Las historias de Elena (TERMINADA)

Capitulo 29

Me aleje de ellos y fui hasta mi pupitre, donde al moverlo se cayeron mis cosas, comencé a recogerlas y amablemente mi compañero Alex se acerco a ayudarme.
-Oye –dijo-. Creo que te dejaron algo
Lo tome de sus manos y el presente iba forrado con papel de regalo, era de color rosa y estampado con rosas, venia con una notita: <<Se cuanto anhelabas tenerlo. Ayer pase junto a la librería y lo vi en el mostrador, no dude ni siquiera un segundo y lo compre. La sonrisa que se te dibujara en el rostro es la misma que pongo cuando te tengo frente a mi>>. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y al abrirlo me di cuenta de que era un libro que siempre había querido tener. Historia de dos ciudades.
-¿Quién te lo dio? –Me preguntó Alex.
-No lo dice
-No creo que seas tan estúpida como para que no sepas quien te lo dio –dijo Charlie quien venia acercándose
-No tengo ni idea
-Es obvio que fue Ricardo…
-Alex, ¿viste a alguien entrar al salón cuando no estaba?
-No -contesto
Justamente al momento en que voltee hacia la puerta venia pasando Ricardo, llevaba su mochila en el hombro y su celular en mano.
-¿Crees que fue él?
-¿Quién mas aparte de nosotros sabe que anhelabas este libro con todas tus fuerzas?
-Debo ir
-Si de algo sirve…ya se estuvieran besando
Salí del salón en busca de Ricardo, pero debido a tanto alumno que se encontraba fuera de su salón no lo podía ver. Cuando finalmente pude localizarlo fui hasta él y lo abrace.
-Gracias, gracias, gracias, gracias
-¿Qué?, ¿Por qué?
-Por el regalo
-¿Qué regalo?
-El libro que me regalaste –Me separe de él.
-¿Yo hice eso?
-Si
-No lo creo
-Pero…tu pusiste un libro en mi lugar, como la ultima vez
-Elena yo…
Su celular sonó y se alejo para contestar, mientras yo me quede ahí esperando. Cuando termino, volvió conmigo y guardo su celular en su bolsillo.
-¿Sabes? He descubierto que soy un pésimo mentiroso, a ti no te puedo engañar
-¿Fuiste tú?
-Sí, ayer lo vi en la librería y lo compre para ti
Los ojos de Ricardo se enfocaron hacia la nada, tenía la vista fija en algo que se hallaba detrás de nosotros. Iba a voltear para saber qué era lo que estaba viendo, pero me tomo por lo hombros y lo mire confundida.
-¿Qué estás viendo?
-Es que un amigo me está hablando –Sonrió-. Pero ojala te guste el libro, se que los deseabas mucho, espero y no te decepcione
-No, claro que no
-Bueno, tengo que irme. Debo golpear a un amigo que me acaba de meter en un problema
-¿Es muy serio?
-No me hagas mucho caso, estaba bromeando –sonreí-. Adiós
Sin más me dio un beso en la mejilla cerca de mi boca y se fue, desapareciendo entre los alumnos. Me dirigí a mi salón de vuelta y fuera de él estaba Charlie en compañía de Paulina.
-¿Y bien? ¿Tenía razón?
-Si Charlie, si la tenias –reí
-Oye…-dijo Paulina
-Te pido una disculpa…no debí exhibir de esa manera el problema
-No importa
-¿Sabes porque lo hago verdad?
-No
-He escuchado como es Alberto por como hablan las chicas de él. No me gustaría que él te hiciera lo mismo que a ellas.
-Tranquila, no va a suceder
-¿Amigas?
-Amigas –La abrace y segundos después nos separamos
-Es hora de celebrar ¿no creen? –Mencionó Charlie-. Aun tengo hambre
-¿Qué quieres comprar?
-Unas palomitas, hace mucho que no como y que tampoco voy al cine