27. Despierto

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Narra Hermione:


Era un día completamente nuevo. Me levanté del regazo de mi habitación. Aunque aún seguía tensa por la situación de Harry, me encontraba muy segura y optimista, segura de la decisión que había tomado el día anterior y de la cual Luna ya estaba enterada. Traté de sonreír en mi primer intercambio con mi compañera Ginny. 

Con su adorable pijama, ella me miró sonriente:

- Buen día, Mione - me saludó sentada en el borde de su cama, en una especie de reflexión por su parte.

- Buenos días - devolví el saludo mientras y bostezaba y me estiraba a más no poder. El resto seguía durmiendo.

- Siempre son buenos días los sábados - rio. - Aunque podría ser en otras condiciones - alargó su cara. Entonces puse en práctica lo que Luna me había a casi obligado a pensar:

- Sé que te refieres a Harry. Sé que ha pasado mucho tiempo, no seré yo quien no esté compungida por toda esta situación. Pero decidí mantenerme optimista y no dar juicio antes de tiempo - comencé. - Planeamos con Luna ir a Hogsmeade con Ron y Nev. Puedes venir también si quieres - invité amablemente. Se sorprendió de mi invitación.

- Con mucho gusto - respondió ella. - Prometo estar alegre - finalizó. Seguidamente, nos cambiamos informalmente y nos fuimos a la sala común, a esperar por Ron y Nev, que desde luego no habían despertado aún aquel día. Y claro, era un sábado frío indicado para quedarse en la cama. Aún así, mi pulso no temblaría a la hora de despertarlos abruptamente.


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Luego de largos minutos (más de una hora) de espera, se dignaron a aparecer Ron y Neville por la sala común. Tardaron tanto, que decidimos ir con Luna y Ginny a desayunar por nuestra cuenta. 

- Tomen - les repartí a los dos unas pequeñas cajas ni bien se acercaron. - Iremos a Hogsmeade - me miraron confundidos. - Sí, no les estoy preguntando, les estoy avisando -. Entonces me dirigí hacia la cajitas. - Allí les he dejado su desayuno el desayuno. Vamos, no quiero perder todo el día. Luna nos espera afuera -. Me di la vuelta sin posibilidad de réplica y ellos, como gatitos, caminaron trás mío. 

- Los tienes bien cuidados - me susurró Ginny.

- Es la única forma de controlarlos - exageré y reí al mismo tiempo.


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El trayecto a Hogsmeade venía siendo problemático, pues Ron no dejaba de hacer tonterías con el desayuno que tan gentilmente le guardé (mejor no hondar), a diferencia del bien aprendido de Nev. Ni hablar que íbamos tomados de la mano, sí, luego de tocar cosas totalmente grasosas se decidía a apretar fuertemente mi mano. Fue todo felicidad y agradecimiento cuando dio su último bocado.

- ¿Por qué comes de esa manera? Asustas - espeté molesta mientras caminábamos. Él continuaba masticando y, luego, se dio un golpe en el pecho para bajar la comida.

- Uff... - continuó golpeando. - Creo que no fue buena idea no traernos algo para tomar, ¿o no, Nev? - miró a su amigo. Yo hice lo mismo pero de manera intimidante.

- Me reservo la opinión -. ¡Qué inteligente era mi querido Neville! Él sabía que era más conveniente quedar en buenas condiciones conmigo antes que con Ron. Le sonreí.

¡Hermione, sabes que me gustas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora