Meses De Agonía ©

Capítulo 2

Es un nuevo día y los jóvenes están sentados en el salón principal donde se conocieron anoche por primera vez. Una de las chicas sugiere que deben compartir algunas cosas sobre ellos para conocerse mejor aprovechando que todavía tienen tiempo antes del nuevo desafío que Misterio les tiene preparado.

 —¡Es una increíble idea! —Ámbar está muy contenta por esa propuesta—. Después de todo, estaremos aquí juntos un largo tiempo.

 —Bueno, en ese caso empezaré —responde el joven mientras se acomoda—. Mi nombre es Mike. Hace poco cumplí dieciséis años, solía vivir en California antes de mudarme y que todo esto empezara. Me encantan los deportes, incluso formo parte del equipo de mi escuela. Me gustan las charlas y también soy hermano de este galán. —Agarra a Alexander y despeina su cabello castaño, algo de lo que se avergüenza y se libera del agarre de su hermano para no parecer vulnerable.

—Wow, debo admitir que su español es muy bueno —dijo Ámbar.

—Gracias, nos pusieron en clases de español desde muy temprano. No sabía para qué hasta que llegamos aquí.

 —Bueno... —Se arregla el cabello—. Como escucharon soy el hermano de Mike, y mi nombre es Alexander, aunque todos prefieren llamarme Alex. Tengo quince años, me gustan las historias de todo tipo y la mayor parte del tiempo me gusta jugar videojuegos. Siento que es una buena forma de distraerme.

 —¡Qué coincidencia! Taylor, Nicole y yo también somos hermanas —comenta una joven mediana y pelinegra con mucho entusiasmo—. Mi nombre es Annabelle aunque nuestros padres me dicen Anna. Nicole y yo tenemos diecisiete, lo que hace que Taylor sea la más pequeña ya que tiene quince años, aunque debo admitir que es como la hermana mayor.

 —Vamos, no es un secreto que soy la más madura entre nosotras —responde Taylor mirando la galería de su teléfono.

 —Como tú digas. —Continúa Nicole—: Sea como sea, yo soy la más activa, aunque reconozco que eres un poco más valiente que yo. Solo un poco.

 —De acuerdo, mejor sigamos —interrumpió una chica alta y rubia—. Mi nombre es Elizabeth, tengo dieciséis años, y aunque reconozco que soy competitiva, les aseguro que disfruto la compañía y hacer nuevos amigos a donde sea que vaya.

En medio de la conversación Annabelle desvía su mirada percatándose de un chico de cabello gris y ojos verdes que está examinado con la mirada el lugar al que lo trajeron, todo esto sin decir ni una sola palabra y mostrándose un poco abrumado. Esto llama la atención de la joven y decide acercarse.

 —Oye... Di algo que te veo muy callado. —Ante esto qué le dijo Annabelle. El joven le echa un vistazo a sus nuevos compañeros y al ver cómo interactúan entre sí decide hacer el intento de empatizar con ellos.

 —A ver... ¿por dónde empiezo?... Ya sé! —Se coloca detrás del resto—. Todo comenzó con Adán y Eva...

 —¡Dinos algo sobre ti! —le grita Manuel para luego soltar una pequeña carcajada.

 —Ash, esos chicos no tienen cultura. —Vuelve a su lugar y se acomoda—. Me llamo Brayan; tengo diecisiete años, soy hijo único, vivo con mi mamá , y nací en Narnia.

 —Me caes bien —le responde Jackson mientras se ríe de lo que dijo su compañero—. Yo me llamo Jackson, tengo diecisiete años y al igual que Alex me gustan los videojuegos.

 —Yo soy Ámbar y este de aquí es Javier. Ambos tenemos quince años, nos gustan las películas de terror y de hecho nos conocemos desde que éramos niños. Puede que a primera vista él no se vea como la persona más alegre del mundo, pero tengan por seguro que cuando coja confianza les caerá muy bien.