Meses De Agonía ©

Capítulo 8

Son las doce y cuarenta y cinco del medio día y los jóvenes se encuentran platicando en la sala de estar. Algunos están sentados en los muebles, mientras los demás están ubicados en el suelo. Pero algunos están dispuestos a aclarar lo que pasó ayer al finalizar el reto.

—Oye Jackson, ¿qué te pasa? —le pregunta Brayan a Jackson que se encuentra sentado al lado suyo con su teléfono.

—¿De qué estás hablando? —le responde posponiendo lo que estaba haciendo para prestarle atención a lo que le está diciendo su compañero.

—Queremos saber porque ayer fuiste malo con Annabelle.

—Porque si fuese por ella, ustedes estarían muertos —le responde Jackson comenzando a molestarse—. Además, este lugar no es para gente miedosa como ella.

—Okey... Pero de todos modos tienes que disculparte con ella —añade Alexander desde el otro mueble, haciéndole una breve pausa a su plática con Gabriela.

—¡Tch! ¿Y por qué lo haría? —le pregunta Jackson a los demás con una sonrisa sutil. Ya cansado de sus tonterías, Javier vino, se puso delante de él y lo acaba de tomar de la camisa poniéndolo contra la pared.

—Porque si no lo haces yo mismo acabaré contigo antes de que Misterio lo haga —le dice Javier amenazante.

—Por favor Javier, suéltalo. —Ámbar trata de convencer a Javier para que pare este espectáculo.

Al escuchar la voz de Ámbar, Jackson parece entrar en razón y bajarle dos rayas a su intensidad.

Javier también toma en cuenta lo que le dijo Ámbar y decide soltar a Jackson, quien claramente estaba intimidado, aunque no lo demuestre por fuera, debido a que Javier casi le dobla el tamaño y le gana en fuerza. Jackson se arregla la camisa y haciéndole caso a las advertencias de su compañero se dirige al mueble donde se encuentra Annabelle conversando con sus hermanas Taylor y Nicole.

—Oye, Annabelle —Voltea a ver a sus compañeros y suspira para continuar—: Lo siento.

Antes de que Annabelle pudiese siquiera reaccionar ante lo que le acaba de decirle Jackson, la luz se va y de un momento a otro aparecieron en otro lugar. Pese a la poca luz, pudieron distinguir que cada uno se encuentra frente a un podio con los pies encadenados junto con una especie de tobillera; similar a las que se usa en la gente que está bajo arresto domiciliario, y una de las manos amarrada al podio. En medio de la confusión acaba de regresar la energía, dejándolos ver que están en un lugar con un aspecto escalofriante junto con una neblina siniestra. Los jóvenes están divididos en dos grupos conformados por tres chicas y tres chicos por grupo.

—¡Sean bienvenidos a la trivia de los creepypastas! Les habla su anfitrión Misterio.

—Dios mío, esto tiene que ser un sueño —dice Nicole mirando a sus compañeros.

—¡¿Qué rayos es un Creepypasta?! —La sola idea de que debe depender de algo totalmente desconocido para salir de esta situación pone a Michael nervioso.

—Esto va a ser muy fácil. Yo les haré a cada grupo una serie de preguntas acerca de algunos de los creepypastas más famosos, algo que a muchos adolescentes como ustedes les llama la atención. Así que supongo que no tendrán ningún problema. Sin embargo, si responden mal recibirán una descarga eléctrica. —Al escuchar esto los jóvenes quedan atónitos, puesto que algunos no tienen mucho conocimiento del tema—. Pero descuiden... Ajusté los voltios para que los electrocute hasta diez veces antes de que mueran.

—Esto no va a ser nada divertido —agrega Elizabeth mirando hacia abajo, directo al dispositivo encargado de castigarla si se equivoca.

—Lo será para mí. Ahora, ¡que comience la trivia eléctrica!

—¡Estás demente! —exclama Taylor asustada.

—Y por ese comentario voy a empezar contigo. —En este momento, Taylor quisiera no haber abierto la boca, pero ya es muy tarde—. ¿Cómo se llama el hermano de Jeff The Killer?

—Emmm... se llama... ¿Thomas? —Taylor no está segura de si lo que dijo es verdad o mentira, pues no tiene ni la menor idea de quién sea ese personaje.

—Siento que ni siquiera lo intentaste. —Taylor acaba de recibir una descarga haciendo un pequeño salto—. Ahora es el turno de... veamos... ¡El imbécil! Digo, Alex.

—Muy gracioso —dice Alexander en voz baja.

—¿A qué se dedicaba Eyeless Jack?

—Esta por suerte es fácil —le susurra Alexander a sus compañeros—. Él era un soldado perteneciente a la segunda guerra mundial.

—Veo que por fin uno de ustedes contesta bien. Ahora veremos si Gabriela tiene la misma suerte. —Acto seguido Misterio suelta una risa leve acompañada de una sonrisa siniestra—. ¿Cuál es la vestimenta característica de Bloody Painter?

«Ese es mi creepypasta favorito», pensó Gabriela con entusiasmo.

—Él lleva puesta una máscara blanca con unos ojos negros acompañada con una sonrisa dibujada con sangre. También viste un saco color azul oscuro con el broche de una carita feliz de color amarillo, lleva unos guantes negros y un pantalón del mismo color. Y algo que lo caracteriza es el hecho de que siempre dibuja una carita feliz en la escena del crimen utilizando la sangre de sus víctimas.

Todos los jóvenes se le quedan mirando a Gabriela impactados por su respuesta tan precisa. Incluso Misterio se encuentra viendo sorprendido la pantalla desde donde observa a los jóvenes. Gabriela no sabe cómo reaccionar ante este acontecimiento, por lo que decide quedarse callada y mirar hacia abajo avergonzada.

—Bueno, veo que tenemos varios expertos en el tema. Vamos a continuar para ver a quién le tocará su dosis eléctrica.

•• <<────≪•◦ Dos horas después ◦•≫────>> ••

—Última ronda muchachos. Es el turno de Manuel, pero tranquilo porque esta te la pondré muy fácil y si no la sabes no es mi problema.

—Eso último me hace dudar —dice Manuel en su cabeza mientras espera esa pregunta supuestamente fácil.

—Quiero que me digas donde vive Slenderman. —Aunque para algunos este dato sea algo sencillo de saber, Manuel no sabe de quién está hablando y Jackson, al ver a su compañero en apuros, decide ayudarlo.

—¡Él vive en el bosque! —Aunque la respuesta de Jackson fue correcta, ambos acaban de recibir una descarga.

—Pero él contestó bien —reclama Alexander mirando al techo y luego voltea a ver a sus compañeros.

—Lo sé. Pero Manuel era quien debía responder, y eso significa que no están cumpliendo con mis reglas —le responde Misterio con un tono severo.

—Y si siguen retándome y tentando su suerte... —Todo alrededor de los jóvenes comienza a sacudirse y las luces están parpadeando sin control, lo que hace que algunos de ellos quieran salir corriendo de no ser por las cadenas que llevan en los tobillos. Y si fuera poco, la voz de Misterio pasó a ser una totalmente espeluznante y amenazadora—. Créanme que lo van a lamentar.

—Espero que esto no se vuelva a repetir. —Todo vuelve a la normalidad—. Sigamos.

Entre preguntas y choques eléctricos los jóvenes sobreviven de milagro. Este reto demandó mucha energía y costo injusto, pues casi todos salieron de ahí con quemaduras por los choques. Dado lo que sucedió su rencor hacia Misterio se hizo cada vez mayor, pero se encuentran demasiado cansados así que decidieron ir a descansar en cuanto terminen de comer lo que aparenta ser su cena.