Capítulo 5

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Nuevamente los rayos del sol apenas se hacen presentes en la mansión, indicando la llegada de un nuevo día para los jóvenes quienes se encuentran dando su opinión en la sala principal acerca de su experiencia durante el reto de ayer. A pesar de no haber sido tan aterrador como los anteriores, de todas formas le ha dejado una marca a algunos. Después de todo, la astucia iba por encima del miedo. Algunos lo vieron como algo muy desafiante y otros solo quieren sacar ese horrible recuerdo de su mente.

—El reto de ayer estuvo intenso, ¿eh? —dice Jackson observando a sus compañeros desde uno de los muebles.

—Si, en especial para los que teníamos la venda puesta. —Manuel le contesta con una sonrisa para transmitir un ambiente de calma y así lograr que sus compañeros no sigan tan preocupados por lo que pasó ayer. En su mente, no puede quitarse la idea de que debe protegerlos, ser la persona que los guíe sanos y salvos a la libertad. Pues nunca ha tenido la oportunidad de hacerlo.

—Estoy de acuerdo, no me gustó para nada —contesta Alexander quien sigue desconcertado.

—Y lo peor es que no sabemos lo que Misterio tiene preparado para hoy —agrega Elizabeth al lado suyo.

—¿Me llamaron?...

—Escucha Misterio, ¿puedo hacerte una pregunta? —Taylor se queda mirando a su alrededor esperando su respuesta. Ella conserva su carácter a pesar del profundo temor que le tiene a su secuestrador.

—Me parece que ya la hiciste. —le contesta Misterio para luego soltar una risa sutil. Claramente interesado en lo que pueda preguntar la joven.

«Se cree muy gracioso», pensó Taylor, mientras se guardaba las ganas de decírselo en voz alta.

—Me estaba preguntando, ¿por qué nos trajiste en primer lugar?

—Eso no es algo que ustedes necesiten saber en este momento, así que no veo la necesidad de responder a tu pregunta.

—¡Al menos quiero que nos digas si estás aquí!

Taylor cree que sí Misterio se encuentra cerca, podrían idear un plan para enfrentarse a él y salir sin tener que volver a poner su vida en peligro. Pero lo que Taylor no sabe, es que Misterio siempre va uno o hasta dos pasos delante de cualquiera y tiene las medidas necesarias ante cualquier intento hostil. El juego está arreglado, pero nunca estará a su favor...

—Vamos con el reto de hoy. Pero esta vez volverán a donde hicieron el de ayer

Como ya es costumbre, los jóvenes no tienen otra opción, por lo que deciden hacerle caso y dirigirse al lugar antes mencionado. Pero aún así no pasan por alto lo último, y no pueden evitar sentir curiosidad. Después de todo, es el miedo normal hacia lo desconocido lo que los tiene así.

—Esto es muy raro —dice Brayan caminando junto con el resto de sus compañeros.

—Tienes razón. —agrega Ámbar—. En todo el tiempo que estuvimos aquí encerrados, nunca hemos ido al mismo sitio dos veces.

Los jóvenes acaban de llegar y se encuentran en la entrada. Pero no tardan mucho en darse cuenta de que algunas cosas han cambiado drásticamente. Ahora, en lugar de un suelo que les impedía caer a su perdición, se encuentran plataformas. También hay superficies de agarre en las paredes. Sin embargo, las púas que los amenazaban con quitarles la vida aún siguen ahí abajo.

—Como pueden ver, no miento al decirles que mis retos irán de mal en peor. No me pareció suficiente lo de ayer así que ahora todos... están en peligro. —Haciendo una pausa y con una sonrisa de par en par continuó—: Para el reto del día de hoy tendrán que hacer parkour hasta llegar al otro lado. Espero que hayan tomado lecciones antes de venir.

—¿Acaso nos ves cara de deportistas? —le pregunta Elizabeth a Misterio, preocupada por lo que se ven obligados a hacer.

—Yo los veo más bien como mis conejillos de India. Y siendo ese el caso... lo mejor será que comiencen.

El reto da inicio y Elizabeth, Javier y Nicole van más adelantados que el resto, impulsados por el miedo a caer. Por supuesto, por más veloces que parezcan o sean, lo importante es intentar no perder el equilibrio. Pues no se trata de ser el más veloz, sino de ser el más ágil. Pero hay lugares en los que no hay plataformas, por lo que no tienen otra opción que ir por las paredes a como dé lugar. Una jugada que casi le cuesta la vida a muchos.

Los que han tenido la suerte de mantenerse en las plataformas son: Javier, Jackson, Taylor, Annabelle, y Gabriela, los demás están yendo por las paredes. Claro, la mayoría de ellos tienen dificultades para seguir con el reto. Y Alexander no es la excepción ya que por desgracia, no saltó donde debería, causando que ahora se encuentre aferrado a una de las plataformas casi al borde de caerse.

Por supuesto, esto no es suficiente para Misterio. Quien piensa que ahora es que las cosas se pondrán interesantes.

—Mmm... ¿Qué tal si lo hacemos más divertido? —Misterio, al terminar de decir eso, hace que todo el lugar comience a temblar y a sacudirse. Complicando la situación a los pobres jóvenes que apenas pudieron con la primera parte de este juego macabro.

Los jóvenes intentan aferrarse tanto como pueden, pero Alexander, quien estaba aferrándose al borde de una de las plataformas, ya está agotado y está a nada de caerse a causa del movimiento repentino. Cerró los ojos, sus brazos cedieron y...

Afortunadamente acaba de ser salvado por Brayan quien justamente estaba a punto de saltar a esa plataforma.

—Alexander da un suspiro de alivio— No sabes cuanto te lo agradezco, amigo.

—No hay de que, sabes que siempre puedes contar conmigo. —Brayan le guiña el ojo y ambos recuperan el ritmo para salir de aquel lugar.

Ha pasado media hora y los jóvenes están casi llegando al otro lado, pero para Misterio, esto no es suficiente. Le pareció demasiado fácil y tiene un último truco bajo la manga.

—¡Cambio de lugar! —Tal vez eso se escuche como algo insignificante, pero en realidad es algo que los jóvenes quisieran que no hubiese dicho.

—Así como lo escucharon. Los que están en las paredes ahora tienen que arreglárselas para ir de nuevo por las plataformas y viceversa.

—Dime que estás jugando. —Manuel está deseando que sea lo que está diciendo.

—No, esto es completamente real. Así que si sabes rezar, te recomiendo que empieces.

•• <<────≪•◦ Media hora más tarde ◦•≫────>> ••

Entre gritos y lágrimas de parte de algunos jóvenes a causa del miedo infligido por la situación en la que se encuentran. Los jóvenes están casi acabando con el reto de hoy y algunos ya lo han conseguido. Pero una de las chicas está al borde de rendirse, y no es nadie más que Annabelle.

—¡Ya no puedo más, tengo miedo! —En medio del caos, la desesperación y la ansiedad de Annabelle le ganan y ahora se encuentra llorando de rodillas sobre una de las plataformas. Pidiendo que por favor se termine esto. Michael estaba a punto de terminar, pero ahora que está viendo como su compañera está sufriendo, decide arriesgarse y volver.

—Mike se posiciona con cuidado a su lado— ¿Qué es mejor para ti? ¿vivir y tener la posibilidad de ver a tu familia o morir sabiendo lo que dejaste atrás?

—¡Vivir! Extraño a mi mamá. —le responde entre lágrimas.

—Bueno. Entonces, si queremos vivir, tenemos que sobrevivir a este reto y salir como campeones, ¿no crees? —Michael le extiende su mano a Annabelle, ésta la agarra y juntos logran llegar a salvo al otro lado.

Ha pasado media hora y el resto de los jóvenes logran terminar con su tortura. Para algunos fue algo horrible, pero para otros fue algo simplemente inolvidable.

—No saben como me encanta verlos así. Nos vemos mañana para su siguiente reto. —Antes de irse, Misterio se despide con aquella risa que les recuerda lo débiles y vulnerables que son.

Meses De Agonía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora