya sin esa incomodidad encima—Además pronto me iré y pasaré tiempo sin verlos.

—Por mí suena bien—Le devolvió el gesto mientras se levantaba del sofá y se dirigía a la entrada a ponerse los zapatos.

Se sentó junto a su hermano quien terminaba de atar los cordones de sus zapatillas, lo miró son su típico gesto de burla y picardía y le codeó el brazo.

Choose you; Miya Twins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora