Narra Hermione:
¿Qué puedo decir? El beso fue hermoso. Tan exquisito como satisfactorio. El sabor de los labios de Harry, se podría decir que era similar a los gustos más espectaculares de todo el cosmos. No sabría decir cuales eran dichos sabores, solo puedo decir que eran los más deliciosos de absolutamente toda la existencia.
No quería separarme nunca del calor del beso, de aquella increíble sensación de sentir chocar nuestros labios después de tanto penar.
En esos momentos, mi mente no procesaba absolutamente nada. Simplemente, estábamos Harry y yo, juntos, sin importar nada ni nadie más.
Pero..., como de costumbre, nuestro momento más mágico que nunca fue interrumpido. Y, paradojicamente, esta vez fue el mismo Harry quien rompió el instante; brusca y ágilmente se alejó de nuestro apego, dándose la media vuelta. Me dio la espalda.
- ¡No, Mione!, ¡no! - exclamó sumamente preocupado y, al parecer, afligido. Yo no atiné a responderle, había quedado sonrojada y en un shock inexplicable. Pues, es obvio: no cualquier día se recibe un beso tan apasionado por parte de la persona que te gusta.
Enseguida, Harry se dio nuevamente la vuelta para observarme por unos instantes y, ante mi atenta y sorprendida mirada, decirme:
- ¡Eso no debió suceder! - me dijo con la respiración acelerada. Acto seguido, y sin decir nada más, se fue del lugar caminando a gran velocidad, dejándome a mí sin aliento ni consciencia de lo que había ocurrido. Permanecí perpleja.
-------------------------------------------------------
Narra Harry:
Salí lo más rápido posible de la Torre de Astronomía. Tanto la respiración como los latidos de mi desgastado corazón estaban en magnitudes muy ligeras. No podía terminar de comprender por qué diablos había cometido dicha acción así como así. Aún así, no podría negar que no deseaba besar a Mione, pero con tan solo imaginar por un segundo cómo se sentiría Ron, me atemorizaba profundamente. De seguro no me querría más como amigo.
Si en ese mismo momento me hubieran dado un giratiempo, desde luego que lo hubiera utilizado para deshacer el terrible acto realizado por mí.
Y la cosa no se podía poner peor. Llegué a la sala común, donde casualmente estaba Ron, en soledad, sentado frente a la fogata apagada del lugar. Posiblemente se encontraba esperando mi llegada. Al verme llegar, admirando lo pálido e intranquilo en mí, se puso de pie y, preocupado, me espetó:
- ¡Harry! - yo no quería mirarlo, y rezaba que él no suponga lo que realmente ocurrió. - ¿Qué ha pasado? Te has alejado de mí bastante rápido y, al parecer, decidido a hacer alguna cosa - me preguntó. Sinceramente, no sabía que responder. Estaba en una especie de shock. Me volví a poner pálido.
- ¿Me vas a contestar? - giró la cabeza mi amigo pelirrojo hacia la izquierda, presionándome. Por un segundo pensé en decirle la verdad, contarle lo que había ocurrido realmente. Pero luego, al siguiente segundo, mi palidez se desvaneció y pensé fríamente: "No puedo decirle la verdad, me odiaría por el resto de la vida. Mione no sería capaz, tampoco, de contarle. Creo". Entonces, ante la expectativa ansiosa de Ron, solté:
- Ron... - hice una pausa para respirar profundamente. Cada vez me miraba más de reojo. - No ha pasado nada, simplemente salí un poco exhausto por la discusión que tuvimos. En el fondo tienes razón; yo jamás podría conquistar a Mione sin ti - corrí mi mirada hacia el suelo. Ron me observó aliviado.

ESTÁS LEYENDO
¡Hermione, sabes que me gustas!
FanfictionHarry, Ron y Hermione se encuentran cursando juntos su tercer año en el colegio Hogwarts de Magia y Hechizería. El año anterior (segundo año), Harry había derrotado definitivamente al basilisco y a Lord Voldemort (en forma de Tom Riddle), por lo que...