Narra Hermione:
Estaba acostada boca arriba, en una especie de camilla rústica, con algunas almohadas que daban comodidad a mi cabeza y cuello. Abrí los ojos lenta y temerosamente; no recordaba en qué momento me había predispuesto de dormir. Paulatinamente, comencé a visualizar mi alrededor. Enseguida distinguí la enfermería, y, alrededor mío, a los primeros que vi fueron a Ron y Luna, a mi izquierda. Pomfrey se encontraba a mi derecha.
- ¡Mione, al fin despiertas! - Ron se volcó sobre mí y besó mi cabeza, con una alegría irrebatible. Lo miré confundida. No era consciente de lo que estaba ocurriendo y, como mencioné, no recordaba como había llegado a esa situación de dejadez.
- Uff... - suspiró Pomfrey. - Suerte que despiertas, niña. No hubiera sido de mi agrado tenerte aquí más de media hora -. Acto seguido, salió disparada. Seguía sin comprender la realidad.
- ¿Q-qué m-me pasó? - titubeé mirando a Luna desconcertada.
- Te ha dado un pico de presión - respondió ella. - Nada grave - sintetizó.
- ¿Qué te ha puesto nerviosa, querida? - me tomó de la nuca Ron.
- Te encontramos aquí y llamamos de urgencia a Pomfrey - añadía Luna. - Veníamos a ver a Harry luego de clases -.
- Me duele la cabeza - alejé su mano. - Y creo que es obvio: si fue aquí, ¿qué pudo haber sido lo que me provocó la recaída? - respondí entrando en conciencia. Por ende, se me vino a la cabeza Harry (otra vez). - ¿Harry despertó? - me senté efusivamente, y llegué a ver su camilla tal como la recordaba la última vez: él, acostado en un estado de inconciencia total. Me desilusioné. Seguidamente, Luna me acomodó y me acostó nuevamente por la fuerza.
- No hagas esfuerzos. No queremos que tengas otra recaída - suspiró. - Harry aún no ha despertado - concluyó agachando la mirada. Realmente me lo esperaba. Pero cada segundo que pasaba sin saber de él, caía un caldero repleto amarguras.
- Qué pena... - me lamenté.
- Así es - se lamentaba Ron.
Hubo un silencio aterrador.
- Cuanto lo extraño... - pensé en voz alta. Noté cómo Ron me miró de reojo. Poca importancia le di; no eran momentos para celos absurdos.
En ese momento, escuchamos unos acelerados y algo desesperados pasos ingresando a la susodicha enfermería. Instintivamente, la mirada nos llevó a aquella persona que, agitada por su corrida, se acercó sin escalas a la camilla de Harry. Era la insoportable de Parvati. Mi cara se cayó al verla acercarse a Harry. ¡Cuánta impotencia me daba cada vez que iba a verlo! Día tras día, a ese horario ,se aparecía y le traía algún tipo de presente, el cual colocaba sobre la mesa. Desde luego, yo era la encargada de desechar cada una de las cosas que acercaba.
Llevaba en sus manos unas horribles flores rosas, las cuales desconocía su especie. Luna, de seguro, las conocería.
- He venido otra vez, mi amor -. Era increíble la rabia que me generaba cuando escuchaba ese "mi amor". "¿Eres idiota?, ¿acaso no has visto que él mismo te rechazó y no te quiere ni cerca? Es obvio que estás a su lado porque está INCONCIENTE, porque de lo contrario te aborrecería" pensaba mordiendo los dientes.
Seguidamente, depositó el ramo de flores en una mesa convulsa de regalos, pues Harry era toda una celebridad en Hogwarts. Acto seguido, se sentó a su lado y tomó su mano. La sangre comenzaba a hervirme. Luna se dio cuenta de esto. Ron, por suerte, mantenía su ingenuidad a flor de piel.
- Tranquila. No la mires - me susurró Luna al oído. Intenté hacerle caso con éxito, aunque por momentos la mirada se me desviaba inevitablemente.

ESTÁS LEYENDO
¡Hermione, sabes que me gustas!
FanficHarry, Ron y Hermione se encuentran cursando juntos su tercer año en el colegio Hogwarts de Magia y Hechizería. El año anterior (segundo año), Harry había derrotado definitivamente al basilisco y a Lord Voldemort (en forma de Tom Riddle), por lo que...