Quedamos en que iría a su casa este fin de semana, así que para salir me puse lo que siempre uso, unos jeans que me quedaban muy bien, una blusa tipo sport y unos converse. Alberto se ofreció a pasar por mí, para mi sorpresa había llegado en un auto y no era ni un Audi, ni un Porshe o algún deportivo conocido que le gustara tanto a mi papá, simplemente era un Jetta en color negro, muy lindo por cierto.
-¿Ya te vas? –Me preguntó Ian quien estaba acostado en mi cama.
-Si –Le conteste.
-Ten mucho cuidado Elena
-Ahora serás el celoso ¿no?
-Aquí el único que tiene ese puesto soy yo –Dijo Damián quien iba entrando a mi habitación.
-Oigan, aprecio que hagan esto, en verdad se me hace muy gracioso, pero por favor no lo golpeen
-Si papá no lo hace alguien deberá hacerlo.
-No, nadie
-Anda, tu cita te espera abajo
-¿Alberto ya llego? -preguntó Ian
-Se ve muy ansioso -comentó Damian con una sonrisa
Salí de mi habitación y ellos detrás de mí, mis hermanos iban murmurando cosas las cuales ni siquiera podía entender. Al llegar a la estancia vi a Alberto parado frente a mis padres y todas las miradas se posaron sobre mí.
-¿Lista? –Me preguntó Alberto.
-Si vámonos
-Mucho cuidadito
-Damián –dije entre dientes.
-No pasara nada. Elena está en buenas manos –Alberto sonrió.
-Bueno, vámonos –él salió de mi casa despidiéndose-. Volveré temprano, antes de la cena
-Llama cuando vengas
-Si papá
No había mucha diferencia entre nuestras casas, yo vivía en las arboledas y él vivía a unos 5 minutos de ahí. No tenía idea de donde vivía exactamente, pero al llegar vi que era un sector privado “Prival de Anáhuac”; las casas me parecían lujosas, no había ninguna diferencia a la anterior. Su casa estaba situada en la esquina y el terreno era amplio… típico de una casa que ese encuentra en la esquina. Afuera de su casa se encontraba una palma pequeña y un auto, su casa tenía cochera cerrada completamente y la puerta estaba al otro lado.
-Bienvenida
Salí del auto después de que dijo eso y entramos a su cochera, allí se encontraba otro auto y pensé <<Tres autos y en mi casa solo hay dos>>. El interior de su casa tenía arreglos muy bonitos, parecía que habían contratado un buen diseñador de interiores o sus padres tenían un buen gusto; en la entrada, en la sala y en ciertas paredes había fotos y en la otra casa no se veía ninguna.
Un señor vestido de traje venia bajando por las escaleras, siendo honesta era muy guapo y me dedique a fisgonear sus rasgos. Tenía el cabello rizado y de color castaño, sus ojos eran café, tenía largas pestañas y era de la misma altura que mi papá…pero no se parecía en nada a Alberto.
-Hola –dijo dirigiéndose a Alberto-. Pensé que no vendrías a comer
-Sorpresa –dijo él
-Mucho menos que vendrías acompañado por una señorita
-Supongo que lo olvide
-¿Quién es la encantadora jovencita?
-Me llamo Elena Villareal
-Enrique Villalobos, es un gusto conocerla –lo único que pude hacer fue mostrar una sonrisa-. De haber sabido que tendriamos visita me habría quedado a acompañarlos
-¿Te irás?
-Sí, debo trabajar en un caso y así hablar con los demás abogados para asi poder asignarlos ya sabes cómo son este tipo de cosas
-Sí
-Tal vez sea para la próxima y así podemos conocernos mejor ¿Qué dicen? –En ese momento ambos me miraron.
-No lo sé…tal vez Elena no pueda o sus padres no la dejen…-dijo Alberto
-No creo que sea de mucha importancia, a tu madre le encantara que ellos vengan. ¿Qué dices Elena?
-Me parece una excelente idea –Fingí una sonrisa.
-Por cierto Alberto, Ana te llamo, no menciono la razón pero dijo que la llamaras cuando te desocuparas de tus asuntos
-¿Es urgente?
-Dice que le da curiosidad el saber lo que sucederá –Le guiño el ojo y me pregunte quien era esa tal Ana ¿una novia?-. Fue un gusto nuevamente, hasta luego señorita Elena
-Igualmente Señor
-Con su permiso –Sin más desapareció por la puerta.
-¿Gustas algo de beber ?–Me preguntó Alberto
-No gracias
-Nunca quieres nada te has…
-Entonces no fue mi imaginación –Dijo una mujer que venía saliendo de la cocina con una sonrisa
Alberto volteo hacia aquella voz y de nuevo conmigo; a pesar de la distancia que nos separaba pude leer sus labios <<Ella es mi madre>>, después de eso una gran sonrisa se dibujo en su rostro y en el mío igual. Su madre era alta, delgada y casi se podía ver que iluminaba la sala con su sonrisa, su cabello era largo y ondulado de color rojo…muy hermosa sin duda alguna.*¿Que les esta pareciendo esta historia? comenten**
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Las historias de Elena (TERMINADA)
Romantik¿Un amor de dos chicos?, eso solo pasa en la novelas, pero no en la vida de Elena. Ella no sabe lo que es tener su primer novio, su primer beso...jamás ha sentido esa sensación de lo que es estar enamorada, solo lo sabe por medio de sus libros. Le e...