¡Hermione, sabes que me gustas!

7. Clases

Narra Hermione:

Ofuscada por la interrupción de Ron, me dirigí junto a él y Harry a la clase de Hagrid.

- ¿A ti te ha hecho algo el idiota de Malfoy? - bajó su mirada hacia mí Ron, puesto a que él era demasiado alto.

- No, Ron, no... - rodé los ojos y dí un pequeño suspiro.

- Yo tampoco hubiera permitido que aquél rubio te insultara frente a mí. Lástima que yo no estaba allí, sino, sin importar que intercediera mi hermano, lo hubiera 'destrozado'... - dijo presionando los dientes mientras continuábamos caminando. Enseguida miré cómo Harry se había tomado ese comentario; no le había movido un pelo. Indiferencia total de su parte. Llegué a notar cierta competitividad en el comentario de mi pelirrojo amigo con respecto a Harry.

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Llegamos a la clase en frente de la cabaña de Hagrid, luego de tantos obstáculos. Nos llevamos la sorpresa, o la no tan sorpresa de que éramos los últimos tres que faltaban del año.

- ¡Harry, Hermione, Ron! - nos llamó Hagrid a lo lejos, a medida que nosotros nos íbamos acercando a la escena. Nos dirigimos hacia él para saludarlo:

- Por poco llegan tarde, muchachos y Hermione - nos regañaba mínimamente y con blandeza.

- Sí, tuvimos un pequeño incidente - le respondió Harry mirando con recelo a Draco.

- Bien, que no se vuelva a repetir. Pueden ser mis amigos pero voy a tratar de ser un profesor serio - rió al final. Ron también rió exageradamente. 

Entonces nos sumamos al resto de compañeros para expectar la clase. El grupo se separó en 4 cuadrantes de alumnos de un tamaño mediano. Yo me fui al lado de Neville y Luna, mientras que Harry y Ron se fueron junto a Seamus y Dean.

- ¿Por qué tardaron tanto? - me susurró Luna (a mi izquierda).

- Más tarde te cuento, amiga. Tuvimos un conflicto bastante grande con Draco Malfoy - devolví el susurro.

- Suena preocupante... - comenzó ella. - Luego me cuentas; esta asignatura me interesa mucho -.

Hagrid tomó un pequeño caldero, del cual claramente se podía percibir la presencia de alguna criatura de la cual él quisiera hablar en la clase del día.

- Hoy les hablaré acerca de estas criaturas - nuestro profesor sumergió una de sus grandes manos con dificultad, ya que el caldero no tenía una superficie adecuada para la mano suya. Sacó su mano, pero con una diferencia no menor: en esa tenía tomadas unos 5 gusarajos (posiblemente Luna y yo éramos las únicas que reconocimos dichas criaturas al instante). 

- ¿Y qué diablos son esos? - espetó Crabbe. Hagrid lo fulminó con la mirada por la mala educación con la cual se había dirigido hacia él, siendo un profesor. Para su placer, logró intimidarlo al Slytherin, pero luego decidió ayudarlo con su inquietud:

- ¿Alguien podría ayudar al señor Crabbe? - alzó la voz. Al instante mi mano se vio efusiva y emocionadamente en el aire para solicitar la palabra. - Hermione, explica, por favor - me señaló gentilmente.

- Un gusarajo es una criatura mágica de color marrón que no tiene dientes; no podrían morder a nadie, como es obvio. Uno adulto puede alcanzar los 25 centímetros. El Ministerio de Magia los tiene clasificados en su categoría "X". Y a pesar de su horripilante apariencia, incluso son comestibles - finalicé.